Deportes
Vida y fulgor del Andarín Carvajal
Hoy vamos a hablar del Andarín Carvajal. Las fronteras entre la leyenda y la historia son difíciles de determinar con este personaje.
Se llamó Félix Carvajal de Soto, pero pocas personas conocían su verdadero nombre. Aún durante su vida, menos personas sabían donde y cuando había nacido, después de su muerte, con más oscuridad que la que merecía, no pocos dudaron que el mitológico Andarín Carvajal hubiera existido realmente.
No es fácil reconstruir la historia de su vida. No existen datos suficientes, ni con la credibilidad necesaria, provenientes de una época en que aportó mas indiferencia que interés a su cautivante vida. Las historias del propio Carvajal, aumentadas, embellecidas y dotadas de un optimismo monumental -quizás un elemento imprescindible en un soñador que siempre apuntó a una fugaz estrella- complican la tarea de separar el cuento del relato.
En los últimos años han salido plumas oportunistas que han canibalizado la historia de nuestro héroe, para adaptar los hechos de su vida a los intereses del régimen en la isla. Son los historiadores mercenarios que tienen como mandato cambiar la historia. Esos panfletos contribuyen a hacer la niebla más espesa alrededor de nuestro personaje.
Pero, a pesar de todo el tizne que tiene el cristal, vamos a mirar a través de él y acercarnos a la vida del Andarín Carvajal. Vamos a identificar cada información conjugando los verbos saber, decir o contar, como se sabe, se dice o se cuenta.
¿Qué es un andarín? Bueno, Uds. dirán, Andarín es el que anda mucho y eso, técnicamente es cierto. Pero andarín se le decía en el siglo XIX y la primera parte del XX a los corredores de fondo o distancias largas, así como a personajes que hacían exhibiciones -generalmente en ferias que iban de pueblo en pueblo- dotados de habilidades y resistencia para cubrir grandes distancias a pie y en poco tiempo.
En el Diario la Nación de Buenos Aires, periódico del que era corresponsal, José Martí escribió el 15 de abril de 1888 lo siguiente: “Los andarines, con ojos vidriados o a medio cerrar, dan vuelta sobre vuelta, encorvados, chupados, pegado a la piel del vientre el esternón, con las medias blancas salidas por debajo del gabán, como dos huesos”.
Se sabe que Félix nació en La Habana cerca de la bahía, en Águila entre San Lázaro y el mar. También se sabe la fecha de su nacimiento. Se ha publicado en numerosos medios que el andarín había nacido el 18 de marzo de 1875. Sin embargo en el único documento en el que ha sido constatada su fecha de nacimiento (su carné del Ministerio de Defensa), se consignaba que había nacido el día 16 de enero de 1866, dos años antes de estallar la Guerra de los 10 Años.
Dicho carné se cita en un reportaje que sobre su muerte publicó la revista Bohemia en su número de enero 30 de 1949. Carvajal había muerto 3 días antes, el 27 de enero de 1949. Tenía pues, al morir, 83 años y 11 días. Los distintos escribidores siguen copiando la inexacta fecha de su nacimiento, no les vale la pena un poco de investigación.
Cuando murió, Félix Carvajal ocupaba el cargo de Auxiliar de Administración de Clase Tercera de la Dirección de Propaganda de la Junta de Defensa Civil del Ministerio de Defensa de la República de Cuba. Por cargar con ese extenso título, con uniforme y todo, le pagaban 60 pesos al mes. Un salario modesto en los años ‘40, pero no de miseria (sobre todo para un hombre solo) que además, suplementaba su economía con los productos de una huerta que tenía.
Sobre el citado artículo de Bohemia hablaremos más adelante.
Se sabe que la familia Carvajal, buscando mejores horizontes, se mudó para San Antonio de los Baños y fue en la villa del Ariguanabo que el Andarín aprendió varios oficios, principalmente el de barbero y le tomó el gusto a correr y corrió y corrió. La profesión que ha identificado a Félix a través del tiempo es la de cartero, pero parece que la función de cartero no la ejerció a tiempo completo y solo lo empleaban de cartero en temporadas como las de Navidades.
