Aunque el gobierno de Raúl Castro abre ciertos sectores a la iniciativa privada, las miles de empresas estatales en la rezagada economía seguirían bajo el control del estado y sus planes de reforma parecen un desafío cuesta arriba, de acuerdo con analistas citados por la agencia.
Un ejecutivo de una empresa estatal mediana que prefirió no dar a conocer su nombre, dijo el martes que hay mucha gente viviendo del desorden en las empresas estatales para que sean ellos mismos los que traten de arreglarlo.
Sobre los planes del gobierno de eliminar grupos empresariales en favor de empresas públicas que operen fuera del gobierno, un economista dijo que todo eso suena bien, pero que hay que cambiar la cultura administrativa que impera en Cuba.
Añadió que las propuestas no dejan claro las prerrogativas que tendrían las compañías estatales, cómo liquidarían las deudas entre sí y con entidades extranjeras, y si el creciente papel de los militares cubanos en la economía -estimado entre el 30 y el 35 por ciento- es algo temporal o permanente.