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Fallece Pelé, el rey del fútbol

Pelé, el indiscutible rey del fútbol, murió este jueves a los 82 años después de una larga batalla contra el cáncer que lo mantuvo hospitalizado durante sus últimos días.
Su hija, Kely Nascimento, anunció el fallecimiento del ícono del deporte. "Todo lo que somos es gracias a ti. Te amamos infinitamente. Descanza en paz", publicó en su cuenta de Instagram.
Pelé, nacido Edson Arantes do Nascimento en una humilde comunidad de Brasil, fue el único jugador que ganó tres veces la Copa del Mundo de Fútbol en las ediciones de Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970, aunque también jugó en el Mundial de Inglaterra 1966, anotando un total de 12 goles.
Conocido por su increíble velocidad, habilidad en el desborde y capacidad para anotar, 'O Rei' Pelé era una máquina de hacer goles y durante su carrera marcó más de 1.280 tantos. Su extraordinario carisma y simpatía le hicieron muy querido dentro y fuera de Brasil, donde es venerado casi como una deidad. Muchos lo señalan como el responsable de la popularidad del llamado "deporte rey".
Su salud se resintió en septiembre de 2021 cuando se le extirpó un tumor de colon. Desde entonces estuvo recibiendo quimioterapia y recientemente fue admitido en el hospital al empeorar su condición.
En sus últimos días estuvo rodeado de su familia, con quienes celebraron la Navidad, según confirmó su hija Kely.
"Un día muy triste"
Las reacciones de pesar por su muerte no se hicieron esperar. "Eterno", publicó en Twitter el club brasileño Santos, donde Pelé inició su carrera y pasó gran parte de su vida activa en el deporte. Una foto de una corona sobre fondo negro acompaña el post.
"Día muy triste para el fútbol. Se nos va un mito de este deporte. Admirado y querido", escribió el portero español Iker Casillas, quien lamentó el deceso del mítico jugador al igual que el presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien envió "un gran abrazo a su familia y al pueblo de Brasil que lo llevará en el corazón".
El brasileño Neymar también dedicó al astro una emotiva despedida: "Antes de Pelé, 10 era solo un número. He leído esta frase en algún lugar, en algún momento de mi vida. Pero esta frase, hermosa, está incompleta. Yo diría que antes de Pelé el fútbol era solo un deporte."
"Pelé lo ha cambiado todo. Él convirtió el fútbol en arte, en entretenimiento. Dio voz a los pobres, negros y principalmente: Dio visibilidad a Brasil. ¡El fútbol y Brasil han elevado su estatus gracias al Rey! Se ha ido pero su magia permanece. ¡¡Pelé es PARA SIEMPRE!!", aseguró.
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Se queda en Miami cátcher cubano Iván Prieto

Iván Prieto, miembro de la selección cubana que participó en el Clásico Mundial de Béisbol, no se presentó este lunes al Aeropuerto Internacional de Miami para regresar a la isla.
Prieto, receptor del equipo Granma en la Serie Nacional, y quien no formaba parte del roster de Cuba, sino que vino en funciones de cátcher de bullpen, permaneció en Miami tras abandonar el equipo, según dijo a Radio Televisión Martí el periodista de MLB Francys Romero.
El fotógrafo japonés Yuhki Ohboshi, quien ha seguido al equipo cubano a lo largo de su participación en el WBC, informó en sus redes sociales que Prieto "permanece en Miami sin regresar a casa".
Nunca antes un cubano había abandonado la selección en las cuatro ediciones anteriores de los Clásicos Mundiales.
Prieto, de 26 años, jugó siete temporadas en Cuba, por lo que calificaría para firmar con cualquier organización de Grandes Ligas como agente libre sin restricciones. Ello significa que no estaría sujeto a restricciones del mercado como agente libre internacional, categoría para la que los diferentes equipos tienen dineros limitados.