Origen y rumbos del andarín cubano
Se dice que Félix Carvajal fue un mambí y participó en la Guerra de 1995. Se cuenta que fue correo de los patriotas y que participó en diferentes labores revolucionarias por lo que tuvo que salir del país, debido al apoyo que brindó a la lucha independentista.
Estuvo exilado en Tampa, en casa de una hermana suya y se quedó a vivir en esa ciudad floridana, refugio de tantos cubanos que han combatido la tiranía antes y ahora. En 1946 su hermana Antonia vivía en Tampa y La correspondencia su hermana Antonia –que data de 1946- fue encontrada en la casa de Carvajal a su muerte.
Se cuenta que regresó a Cuba en una expedición armada y combatió hasta que terminó la Guerra del 95. Carvajal batalló durante largos años por el reconocimiento a la condición de Veterano de la Guerra de Independencia para poder cobrar la reducida pensión, pero jamás aportó pruebas fehacientes y nadie le hizo caso. Lo único que pudo conseguir, recién cumplidos los 70 años, fue la plaza de ordenanza en el Ministerio de Defensa.
Como dije, fue en San Antonio de los Baños que de una forma autodidacta, comenzó a preparase para su carrera de andarín, sin técnica, sin método de entrenamiento y sin entrenador.
Un hecho inesperado sacó a Félix del anonimato. Corría el mes de noviembre de 1883, ocasión en que llegó a San Antonio de los Baños el trotamundos español Mariano Bierza, uno de los más famosos andarines del momento, quien realizó varias demostraciones por los alrededores y lanzó el consabido reto a todos los hombres presentes.
Ni corto ni perezoso, el paladín local recogió el guante lanzado por el hispano y acordaron verse las caras al día siguiente, a las 7 en punto de la mañana. El pueblo entero se presentó en la escena cuando a la hora pactada se presentaron los corredores. La prueba era darle vueltas corriendo al parque de la localidad. Bierza, totalmente extenuado, abandonó la carrera a eso e las 5 de la tarde mientras que Félix detuvo su carrera a las 7 de la noche. La multitud paseó en hombros al ídolo local y por esa puerta entró el Andarín en las justas internacionales.
Mientras que los coterráneos de Carvajal celebraban su éxito, el director del periódico local, El Rápido, de nombre Juan Manuel Castañón, publicó en la edición del día siguiente: “Ese zángano nombrado Carvajal está bueno, no para correr las calles del pueblo, sino para barrerlas”.
Armado de una fusta de cuero, el Andarín llegó a la redacción y, sin mediar palabras, golpeó varias veces al ofensor. El juicio no alcanzó mayor importancia, porque todo el pueblo -incluido el propio juez- rechazaba la afrenta pública.
De vuelta a La Habana el Andarín se convirtió en un personaje popular que los capitalinos veían pasar trotando, con su atuendo de pantalones cortos, gorra y medias largas de lana, al mismo tiempo que hacía sonar constantemente un silbato para llamar la atención.
Un día llegó a sus oídos que los Juegos Olímpicos de 1904 se celebrarían en San Luis, en EE.UU. y decidió que iría a competir en el maratón olímpico. Carvajal no tenía medios económicos ni contaba con los recursos y el reconocimiento de atletas conocidos como los esgrimistas Manuel Díaz y Ramón Fonst, éste último ya a los 16 años había ganado las primeras medallas para un ibero americano con oro y plata en los Juegos Olímpicos del 1900.
Pero Carvajal no se amilanó, optimismo es lo que le sobraba al Andarín, se puso a hacer exhibiciones y a ‘pasar el sombrero’ y reunió suficiente dinero para embarcarse en un carguero que lo dejó en el puerto de New Orleáns. Dicen que allí perdió el dinero que tenía, jugando a los dados, y se quedó sin el necesario para continuar viaje.
