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Veranos más cálidos causan inviernos más fríos


Tormentas de nieve y temperaturas en extremo frías en los inviernos del 2009/2010 y 2010/2011 causaron un caos generalizado en los viajes en partes de Europa y Estados Unidos, lo que llevó a algunos a cuestionarse si el calentamiento global era real.

Veranos más calurosos en el Artico están perturbando patrones climáticos y provocando un clima invernal más severo en Estados Unidos y Europa, dijo un equipo de científicos en un estudio que podría mejorar las previsiones meteorológicas a largo plazo.

Tormentas de nieve y temperaturas en extremo frías en los inviernos del 2009/2010 y 2010/2011 causaron un caos generalizado en los viajes en partes de Europa y Estados Unidos, lo que llevó a algunos a cuestionarse si el calentamiento global era real.

Judah Cohen, autor principal de un estudio publicado en la revista Cartas Científicas Ecológicas, y su equipo concluyeron que había una clara tendencia de fuerte calentamiento en el Artico entre julio y septiembre.

Predicciones existentes también augurarían una tendencia al calentamiento también en invierno. Pero Cohen y su equipo hallaron que ese no fue el caso en algunas regiones, contrario a la intuición que tiene más que ver con la complejidad del sistema climático del mundo que con cualquier fallo en la ciencia del calentamiento global.

El científico plantea que durante las últimas dos décadas, han existido en su lugar tendencias de enfriamiento a gran escala en amplias extensiones del este de Norteamérica y el norte de Eurasia. Añade que esa tendencia tendencia no prevista tal vez no se deba sólo a la variabilidad interna.

Usando datos de temperatura, lluvias, precipitaciones, nieve y hielo, el equipo descubrió que el alza de las temperaturas de verano en el Artico se tradujo en que la atmósfera podía contener más humedad, lo que llevó a un incremento en las nevadas en otoño en zonas de alta latitud.

Análisis de datos mostraron que la cobertura promedio de nieve en Eurasia aumentó en las pasadas dos décadas. Este aumento de la nieve ha llevado a un cambio en la Oscilación del Artico, el principal patrón de presión atmosférica que gobierna el clima de invierno en el extremo norte de ese hemisferio.

El estudio señala que cuando la oscilación está en una fase negativa, las células de alta presión sobre el Artico empujan aire más frío hacia latitudes medias, lo que ocasiona temperaturas más frías a lo habitual y fuertes tormentas de nieve.

Una fase positiva tiende a traer un clima más templado en invierno, como es el caso en la actualidad en Estados Unidos y Europa.

El equipo dice que las tendencias frías en invierno no pueden explicarse del todo por la variabilidad natural del sistema climático y necesitan ser objeto de más estudios.

La investigación es uno de los últimos estudios que pone de relieve la complejidad del sistema climático y que los científicos siguen aprendiendo hasta qué punto la Humanidad y los factores naturales pueden influir en patrones a largo plazo.

En octubre del 2011, un estudio liderado por la Oficina Meteorológica de Gran Bretaña halló que una caída cíclica en la radiación solar podía provocar inviernos inusualmente fríos en partes de Norteamérica y Europa.

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