En la última campaña nacional, bateó para .317 de average, con seis jonrones y 38 carreras impulsadas en 249 turnos.
De por vida, promedia para .291, con 13 bambinazos y 108 remolcadas.
A palo limpio, EEUU destruye el espejismo del #TeamAsere (VIDEO+Fotos)

Al final, todo era un espejismo.
Hablando en términos boxísticos, la selección cubana no aguantó ni un golpe en el primer round frente a Estados Unidos y, ante cada batazo de sus rivales, sólo les quedaba rezar para que la paliza terminara de una buena vez.
Cuba se despide del Clásico Mundial de Béisbol con la errada sensación de ser uno de los cuatro grandes del torneo cuando, en realidad, tuvo un papel común y corriente ante rivales de segunda línea dentro del concierto peloteril internacional.
El llamado #TeamAsere se va con un balance mediocre de 3-3 en el certamen, en el que venció a Panamá, Taiwán y Australia, pero cayó frente a Países Bajos, Italia y Estados Unidos.
En el grupo clasificatorio A, todos terminaron con récord de 2-2 y sólo el diferencial de carreras le dio a Cuba el primer lugar, lo cual le permitió evitar al poderoso Japón en cuartos de final y chocar contra los australianos, a quienes derrotaron con apuro, con cerrado margen de 4-3.
A la única potencia beisbolera que enfrentó la selección cubana fue a Estados Unidos y el resultado de 14-2 fue un contundente golpe que esfumó la nube de excesivo optimismo en la que se montaron tanto los fanáticos de la isla, como los dirigentes políticos del régimen, incluido el gobernante Miguel Díaz Canel, en medio de una campaña para mostrar una supuesta unidad en torno al #TeamAsere.
Los estadounidenses, campeones de la edición anterior del WBC en el 2017, quedaron listos para tratar de refrendar su corona ante el ganador de la segunda semifinal, que disputan este lunes los japoneses y los mexicanos.
El zurdo Patrick Sandoval, quien juega en las Mayores para los Angelinos de Los Angeles, fue la designación del manager Benji Gil para abrir el crucial encuentro por la selección azteca.
Sandoval, de 26 años, lleva cuatro temporadas en el mejor béisbol del mundo, donde exhibe foja de diez triunfos, 24 derrotas, y efectividad de 3.70 en 63 partidos, 56 de ellos como iniciador.
México ganó el grupo C, que se disputó en Phoenix, Arizona, al terminar con récord de 3-1, mientras que el cuartos de final eliminó a Puerto Rico en gran partido que terminó con score de 5-4.
Por su parte, el derecho Roki Sasaki, de 21 años, subirá a la lomita por los nipones. Ostenta la marca del pitcheo más veloz hecho por cualquier lanzador japonés, con 102.4 millas por hora y podría convertirse en breve en la próxima estrella de su país en llegar a las Ligas Mayores de Estados Unidos.
En abril del año pasado, con su equipo Chiba Lotte Mariners, Sasaki lanzó un juego perfecto, en el que propinó 19 ponches.
Pero más allá de Sandoval y Sasaki, los ojos estarán puestos sobre Randy Arozarena y Shohei Ohtani, quienes han sido, junto al campocorto estadounidense Trea Turner, los jugadores más sobresalientes de este WBC.
Arozarena, el Charro de Vueltabajo, suma ocho hits en 17 turnos (.471), con cinco dobletes, un jonrón y nueve carreras impulsadas, además de ser el autor de la que viene siendo la jugada defensiva del torneo.
Ohtani ha estado inmenso, tanto con el madero, como desde el montículo.
Al bate, lleva de 16-7 (.438), tres biangulares, un cuadrangular y ocho remolcadas, mientras que como pitcher, en dos aperturas ostenta marca de 2-0, con diez ponches en 8.2 entradas de actuación.
Japón, campeón de las primeras dos ediciones del WBC, en 2006 y 2009, sale como favorito para vencer a México y avanzar a la final del martes frente a Estados Unidos.
