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Secretos y enfermedades entre los médicos cubanos en Venezuela


Archivo - La hija de Ernesto Guevara, Aleida Guevara (d), conversa con médicos cubanos en un consultorio de un barrio de Caracas.
Archivo - La hija de Ernesto Guevara, Aleida Guevara (d), conversa con médicos cubanos en un consultorio de un barrio de Caracas.

La misión médica cubana en Venezuela tiene problemas serios; aparte del rechazo manifiesto y las enfermedades, la desbandada de los facultativos va en aumento.

El gobierno cubano, por táctica, se atrinchera en el hermetismo, la compartimentación y los secretos. Esa es la razón por la que incluso hoy, en plena era de internet, y pese a varias deserciones, no es frecuente encontrar noticias reales que describan el interior de la misión médica cubana en Venezuela.

El tema es 'top secret'. El gobierno de la isla prefiere ocultar los problemas, en lugar de prevenirlos con información. Cualquier dato que compete a la colaboración médica se considera “clasificado” y por consiguiente, permanece custodiado por los servicios especiales de Cuba y Venezuela.

Por eso, al publicar hace tres semanas el artículo titulado “En peligro misión cubana en Venezuela”, se alborotaron los sabuesos, perdieron la calma, y con ímpetu de cazador armaron tremenda choricera. Pero, al no encontrar culpables de “filtrar información”, decidieron agarrar al mejor postor como chivo expiatorio y así no enfrentar al estrepitoso absurdo de su propia ineptitud.

Arrestaron y enviaron a La Habana, a un cooperante inocente que viajó esposado y custodiado, llevando como equipaje acompañante una hoja de papel donde se le acusa de espía; sin juicio pero con sentencia. Tal calumnia es obra de un tribunal inquisidor presidido por Roberto González, jefe nacional de la Misión Médica Cubana en ese país.

En algún lugar leí que observar una injusticia y permanecer en silencio, es igual que cometerla. Entonces, es mi deber aclarar que la información publicada no salió de ningún soldado raso, sino de un oficial bambollero que por su alto sentido de la codicia pretende vivir en un mundo más allá del cielo.

No creo que ningún cooperante se arriesgue a romper la barrera de la compartimentación impuesta sin tener algún escape garantizado. Algo que a mi entender justifica la inocencia del detenido. Los de abajo no poseen información, ni la desean; bastante tienen con la responsabilidad de salvar vidas y quedar guarecidos en un país donde pocas personas nos quieren; pues pese a nuestras buenas, malas o segundas intenciones, gran parte de la población venezolana, nos tiene como meros invasores.

Pero regresando al tema, y con más información de esta última semana les comento; el pasado lunes 30 de junio, en los estados Anzoátegui, Aragua, Bolívar, Carabobo, Lara, Miranda, Sucre y Zulia se reportaron 330 colaboradores cubanos con infecciones respiratorias agudas; de ellos, 37 en la última semana. En Nueva Esparta, Trujillo, Monagas, Yaracuy, Sucre, Miranda, Lara y Barinas, hay un incremento, a tener en cuenta, de colaboradores con dengue (nueve, para ser exacto).

No soy dado a las cifras en los escritos, pero a veces, como este, es necesario. Debo añadir además que en los estados Amazonas, Trujillo, Nueva Esparta, Apure, Guárico, Anzoátegui, Lara, Falcón, Barinas, Delta Amacuro y Zulia, 98 cubanos fueron diagnosticados con EDA (enfermedades diarréicas agudas). También, en los estados Amazonas, Apure, Monagas, Guárico, Nueva Esparta, Bolívar, Vargas, Cojedes, Sucre, Mérida, Barinas, y Zulia, 248 profesionales cubanos (79 médicos, 80 enfermeros, 55 estomatólogos y 34 técnicos de laboratorio) se encuentran bajo observación tras haber sufrido algún tipo de accidentes ocupacionales con exposición a sangre y fluidos corporales.

La misión médica cubana en Venezuela tiene problemas serios; aparte del rechazo manifiesto y las enfermedades, la desbandada de los facultativos va en aumento.

Me comentan, que la apertura de consultorios en zonas de extrema pobreza está estancada debido a la poca colaboración de líderes comunitarios, y los estudiantes nacionales residentes se resisten a participar en jornadas extras de ese circo. Y como remate surrealista, faltan los medicamentos, incluso los básicos. Dicen que hay atraso en la entrega. De eso también hablaré.

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    Juan Juan Almeida

    Licenciado en Ciencias Penales. Analista, escritor. Fue premiado en un concurso de cuentos cortos en Argentina. En el año 2009 publica “Memorias de un guerrillero desconocido cubano”, novela testimonio donde satiriza  la decadencia de la élite del poder en Cuba.

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