En la batalla otros ocho soldados americanos resultaron heridos, dijo el vocero. En Bagdad, el brigadier general Mark Kimmit informó que otros dos soldados americanos murieron allí al ocurrir una fuerte explosión en un almacén de productos químicos que registraban las tropas de Estados Unidos en la capital iraquí. No dijo qué había causado la explosión.
La nueva violación de una tregua poco respetada en Faluya ocurrió después que el domingo se llegó a un acuerdo por el cual la Infantería de Marina de Estados Unidos y la policía iraquí debían comenzar el martes a patrullar las calles de esa ciudad.
Mientras tanto, en Madrid fuentes del gobierno dijeron que el lunes una patrulla del Ejército español mató a cinco insurgentes y capturó a otros siete después que los insurgentes la atacaron en Irak central. Ha sido el segundo combate que libran en dos días las tropas españolas en la región de Diguaniya, donde el domingo dieron muerte a dos insurgentes en otra escaramuza.
España ha anunciado que retirará sus 1,400 soldados enviados a Irak, posiblemente a fines de mayo.
En el sur de Irak, tropas de Estados Unidos entraron en una base de la ciudad de Nayaf para reemplazar a las tropas españolas en retirada y aumentar la presión sobre el clérigo shiíta extremista Moktada al-Sadr, que está atrincherado en santuarios musulmanes situados en el centro de Nayaf. La base donde entraron las fuerzas de Estados Unidos se encuentra a unas tres millas (casi cinco kilómetros) de esos santuarios convertidos en fortificaciones por el clérigo shiíta.
Altos oficiales americanos han dicho que sus tropas no se acercarán a los santuarios en el centro de Nayaf, para evitar provocar un extenso malestar en la mayoría shiíta musulmana de Irak. Sin embargo, las fuerzas de Estados Unidos sí asumirán deberes de seguridad en toda la Provincia de Nayaf y en la vecina Provincia de Cuadisiya después que se retiren los soldados de España, República Dominicana y Honduras, dijo un portavoz de la tropa de Polonia que dirige en la región las fuerzas internacionales encargadas de mantener la paz.
Los insurgentes shiítas seguían presentando el lunes una amenaza en las ciudades meridionales y el domingo dispararon en Kerbala contra la caravana automovilística del presidente búlgaro Georgi Parvanov, que hacía una breve visita a Irak. Los atacantes escaparon.
La batalla del lunes en Faluya levantó dos grandes y densas columnas de humo en el distrito norteño de Jolán.