Cuba vs. EEUU, más allá de un simple juego de pelota (VIDEOS)

Cuando las selecciones Cuba y Estados Unidos disputen la primera semifinal del Clásico Mundial de Béisbol (WBC) este domingo, en Miami, será un día de muchas primeras veces.
Nunca antes ambos equipos se han enfrentado en las cuatro ediciones anteriores del WBC.
En el 2006, a los estadounidenses los eliminaron en segunda ronda, cuando Cuba llegó hasta la finl, mientras que en el 2009, 2013 y 2017, fueron los cubanos quienes no pasaron de esa fase.
Nunca antes, en más de seis décadas, una selección cubana jugó en Miami, la ciudad que alberga la mayor cantidad de exiliados de la isla.
Lo más cerca que estuvo alguna vez de jugar en Miami un equipo cubano fue en 2021, en el torneo clasificatorio para los Juegos Olímpicos, que se disputó en West Palm Beach, unas 80 millas al norte de la Capital del Sol, ocasión que tres jugadores aprovecharon para abandonar el equipo y quedarse en Estados Unidos.
Dos de ellos, el pitcher Andy Rodríguez y el segunda base César Prieto, ya tienen contratos profesionales y forman parte de las organizaciones de los Rangers de Texas y los Orioles, respectivamente.
En 1991, la selección hizo una breve escala en el Aeropuerto Internacional de Miami, cuando iba de Tennessee a La Habana, y el pitcher René Arocha se convirtió en el primero en 30 años en escapar del equipo.
Arocha llegó a jugar en Grandes Ligas, y con ello abrió el camino a cientos de compatriotas que siguieron sus pasos.
Nunca antes una selección cubana enfrentó un trabuco compuesto por estrellas estadounidenses en las Grandes Ligas.
Lo más parecido fue cuando, en 1999, los cubanos celebraron dos partidos de exhibición ante los Orioles de Baltimore, y en 2016, durante el deshielo con Cuba propiciado por el presidente Barack Obama, los Rays de Tampa Bay disputaron un choque en La Habana.
Fuera de eso, Cuba dominó por décadas el escenario beisbolero mundial con un equipo de profesionales de Estado, disfrazados de amateurs, ante jugadores universitarios de Estados Unidos.
Cuando en 1962, el dictador Fidel Castro eliminó el profesionalismo en el deporte en Cuba, todo el talento beisbolero de la isla se concentró bajo el control estatal y sus triunfos, cada vez más fáciles en el ámbito internacional, eran usados como bandera para exponer la superioridad del deporte socialista en medio de la Guerra Fría.
Ganarle a los americanos se convirtió en un acto de propaganda política del régimen, que escondía a los fanáticos del béisbol la realidad cualitativa de sus rivales.
Este domingo, por primera vez, Cuba verá enfrente a una pléyade de estrellas como Mike Trout, Nolan Arenado, Paul Goldschmidt, J.T. Realmuto, Mookie Betts y Trea Turner, entre otros.
Nunca antes fueron llamados a filas por las autoridades de La Habana peloteros que juegan en las Grandes Ligas y no están bajo el control de la Federación Cubana de Béisbol (FCB).
No se trata de la primera vez que Cuba use profesionales en su selección nacional.
Hace años ya, con Fidel Castro fuera de escena, las autoridades desterraron el “amauterismo” que tanto defendía el dictador y, en busca de conseguir ingresos para sus arcas, el régimen comenzó a exportar peloteros a la Liga Profesional Japonesa (NPB), con contratos en los que la FCB se queda con una parte del dinero.
Esos profesionales de la NPB desde hace tiempo son convocados a la selección, prácticamente como un acto obligatorio.
Pero ahora, Luis Robert y Yoán Moncada, de los Medias Blancas de Chicago, se convirtieron en los primeros peloteros activos en MLB en vestir el uniforme de Cuba, junto a Roenis Elías, Yoenis Céspedes, Onelki García, Andy Ibáñez, Erisbel Arrebarruena, quienes han pasado por las Mayores, así como Miguel Romero, que se desempeña en Ligas Menores.
