El hecho ha puesto a la defensiva al primer ministro Tony Blair, a pesar de que él no pensaba abordar el tema de Iraq durante su campaña política. La prensa publicó por primera vez un documento elaborado el 7 de marzo de 2003 por el abogado general Peter Goldmith. máximo responsable legal del Gobierno.
Blair declaró que los desacuerdos sobre la guerra en Iraq nunca serán resueltos, y rechazó las acusaciones de que había presionado a Goldsmith para que aceptara escribir otro informe más positivo sobre la guerra contra Iraq.