Cuentan en una versión, que viajó a pie, durante 10 días, de New Orleáns a San Luis y en otra, que lo fueron llevando por carretera. Ambas versiones lucen poco creíbles. Por la distancia entre ambas ciudades, el viaje caminando nos luce muy largo, aún para el Andarín y en 1904, no había tantos automóviles haciendo el viaje entre las dos ciudades.
Hay una tercera vía que nos luce más factible. El Mississippi. Con el entusiasmo de Félix, bien hubiera podido convencer a alguien que lo llevara por el inmenso río que une las dos urbes. Por cierto, ese año se cumplían ya 20 años desde que Mark Twain publicara las Aventuras de Huckebberry Finn con su viaje por el Mississippi y quizás el Andarín se lo hubiera leído.
Carvajal aunque era un gran atleta nunca había participado en competencias de ese tipo ni conocía la técnica o las reglas. Se presentó en la línea de partida vistiendo pantalones largos y pesadas botas de cartero. El público asistente y parte de los competidores lo recibieron con burlas y risas al percibir su estrafalario atuendo. Sin embargo, el gran lanzador de disco de EE.UU. Martin Sheridan lo ayudó y le recortó los pantalones para que pudiera moverse con más soltura.
En un día con una temperatura por encima de los 32 grados centígrados y con un trayecto pedregoso y polvoriento, Carvajal, sin conocimiento ni técnica salió a competir. Este episodio se ha adornado de diferentes formas pero el espinazo de la historia es que Félix iba marcando el paso después del Kilómetro 25 (algunos dicen que después del 35) y, sintiendo hambre (y aquí otros dicen que no había comido por largo tiempo) vio, por primera vez, un árbol de manzanas y se detuvo a comer manzanas. Las manzanas verdes le produjeron fuertes dolores de estómago y lo obligaron a parar varias veces, pasándolo 4 corredores y llegando en 5º lugar.
El ganador de la carrera, el estadounidense Fred Lordz, fue descalificado más tarde por comprobar que parte del recorrido lo había hecho en camión. Carvajal llegó cuarto fuera del podio. Lordz fue suspendido de por vida pero perdonado más tarde y en el 1905 ganó el Maratón de Boston con marca de 2:38:25.
Al ganador legal de la carrera, Thomas Hicks, sus amigos le habían suministrado durante la carrera un batido generador consistente en clara de huevo, sulfato de estricnina y coñac. Se le acusó pero la acusación no prosperó y Carvajal se quedó sin el bronce. El caso de Hicks pudiera ser el primer caso de dopaje en la historia e hizo que la Federación Atlética Americana (FAA), aconsejada por médicos, comenzó a prohibir el uso de drogas en competencias.
Se sabe que Carvajal regresó a EE.UU. al año siguiente y conquistó la medalla de bronce en el Primer Maratón del Missouri Atlhetic Club, efectuado también en San Luis el 6 de mayo de 1905 y ganado por el estadounidense Joe Forshaw.
Al año siguiente, en 1906, Carvajal supo que se celebrarían otros Juegos Olímpicos, esta vez en Atenas. El Andarín encontró los mismos obstáculos económicos que había encontrado para la cita de San Luis y aplicó a la nueva situación el mismo remedio. Comenzó a hacer exhibiciones públicas, tocado con su indumentaria de andarín y haciendo sonar su inseparable y ya notorio silbato.
Se cuenta que el paso del Andarín era seguido por docenas de chiquillos y al concluir las agotadoras jornadas de hasta 10 horas diarias, visitaba los comerciantes y directivos de instituciones privadas para recabar su cooperación económica.
Un buen día Félix empacó su maleta y partió en un vapor para Grecia. Vamos a dejar a nuestro andarín por un rato, navegando hacia tierras helénicas y vamos a esclarecer cualquier duda sobre estos Juegos Olímpicos de1906.
