Otro fuerte terremoto golpeó el lunes la región de la prefectura de Niigata en Japón, alcanzando fuerza de 5.6 grados Ritcher. El sábado pasado otro terremoto de 6.8 grados Riichter dejó en la misma región del norte del país por lo menos 25 muertos, 2000 heridos y forzó a cien mil personas a huir de sus hogares.
El primer ministro Junichiro Koizumi anunció que pedirá fondos de emergencia al Parlamento para auxiliar al la población a recuperarse de las devastadoras consecuencias de ambos sismos que, además de las muertes, causaron numerosos heridos y cuantiosos daños materiales.
El terremoto del sábado interrumpió el servicio eléctrico, las comunicaciones y el transporte en una serie de comunidades.
Desde ese día hasta el lunes ocurrieron unos 389 remezones de menor intensidad y el Departamento de Meteorología de Japon advirtió que podrían ocurrir otros sismos severos en la región afectada.
El sismo del sábado ha sido el mayor ocurrido en Japón desde 1995, cuando uno de 7.2 grados Richter costó la vida de más de seis mil personas en la ciudad de Kobe.