Trinidad, requerido en Estados Unidos por narcotráfico, secuestro de rehenes y terrorismo, se ofreció como negociador teniendo en cuenta que las FARC advirtió el viernes que su extradición interferiría en el intercambio humanitario.
El abogado de Trinidad, Oscar Silva, negó que la iniciativa pretenda frenar la extradición, autorizada por la Corte Suprema de Justicia el 24 de noviembre, y que sólo está pendiente de la aprobación del presidente Álvaro Uribe.
El jefe rebelde, capturado en Quito el pasado 2 de enero, fue negociador de paz en el frustrado diálogo con el Gobierno de Andrés Pastrana, por lo que diversos sectores creen que podrá ser un interlocutor válido en la búsqueda del canje.