Un nuevo formato para los juegos
Hubo Juegos Olímpicos en 1896, en el 1900, los del 1904 en San Luis con las manzanas de Carvajal, luego en 1908, en fin cada 4 años celebrando cada Olimpiada. A los juegos del 1906 en Atenas se les llamó Juegos Intermedios y eran parte de un nuevo itinerario que contemplaba hacer Juegos, también cada 4 años, pero que cayeran entre los Juegos Olímpicos internacionales que organizarían en distintas ciudades. Los Juegos Intermedios serían ofrecidos, en todas las ocasiones en Atenas, Grecia.
Esto trajo una lucha entre el comité olímpico griego y Pierre de Coubertin, fundador y presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), pues los griegos querían hacer los Intermedios y el Barón presionando por el formato que hoy tenemos. Pues bien, los Juegos Intermedios se hicieron ese año y fueron un éxito pero, aunque se otorgaron medallas, el COI no las reconoce.
¿Y que pasó con nuestro andarín al que dejamos navegando rumbo al Pireo? Bueno, llegó Félix a Atenas, pero tarde… llegó 3 días después de celebrado el maratón. Se dice que esto no fue obstáculo para que nuestro peripatético personaje hiciera exhibiciones y entrara en competencias en varias ciudades del antiguo continente. Se cuenta que compitió en Santander, San Sebastián, Madrid, Barcelona, Burdeos, Saint Nazaire, París, Marsella, Génova, Milán, Pavía, Monza y Roma.
Ya de vuelta en Cuba se sabe que Carvajal doblegó al estadounidense Shelton, dándole vueltas a los terrenos de pelota de Carlos III en La Habana, en marzo del 1907. Se dice que en 1928 le dio 4 mil 375 vueltas a la Manzana de Gómez durante 6 días con 6 noches, alimentándose solamente de jugo de naranja. Se sabe que recorrió, entre el 1º de enero y el 23 de septiembre de 1930, la distancia de la Carretera Central desde Guane hasta Santiago de Cuba.
No todas sus actividades tuvieron ese glamour, en su vida hizo muchas exhibiciones en los carnavales y se paseó, como hombre sándwich, con carteles en pecho y espalda para ganarse unos pesos. Antes de ser ordenanza del Ministerio de Defensa fue portero del Hotel Inglaterra.
En enero de 1949 hizo su última exhibición pública en el Estadio del Cerro, cuando después de acompañar -a pesar de una hernia que padecía- al argentino Gerrero en una circunvalación de La Habana. Se lanzó al terreno y dio varias vueltas haciendo sonar su silbato. Los aficionados, puestos de pie, lo aplaudieron por varios minutos. El Andarín exclamó: “para que vean que todavía corro”. Tres semanas más tarde moriría víctima de una embolia fulminante a los 83 años.
Aclarando una infamia
Los escribidores del régimen han escrito que Carvajal vivía bajo el puente de La Lisa, para bajarle el piso a nuestro hombre y tratar de equipararlo en miseria a gran parte de nuestro pueblo de hoy. Pero el artículo de Bohemia que cité, es explícito y prolijo en detalles. Carvajal vivía en una pequeña y muy modesta casa que tenía en una parcela de alrededor de una manzana de superficie y que él llamaba con típica pompa criolla, “mi finca”. Pagaba un alquiler de $10.00 al mes por el terreno y tenía además un viejo automóvil al que mantenía inmaculado.
Carvajal cultivaba calabazas, limones, plátanos y otras verduras y hortalizas, las cuales vendía. Pero no era buen vendedor o negociante y regalaba parte de su cosecha a sus vecinos y amigos. No es el arte de la negociación parte inherente de hombres que viven literalmente a la carrera, ni la paciencia es característica de los andarines.
El 27 de enero de 1949 una vaca propiedad del jamaicano Alejandro Ayen entró en la finca de Carvajal y comenzó a comerle un plantón de fresca hierba guinea que el andarín tenía sembrada. Carvajal amarró la vaca y desafió al jamaicano a que viniera a sacarla. El disgusto de la bronca le causó la embolia y calló fulminado.