Por décadas, el régimen cubano llamó "desertores, traidores y apátridas" a estos peloteros que se iban del país en busca de perseguir sus sueños de jugar en Grandes Ligas.
El Charro de Vueltabajo mete a México entre los cuatro grandes

Un improbable fildeo de Randy Arozarena en el jardín izquierdo sobre un batazo de Enmanuel Rivera en el octavo episodio fue clave para preservar la victoria de México 5-4 sobre Puerto Rico y por primera vez los aztecas avanzan a semifinales del Clásico Mundial de Béisbol.
Arozarena, el Charro de Vueltabajo, estaba sobrepasado por la pelota, cerca del muro, y en un último estirón la capturó, cuando los boricuas tenían el empate en circulación en las piernas del veloz MJ Meléndez.
El manager mexicano, Benjamín Gil, no se limitó en elogios para el patrullero cubano de los Rays de Tampa Bay, quien resultó el jugador más destacado del grupo C en la etapa clasificatoria que se disputó en Phoenix, Arizona.
“Esta jugada es, a mi entender, la mejor jugada en la historia del deporte mexicano”, dijo Gil en conferencia de prensa tras concluir el partido.
El propio Arozarena la calificó como la jugada más importante de su carrera, a pesar de las tantas que ha hecho en los grandes escenarios que son los playoffs de Grandes Ligas.
Puerto Rico inició agresivamente el encuentro, al facturar cuatro carreras en la primera entrada frente al zurdo Julio Urías, estrella de los Dodgers de Los Angeles, quien permitió dos jonrones seguidos de Javier Báez y Eddie Rosario.
Pero Urías se compuso y sacó en blanco las siguientes tres entradas, mientras que el relevo se encargó de cerrar el puerto, mientras la ofensiva descontaba una en el segundo, por bambinazo de Isaac Paredes, y otra en el quinto, remolcada por sencillo de Alex Verdugo.
En el séptimo, el relevista Alexis Díaz no pudo hacerle honor a su hermano Edwin, cuya camiseta colgaba en el dugout de Puerto Rico, luego de su devastadora lesión durante la celebración del triunfo el miércoles sobre República Dominicana y que lo dejó fuera por toda la temporada.
Pero Alexis no es Edwin y tras permitir doble de Austin Barnes, regaló boletos seguidos a Arozarena y Verdugo, para llenar las bases sin outs.
Jorge López vino al rescate y consiguió los dos primeros outs, pero cuando parecía que el Team Rubio salía a flote, Paredes sonó cohete al izquierdo que remolcó dos para el empate y Luis Urías terminó de darle la vuelta a la pizarra con hit al derecho.
Ahora México enfrentará al invicto Japón el próximo lunes, en busca del boleto a la gran final.
EE.UU. y Venezuela en busca del rival de Cuba
Este sábado se define el cuarto semifinalista, cuando Estados Unidos, campeón defensor, enfrente a Venezuela, en busca del próximo rival de Cuba en el juego del domingo.
Venezuela terminó invicta en el grupo D, que se jugó en el LoanDepot Park de Miami, mientras que los estadounidenses fueron segundos de la llave C en Phoenix, Arizona.
El manager Mark DeRosa anunció al derecho Lance Lynn como abridor para el crucial choque, mientras que el dirigente de Venezuela, Omar López, aún no decidió entre el zurdo Martín Pérez y el diestro Pablo López.
Lynn, de los Medias Blancas de Chicago, tuvo una salida impecable en la primera fase, en la que trabajó cinco episodios en blanco, con dos hits permitidos y seis ponches, frente a Canadá.
Por su parte, Pérez fue el abridor de Venezuela en su primer encuentro ante República Dominicana, aunque se fue sin decisión, tras 3.1 entradas de labor, con una carrera admitida.
