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HRW: La situación "draconiana" de los médicos cubanos en el exterior


Doctores cubanos en noviembre del 2019, esperando el regreso de médicos que trabajaron en Bolivia (Yamil Lage / AFP).
Doctores cubanos en noviembre del 2019, esperando el regreso de médicos que trabajaron en Bolivia (Yamil Lage / AFP).

El gobierno de Cuba impone normas draconianas y orwellianas a los médicos en misiones sanitarias, señaló Human Rights Watch (HRW) este jueves en un nuevo informe.

La organización pro derechos humanos considera que los gobiernos que solicitan asistencia cubana deben exigir a las autoridades cubanas que reformen las leyes que vulneran, entre otros, “los derechos a la privacidad, la libertad, la libertad de expresión y asociación, y el libre movimiento”.

HRW advierte que “los trabajadores pueden recibir sanciones disciplinarias si entablan amistad con personas que tengan opiniones hostiles o contrarias a las de la revolución cubana”.

Los trabajadores sanitarios también pueden ser sancionados si abandonan su trabajo.

“Los médicos cubanos enviados a responder a la pandemia de COVID-19 ofrecen valiosos servicios a numerosas comunidades, pero a costa de sus libertades más básicas”, dijo José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.

Son “orwellianas” las normas que impone el gobierno cubano, dijo Vivanco. Por ejemplo, regulan “con quiénes los médicos pueden vivir, hablar o incluso mantener una relación sentimental”.

HRW recalca que desde la primera misión médica a Argelia en 1963, “Cuba ha diseñado normas represivas que rigen la vida de aquellos que envía al exterior”.

“Cuba regula incluso los aspectos más triviales de la vida de los médicos cubanos que participan en misiones”, dice HRW.

Otros ejemplos citados por el informe son:

  • Los trabajadores deben reportar a sus superiores inmediatos todas sus relaciones amorosas.
  • Se limita la libertad de circulación de los trabajadores sanitarios.
  • Deben obtener autorización para participar en actos públicos de carácter político o social.
  • La libertad de expresión de los trabajadores de la salud cubanos se ve gravemente limitada.
  • Los médicos necesitan autorizaciones para emitir valoraciones a los medios de comunicación sobre situaciones internas del centro de trabajo o que comprometan la colaboración cubana.
  • Constituye una infracción “difundir o propagar criterios o rumores que vayan en detrimento de la moral o el prestigio del colectivo o de algún integrante de este”.
  • Las sanciones van desde la retención de salarios hasta la expulsión de la misión y el regreso a Cuba.
  • El Código Penal de Cuba prevé que el personal médico que abandone su trabajo puede ser objeto de procesos penales y penas de hasta ocho años de cárcel.

HRW indicó que algunos trabajadores han “informado que quienes abandonan las misiones están sujetos a una prohibición de facto de ingresar a Cuba por ocho años”.

La prohibición no está claramente establecida en la legislación cubana, explica HRW. “No obstante, el derecho inmigratorio de Cuba prohíbe el ingreso de quienes hayan sido declarados indeseables”.

Es una disposición que “viola el derecho consagrado en el derecho internacional a ingresar al país propio”, subrayó la organización.

También recordó que las Naciones Unidas ha expresado inquietud por estos temas.

En 2019, las Relatoras Especiales de la ONU sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, incluidas sus causas y consecuencias, y sobre la trata de personas, especialmente mujeres y niños, dieron a conocer que “habían recibido información, incluso de primera mano, sobre condiciones laborales que podrían elevarse a trabajo forzoso”.

Asimismo, la ONG Prisoners Defenders obtuvo declaraciones de decenas de trabajadores de la salud que participaron en misiones antes de la pandemia de Covid-19.

“Muchos manifestaron haberse sumado al programa porque temían represalias por parte de las autoridades cubanas”, dijo HRW.

En la conclusión del informe, HRW reitera que "los países que reciben médicos cubanos tienen obligaciones de derechos humanos respecto de todas las personas en su territorio, lo cual incluye a los trabajadores sanitarios cubanos, y deben asegurarse de que los acuerdos alcanzados con el gobierno cubano prevean garantías efectivas para los derechos de los trabajadores".

“Los gobiernos que acepten asistencia cubana que incluya condiciones abusivas impuestas por Cuba podrían convertirse en cómplices de graves violaciones de derechos humanos”, explicó Vivanco. “A nadie le sorprende que el régimen cubano no esté dispuesto a respetar los derechos de sus trabajadores de la salud, pero otros gobiernos deben abstenerse de contribuir a esta explotación”.

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