Bohemia describe las pertenencias de Carvajal en su austera morada. “Al pie de su cama cuelga una gran bandera cubana descolorida. Sobre la bandera, colocadas cuidadosamente, las medallas que había ganado en competencias internacionales. Debajo de la enseña nacional las copas y otros trofeos” que dan validez a lo que contaba y a lo que se decía.
Sobre la cama hay un letrero que dice: “Esta cama fue comprada por el Andarín Carvajal en el año 1905 en Valladolid, España. En ella nació la Marquesa de Balboa. El colchón es de lana de camello”. No cabía duda, dormía en noble lecho este trotamundos pintoresco, quien detrás siempre de una estrella, corrió, corrió y murió libre.
Vea todas las noticias de hoy
Los Dodgers suben a las Mayores al cubano Andy Pagés
Después de desforrar pelotas por cinco temporadas en las Menores y tener un monstruoso entrenamiento primaveral, el cubano Andy Pagés recibió este martes la tan ansiada llamada de los Dodgers de Los Angeles para subir a Grandes Ligas.
El pinareño firmó con la organización angelina en el 2018, con apenas 17 años, y rápidamente se posicionó entre los mejores prospectos no sólo del equipo, sino de todas las franquicias.
El jardinero de 23 años se perdió la mayor parte de la temporada pasada debido a una operación para reparar un desgarro muscular en el hombro derecho.
Debido a la gravedad de esa cirugía, los Dodgers no sabían exactamente qué esperar de Pagés esta temporada.
Pero apenas arrancaron los entrenamientos primaverales, el cubano dejó saber por qué es considerado el prospecto número 3 de la organización.
En los juegos de pretemporada bateó ocho hits en 17 turnos (.471), con dos jonrones.
Fue enviado al equipo de Triple A de la organización en Oklahoma City para empezar la campaña y allí siguió encendido con el madero, al ligar 23 cohetes en 62 oportunidades (.371), con cinco bambinazos, 15 carreras impulsadas y dos bases robadas en 15 juegos, con un OPS de 1,146.
Se espera que este mismo martes haga su debut en el Dodger Stadium ante los Nacionales de Washington, convirtiéndose en el segundo cubano en menos de una semana en estrenarse al más alto nivel, luego de que el sábado lo hiciera el pitcher camagüeyano Yariel Rodríguez con los Azulejos de Toronto.
Inicialmente, la gerencia pensaba mantenerlo más tiempo en Triple A, pero con Jason Heyward en la lista de lesionados y Chris Taylor en una mala racha ofensiva, el equipo decidió sumar su prometedor bate.
Fernando Dayán Jorge buscará hacer historia en los Olímpicos de París
En la Antigua Grecia, los campeones olímpicos eran venerados como una suerte de semidioses, al extremo que las ciudades-estados, como Atenas o Esparta, estaban obligadas a mantener sus gastos y necesidades por el resto de sus vidas.
En Cuba, muchos campeones olímpicos se han visto obligados a vender sus medallas para subsistir, o incluso, a escapar de la isla en busca de una vida digna.
Uno de ellos es Fernando Dayán Jorge, que ganó la presea dorada en la cita de Tokio´2021 en la modalidad de canoa biplaza a la distancia de mil metros, junto a su compañero Serguei Torres.
Un año después de tocar la gloria olímpica, aprovechó una estancia en México para una base de entrenamiento, escapó de la delegación y cruzó la frontera para llegar a Estados Unidos.
Con sólo 25 años, a Jorge le queda demasiado potencial para soñar con más medallas, pero ha quedado sin bandera bajo la cual competir.
“Yo quisiera seguir haciendo lo que me gusta, que es remar, pero ahora mismo estoy teniendo un poco de problemas por el tema de Inmigración, porque como yo viajé como parte de una delegación oficial, tenía el pasaporte rojo, que nos lo dan para chequear en los vuelos y una vez que llegamos al país nos los quitan. Entonces no tenía pasaporte cuando me entregué en la frontera, sólo mi carnet de identidad”, dijo el canoísta en el 2022, apenas dos semanas después de llegar a Miami, al periodista Juan Manuel Cao en el programa A Fondo del canal Americatevé.
