Roque, que fue reelegida por aclamación como presidenta de la Asamblea, manifestó que la reunión de unas 200 personas, más de la mitad disidentes, no tenía precedentes en los 46 años de gobierno castrista.
Entonando el Himno Nacional y gritando “!Libertad, Libertad!”, la reunión general de la asamblea se inauguró sin interrupción.
“Esta es realmente una sorpresa muy agradable”, dijo el veterano opositor Vladimiro Roca. “Mis predicciones no se cumplieron. Yo pensé que el gobierno no lo permitiría”.
La reunión estuvo preparándose durante varios años para que disidentes pudieran reunirse en la isla y en el exterior para planear la creación de una sociedad democrática en Cuba.
Los organizadores, Martha Beatriz Roque Cabello, Félix Bonné Carcassés y René Gómez Manzano, habían pronosticado que cerca de 500 personas irían a la inauguración, pero de todos modos estaban complacidos por la participación de cerca de 200.
Poco más de la mitad de los presentes eran delegados de diversos grupos oposicionistas de la isla. Los restantes eran organizadores, periodistas extranjeros, diplomáticos y otros invitados especiales. Algunos disidentes, entre ellos varias docenas de parientes de prisioneros políticos, no asistieron a la reunión porque temían que los arrestaran.
La semana pasada Roque se quejó de que muchos disidentes del interior de Cuba habían sido citados para que acudieran a estaciones de la policía el mismo día de la inauguración de la reunión general de la Asamblea. Además, las autoridades dijeron a disidentes que viven en la Isla de la Juventud que no podían viajar a La Habana para asistir a la reunión general.
Uno de los que allí estaban fue James Cason, jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos, que estuvo en el evento. “Esto es el ejercicio de la democracia básica”, dijo Cason, que asistió como observador… esto trata de cubanos discutiendo en su propio país, acerca de su propio futuro”.