El matutino indica que son de sobra conocidos los encantos que el tirano de Cuba ejerce sobre muchos líderes de la izquierda europea y española, pero puntualiza que lo acaecido con Chaves supera lo previsible.
Agrega que obsequiar calificativos como “fascinante” y de “gran capacidad de atracción” a un dictador que sojuzga a Cuba y que conduce a los disidentes a la cárcel o a los pelotones de ejecución, es inadmisible en boca de quien se supone sea un demócrata convencido.
El editorial tilda de imprudente a Chaves por anunciar que los cancilleres de ambos países discutirían en un próximo encuentro, cuya fecha no se ha fijado, una visita del Rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno español a la isla, viaje que tampoco figura en la agenda de ninguno de los dos estadistas.
ABC demanda una pronta clarificación del incidente, el cual —dice— probablemente desvela una estrategia diplomática decidida a brindar cobertura a una dictadura tan despreciable como la que exhibe Castro ante el mundo.
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