Nunca se rindió y empezó a entrenar por sí mismo en uno de los tantos canales de Miami, hasta que, dos años después, ha visto los cielos abiertos con la posibilidad de integrarse al Equipo de Refugiados, una entidad amparada por el Comité Olímpico Internacional (COI), que se creó desde los Juegos de Río de Janeiro´2016.
El joven nacido en Cienfuegos el 3 de diciembre de 1998 es uno de los 74 deportistas de élite que han recibido una Beca para Atletas Refugiados, que proceden de 12 países diferentes y compiten en 14 disciplinas distintas.
La beca del COI no garantiza por sí misma la participación en los Juegos Olímpicos, pero financia el entrenamiento de los aspirantes a integrar el Equipo de Refugiados, cuya conformación final se anunciará en el mes de mayo.
Además del cubano, otros dos remeros son beneficiarios de la beca, los iraníes Saman Soltani y Saeid Fazloula, refugiados en Austria y Alemania, respectivamente.
En París podría hacer historia como el primer cubano en integrar el Equipo de Refugiados, al que también aspira su compatriota Ramiro Mora, levantador de pesas con residencia en Reino Unido.
Curiosamente, fue en la capital francesa donde un cubano ganó por primera vez una medalla de oro.
Fue en la segunda edición de los Juegos Olímpicos modernos, en 1900, cuando el esgrimista Ramón Fonst, con apenas 17 años, se impuso en la modalidad de espada.
En esa ocasión, Fonst, al igual que Jorge ahora, no tenía bandera bajo la cual competir, pues en 1900, Cuba no era una república independiente establecida, sino una ex colonia española ocupada por Estados Unidos.
No fue hasta cuatro años después, en los Juegos de St. Louis´1904, en que en realidad Cuba, como nación consiguió sus primeros lauros olímpicos por intermedio del propio Fonst, en espada y florete individual, y por equipo en esta última arma, junto a su compatriota Manuel Díaz y el estadounidense Albertson Van Zo Post.
Ese grupo, por tener dos componentes cubanos y un norteamericano, compitió como Equipo Internacional bajo la bandera de los cinco aros olímpicos.
Sin embargo, con el paso del tiempo, los historiadores del COI acordaron conceder a Cuba como país la primera corona de Fonst de 1900 y la del equipo de florete de 1904.
El cubano de la semana: Yordán Álvarez
Repite y pon camarón. Por segunda semana consecutiva, el tunero Yordán Álvarez, de los Astros de Houston, resultó el mejor cubano en las Grandes Ligas.
Y no será la última. Considerado el mejor bateador cubano en la actualidad, Álvarez disparó diez cohetes en 24 turnos en la semana entre el lunes 8 y el domingo 14 de abril, para un average de .417.
Entre sus hits, Yordán ligó dos dobletes y despachó un cuadrangular, con seis carreras anotadas e igual número de impulsadas, con un promedio de slugging de .625.
En lo que va de temporada, Yordán batea para .317, con un promedio de embasamiento de .427, slugging de .556 y OPS de .983, con cuatro jonrones y 12 remolcadas.
Otro que quemó la liga en los últimos siete días fue el avileño Adolis García, de los campeones Rangers de Texas.
El Bombi se fue de 24-10 (.417), con dos biangulares como extrabases, cinco anotadas, cuatro empujadas y slugging de .500.
El jueves 11 de abril, por segunda vez en la temporada, García salvó a su equipo de recibir un no hitter, cuando en el séptimo inning disparó el único imparable de su equipo ante el zurdo J.P. Sears, de los Atléticos de Oakland.
El domingo de la semana anterior había hecho lo mismo frente al dominicano Ronel Blanco, de los Astros, al malograrle la hazaña en el sexto episodio.
