El gobierno comunista de Cuba hizo el jueves una severa advertencia a los gobiernos de América Central diciéndoles que no deben permitir el tránsito de cuatro cubanos anticastristas encarcelados en Panamá los cuales La Habana insiste que podrían ser indultados en próximos días.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex) declaró durante la madrugada del jueves en La Habana que "personeros" del exilio cubano de Miami, Florida, gestionan en Centroamérica que los gobiernos de esa región permitan el tránsito o den asilo a esos anticastristas y que si esos países accedieran a hacerlo, serían cómplices de acciones violatorias de la ética y la legalidad.
Según la prensa internacional radicada en La Habana, la declaración del Minrex dice textualmente que "aquellos gobiernos que permitan el paso de los terroristas por sus países o les den refugio, se convertirán en cómplices de las acciones que hoy se preparan para dejarlos en libertad, violando todas las normas éticas y legales, y sus compromisos con los convenios internacionales sobre la lucha contra el terrorismo".
El domingo pasado el gobierno de Cuba dijo que la presidente panameña saliente Mireya Moscoso planeaba indultar a los cuatro anticastristas y advirtió que si eso hacía, La Habana cortaría las relaciones diplomáticas con Panamá.
Moscoso reaccionó airadamente rechazando con fuertes palabras la acusación del gobierno de Fidel Castro. Negó que tuviera ese plan. Dijo que ni siquiera había pensado indultar a los cubanos, pero al día siguiente expresó que en vista de las amenazas del gobierno cubano, ahora "lo estaba pensando".
La Presidenta calificó de intolerables las amenazas de Cuba de una posible ruptura de relaciones si ella indultaba a los cuatro anticastristas; retiró al Embajador panameño en La Habana, Abraham Bárcenas, y demandó que La Habana retirara a su Embajador en Panamá, Carlos Zamora, quien el miércoles regresó a La Habana .
Los cuatro anticastristas mencionados en la disputa diplomática son Luis Posada Carriles, Gaspar Jiménez Escobedo, Pedro Remón y Guillermo Novo Sampol, quienes el pasado 20 de abril fueron setenciados a penas de prisión.
Posada y Jiménez cumplen sentencia de ocho años. Los otros dos fueron condenados a siete en un juicio donde se halló culpables a los cuatro de diversos delitos relacionados con la seguridad pública después que Fidel Castro denunció que ellos conspiraban para asesinarlo durante la Cumbre Iberoamericana que se celebró en Panamá en el año 2,000 y a la cual asistió el gobernante de La Habana.
El documento que el gobierno de Cuba entregó a la prensa el jueves, según informan las agencias de noticias AFP y EFE, denuncia públicamente, pero sin espeficicar naciones, que "hubo países de Centroamérica que se convirtieron en bases para la planificación y ejecución de las operaciones terroristas de Luis Posada Carriles y sus cómplices, desde los cuales actuaron con total impunidad".
Antes de salir del territorio panameño, el embajador Zamora dijo a la prensa que ninguna autoridad de Panamá tenía pruebas "que permitan acusar al gobierno cubano de la más mínima injerecia en los asuntos internos de Panamá".
El diplomático agregó que "hoy aún continúa la duda si se otorgará o no un indulto a estos terroristas" y recalcó que para Cuba "constituye un deber ineludible lograr que estos terroristas sean sancionados ejemplarmente como corresponde por los crímenes cometidos".
Así las cosas, las relaciones entre los dos países parecían haber entrado en un nivel extremo de tensión. Con el retiro de los embajadores, "las relaciones están en un nivel extremadamente tenso", dijo el ex canciller panameño Carlos López Guevara.