Y López fue el ganador ante Puerto Rico, con faena de 4.2 innings, en los que permitió una limpia y abanicó a seis rivales.
El ganador será el rival de Cuba en la primera semifinal que se disputará el domingo.
Randy Arozarena, el Charro de Vueltabajo

Con sus botas de vaquero y su sombrero de charro, el cubano Randy Arozarena ha cargado sobre sus hombros el peso ofensivo de la selección mexicana en el Clásico Mundial de Béisbol y se ha echado en el bolsillo a la entusiasta afición del país azteca.
Arozarena, nacido hace 28 años en el poblado pinareño de Arroyo de Mantua, es uno de los peloteros más electrizantes de todas las Grandes Ligas, no sólo por su juego agresivo, tanto en el ataque, como en la defensa, sino por su capacidad de crecerse en los momentos decisivos.
En la primera ronda dejó average de .500, con siete hits en 14 turnos, seis de ellos extrabases (cinco dobles y un jonrón), así como nueve carreras impulsadas.
Salió de Cuba hacia México en busca de un mejor futuro y allí comenzó su carrera profesional con los Toros de Tijuana y con los Mayos de Navojoa, antes de ser firmado por los Cardenales de San Luis, franquicia que luego lo canjeó a los Rays de Tampa Bay, su equipo actual.
En agradecimiento a esas primeras oportunidades, el pinareño mostró desde un principio su disposición a representar a México en el WBC y ha sido, a no dudarlo, el líder del equipo, no sólo con su bate, sino por su personalidad y carisma.
Los miles de fanáticos mexicanos que acudieron al Chase Field de Phoenix, donde se disputaron los partidos del grupo C, arroparon como suyo al humilde guajirito de Arroyo de Mantua y en cada acción, ya con el madero, ya con el guante, corean su nombre con entusiasmo.
“Cada vez que me aplauden, cada vez que corean mi nombre, yo lo que hago es darle mi 100% en el campo”, dijo Arozarena en conferencia de prensa ante los medios que cubrieron los juegos en Arizona. “Que se sientan representados por mí, eso me hace jugar al 100% de mi capacidad”.
Arozarena es el primer pelotero nacido en Cuba que juega en el WBC en representación de otro país, algo que también iba a hacer el zurdo de los Yankees de Nueva York Néstor Cortés con Estados Unidos, aunque una lesión de última hora lo hizo bajarse de la selección de las barras y las estrellas.
Ahora los fanáticos mexicanos esperan que el Charro de Vueltabajo los ayude a derrotar a Puerto Rico en partido de cuartos de final que se jugará este viernes en el Loan Depot Park de Miami.
Más sangre cubana en el WBC
Pero no es sólo Arozarena el único pelotero de sangre cubana presente en otros equipos.
Estados Unidos tiene al estelar antesalista Nolan Arenado, siete veces seleccionado al Juego de las Estrellas y ganador de diez Guantes de Oro y cinco bates de Plata.
Su papá, Fernando, es guantanamero, mientras su madre, Millie, nació en Puerto Rico de padres cubanos.
También está el serpentinero de los Padres de San Diego Nick Martínez, nacido en Miami de progenitores cubanos.
Israel tuvo en su nómina a Danny Valencia, un veterano de 38 años que pasó por siete franquicias de Grandes Ligas. Valencia, de padre cubano, nació también en Miami.
Y Colombia y Nicaragua también recibieron aportes de origen cubano.
Río Gómez, un zurdo de 28 años que pertenece a la organización de los Medias Rojas de Boston, jugó por la selección colombiana.
Gómez es miamense, hijo de cubano y colombiana, por lo que decidió representar los colores de su progenitora.
Y el derecho Carlos Rodríguez, cuyo padre lanzó con los Metropolitanos en las Series Nacionales cubanas, defendió los colores de Nicaragua, donde nació, aunque desde los ocho años vive en Miami.
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