Encendido con el madero sigue Lourdes Gurriel Junior, de los Diamondbacks de Arizona.
Yunito se fue en la semana de 22-6 (.273), con un doblete, un vuelacercas, dos carreras anotadas y siete impulsadas, para slugging de .455.
En la campaña, el menor de los Gurriel acumula ya 18 carreras empujadas, segundo en todas las Grandes Ligas, sólo superado por el dominicano Marcell Ozuna (21), de los Bravos de Atlanta.
Por cierto, esta semana se supo que su hermano mayor, Yulieski Gurriel, firmó un contrato de Ligas Menores con Atlanta, en su intento por regresar a Grandes Ligas.
Entre los lanzadores, el lanzallamas zurdo Aroldis Chapman, de los Piratas de Pittsburgh, mantuvo inmaculada su efectividad de 0.00, al trabajar una entrada y dos tercios en tres juegos, con tres ponches propinados, aunque regaló cuatro pasaportes y permitió una carrera sucia, su primera en lo que va del 2024.
Y esta semana se produjo finalmente el esperado debut en las Mayores del derecho camagüeyano Yariel Rodríguez con los Azulejos de Toronto.
Rodríguez fue llamado desde las Menores el viernes y el sábado abrió el juego de su equipo ante los Rockies de Colorado.
Trabajó tres entradas y dos tercios, en los que permitió cuatro hits y una carrera limpia, al tiempo que propinó seis ponches.
Se fue sin decisión y tuvo limitada su labor a 68 lanzamientos, nada mal para quien estuvo un año sin lanzar antes de firmar con los Azulejos en el invierno y haber visto recortado su trabajo en los entrenamientos primaverales por molestias en la espalda.
Frío, frío
El villaclareño Yandy Díaz, de los Rays de Tampa Bay, tuvo una rara semana de bajo rendimiento ofensivo.
Líder de los bateadores de la Liga Americana en el 2023, Díaz apenas bateó tres hits en 23 turnos en los últimos siete días, para un pobre average de .130.
Su promedio general es de sólo .206, muy por debao de su average de por vida de .288.
Azulejos llaman a Yariel Rodríguez a las Grandes Ligas
Luego de dos salidas impecables en Triple A, el lanzador derecho cubano Yariel Rodríguez recibió la esperada llamada para subir a Grandes Ligas.
El camagüeyano de 27 años firmó un contrato por cinco temporadas y 32 millones de dólares con los Azulejos de Toronto, pero dado que llevaba más de 12 meses sin lanzar, la gerencia decidió enviarlo a las Menores para que tuviera algunas aperturas, antes de subirlo al equipo principal.
En dos juegos con los Buffalo Bisons, sucursal de Triple A de los Azulejos, Yariel trabajó seis innings y un tercio, en los que permitió apenas un hit, sin carreras, y propinó diez ponches, señal de que está listo para empeños superiores.
Según confirmaron fuentes del equipo al periodista Francys Romero, el serpentinero sería activado dentro del roster este sábado 13 de abril.
Inmediatamente podría hacer su debut, en el lugar de Bowden Francis, el pitcher anunciado para lanzar ese día, pero que suma dos derrotas en igual cantidad de aperturas, con una pésima efectividad de 12.96.
Los Azulejos jugarán entre viernes y domingo una serie en Toronto ante los Rockies de Colorado.
Rodríguez fue la gran estrella del pitcheo de la selección cubana en el V Clásico Mundial de Béisbol en 2023, donde despertó con su actuación el interés de los equipos de la Gran Carpa.
El cubano tenía contrato con los Dragones de Chunichi, en la Liga Profesional Japonesa, pero después del Clásico, decidió no reincorporarse al club nipón y escapar a República Dominicana, con el objetivo de buscar un camino, vía agencia libre, hacia las Grandes Ligas.
Más de una franquicia mostró intenciones de firmar a Rodríguez, quien en Japón trabajó principalmente como relevista, pero se decantó por el club canadiense, porque fue el que más garantías le ofreció para permitirle actuar como abridor.
