Rice hizo esa declaración ante unos 700 funcionarios del gobierno, académicos y otros invitados en la Universidad Americana de El Cairo, Egipto.
El lugar y el momento donde las hizo son notables, tanto porque Egipto piensa celebrar dentro de unos meses elecciones multipartidistas, como por el hecho de que la administración del presidente George W. Bush no ha reparado en manifestar su insatisfacción por el despacioso progreso político y el trato que da a figuras de la oposición el gobierno del presidente egipcio Hosni Mubarak.
“Durante 60 años mi país, Estados Unios de América, buscó la estabilidad a expensas de la democracia en esta región, aquí en el Cercano Oriente, y no logramos ninguna de las dos cosas”, dijo Rice.”Ahora estamos tomando un rumbo diferente. Estamos apoyando las aspiraciones democráticas de todos los pueblos”.
Subrayó que el presidente Bush, en su segundo discurso de toma de posesión, declaró que Estados Unidos no intentaría imponer un estilo americano de gobierno a quienes no lo desearan y que el objetivo de su gobierno era ayudar a otros hallar su propia voz.
“En todo el Cercano Oriente el miedo a la libertad de selección ya no puede justificar el rechazo a la libertad. Llegó la hora de abandonar las excusas que se dan para evitar el duro trabajo de la democracia”, dijo Rice.
Rice criticó a los gobiernos de Arabia Saudita y Egipto, ambos estrechos aliados de Estados Unidos, por reprimir a la disensión. Dijo que en Arabia Saudita tres personas están encarceladas ahora porque enviaron peticiones al gobierno. “Eso no debería ser un delito en ningún país”, dijo Rice.