El jefe policial, Keelty, afirmó que se conoce desde hace tiempo el número de personas que han sido entrenadas en el extranjero, y que son el centro de atención tanto de la Organización de Seguridad e Inteligencia como de la policía federal y de la policía estatal.
Keelty explicó que esta información justifica la necesidad de incrementar los poderes concedidos a los cuerpos de seguridad del estado bajo las leyes anti-terroristas, posibilidad que la policía federal está estudiando tras los atentados de Londres.
Según el jefe policial se deben tomar las medidas que sean necesarias, dado que la amenaza terrorista en Australia es real y que la única duda es cuándo va a ocurrir.