Cubanos en Grandes Ligas: Aroldis Chapman
Cuando los Rojos de Cincinnati firmaron al zurdo cubano Aroldis Chapman en el 2010, la gerencia se debatía entre ponerlo en la rotación de abridores o usarlo para cerrar los partidos.
Entonces era un flaco espigado que lanzaba con naturalidad sobre las 100 millas por hora, y aunque en Cuba era usualmente un abridor, semejante velocidad era una tentación para ponerlo a matar el noveno inning.
Afortunadamente, los Rojos se decantaron por esa segunda opción y 15 años después, Chapman sigue lanzando sobre las 100 mph y los números acumulados hasta la fecha lo colocan en la frontera del Salón de la Fama de Cooperstown.
Es apenas uno de 11 lanzadores que suman más de 300 rescates (322) y mil ponches (1,156) en su carrera, con un promedio de abanicados de 14.8 por cada nueve entradas, el más alto entre todos los lanzadores con al menos 500 innings de trabajo en la historia de las Mayores.
Apodado El Misil Cubano, el zurdo holguinero ostenta el récord Guinness por el pitcheo más veloz en la historia, 105.8 millas por hora, que consiguió el 24 de septiembre del 2010, en un juego de Cincinnati ante los Padres de San Diego.
Pero más allá de ese meteórico envío, lo notable de ese día es que los 25 lanzamientos que realizó en aquella salida, todos, absolutamente todos, superaron las 100 mph.
En seis temporadas con los Rojos se estableció como uno de los mejores cerradores del béisbol, con 146 salvamentos y 546 ponches en apenas 319 innings, y su nombre empezó a ser codiciado por los grandes equipos, hasta que en el invierno del 2015, los Yankees de Nueva York lo obtuvieron en un canje por cuatro jugadores intrascendentes.
Pero en el 2016, los Yankees no iban para ningún lado y a mitad de la campaña fue transferido a los Cachorros de Chicago, donde resultó pieza fundamental en la conquista de la primera Serie Mundial de la franquicia en 108 años.
En su breve paso por Chicago, el Misil Cubano salvó 16 juegos en 18 oportunidades, con 46 abanicados en 26.2 episodios, mientras que, en la postemporada, incluido el Clásico de Octubre, logró dos victorias y cuatro rescates, con 21 ponches, en 15.2 capítulos.
Fue una magistral movida gerencial de Nueva York, que obtuvo en el cambio al cotizado prospecto venezolano Gleyber Torres, al tiempo que recuperaron a Chapman en la agencia libre, al firmarlo por seis años y 99.6 millones, que lo convirtieron en su momento en el relevista mejor pagado de la historia.
Con los Yankees siguió acumulando rescates (153) y ponches (453 en 294.1 innings), aunque dejó dos momentos tristísimos para la franquicia, al permitir jonrones cruciales en los playoffs de 2019, ante los Astros de Houston, y 2020 frente a los Rays de Tampa Bay, que decretaron la eliminación de los Yankees en esas postemporadas.
Después de 2022 volvió al mercado como agente libre y fue contratado por un año por los Reales de Kansas City, que lo usaron como moneda de cambio a mitad de temporada y lo enviaron a los Rangers de Texas.
Entonces no fue para actuar como cerrador, sino para lanzar innings intermedios, principalmente el octavo. Pero al igual que ocurrió en 2016, Chapman fue una suerte de amuleto y su nuevo equipo terminó ganando la Serie Mundial, primera corona en la historia de la franquicia tejana.
Nuevamente en la agencia libre, firmó por una temporada para 2024 con los Piratas de Pittsburgh, equipo que, contra todo pronóstico, ha comenzado bien, pero que en caso de las aguas tomen su nivel y se desinfle, podría cambiarlo a mitad de año a algún contendiente necesitado de un relevista de élite.
Va y vuelve a ser un talismán y consigue su tercer anillo de campeón, para cimentar aún más su camino hacia Cooperstown.
Foro