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Relaciones EEUU-Cuba

17 de diciembre, fecha crucial en la historia de Cuba y Estados Unidos

Earl E. T. Smith y Fulgencio Batista.
Earl E. T. Smith y Fulgencio Batista.

La fecha marcó en 2014 el inicio oficial del deshielo EE.UU.-Cuba. ¿Qué dice el termómetro político tres años después? ¿Por qué el 17 de diciembre? Otro 17-D en la historia de las relaciones bilaterales.

Se cumplen este domingo tres años del anuncio del deshielo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, que fuera anunciado simultáneamente en Washington y La Habana por el presidente Barack Obama y el general-presidente de Cuba, Raúl Castro.

Transcurrido ese tiempo, y a casi un año de la investidura en EE.UU. del sucesor de Obama, Donald Trump, ha sobrevivido la mayor parte de la apertura unilateral de Obama hacia Castro, ejecutada por el demócrata a través de seis minuciosas rondas de enmiendas a las regulaciones estadounidenses de control de activos cubanos.

Con Trump, los norteamericanos todavía pueden seguir viajando a Cuba bajo casi todas las categorías implementadas por Obama (12), salvo los viajes individuales, que el primer presidente afroamericano introdujo en sus últimos meses en la Casa Blanca.

El otro cambio de importancia, anunciado en junio pasado en Miami por el presidente número 45 e implementado desde noviembre, se enfocó en los negocios en poder de los militares castristas, una lista de alrededor de 180 entidades prohibidas que está lejos de perjudicar a toda la economía cubana.

Emilio Morales, presidente de The Havana Consulting Group, ha señalado que los militares controlan sectores estratégicos, incluidos el 85% del mercado minorista, el 40% del sector hotelero, la Zona Especial de Desarrollo del Mariel y el 27% de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A., ETECSA, pero su esquema empresarial solo representa el 21% de los ingresos brutos de la economía cubana.

Las aerolíneas y las empresas de cruceros de EEUU fueron dispensadas por Trump para seguir tratando con entidades del complejo militar-empresarial de la isla. De los grupos hoteleros cubanos solo quedaron vetados para los estadounidenses Gaviota y Habaguanex, dependientes del grupo GAESA, pero no Cubanacán, Islazul ni Gran Caribe, que también son entidades estatales.

Historia paralela de fechas erradas

17-S, otra fecha errada

A meses de instalarse en la Casa Blanca, Barack Obama decidió anular el programa de defensa antimisiles que EEUU iba a desplazar en Polonia y la República Checa. La iniciativa, iniciada en 1996, debía implementarse por etapas hasta el 2015.
La Casa Blanca escogió el peor día para anunciar la cancelación, el 17 de septiembre del 2009. Los asesores presidenciales quizás nunca revisaron los libros de historia de Europa Oriental y Central. Y si conocían la fecha, no les importó el dolor de la nación por una fecha tan trágica en su historia.
El 17 de septiembre de 1939 tropas soviéticas atravesaron la frontera oriental de Polonia y anexaron estos territorios como parte de la Unión Soviética. Días antes, el 1ro de septiembre, el país había sufrido la ofensiva por tierra y aire de las tropas nazis. Se iniciaba la Segunda Guerra Mundial.

Los nazis invadieron por el Oeste, los soviéticos por el Este. El 17 de septiembre quedó configurada la frontera de Polonia con la URSS. Los soviéticos al invadir Polonia detuvieron a decenas de miles polacos, los enviaron a campos de concentración en Siberia, y cerca de 22.000 fueron asesinados en Katyn. Un desfile militar conjunto con las tropas nazis en Brest-Litovsk, marcó la alianza entre Iosif Stalin y Adolfo Hitler. Pasadas la medianoche del 17 de septiembre del 2009 en Praga, Obama llamó al primer ministro checo para explicar la decisión. Ya avanzado el jueves tuvo similar conversación con el premier polaco. Temprano en la mañana, en la Casa Blanca se hizo el anuncio público. En tres minutos el presidente estadounidense dijo al mundo que ya no habría un escudo antimisiles para la defensa de Europa, ni en Polonia, ni en la República Checa. El propósito del sistema era proteger a los aliados europeos de posibles ataques provenientes de países que iban desde Irán hasta Corea del Norte.
El simbolismo del sistema de defensa estadounidense para esas naciones de Europa Oriental era evidente y el de la retirada también lo fue: Obama rompió por decreto la alianza genuina de EEUU con las nuevas naciones del Este y Centro de Europa. Los checos calificaron de cobarde la actitud de Washington. Los polacos recordaron con ironía y frustración el 17 de septiembre de 1939 y las relaciones entre Polonia y EEUU llegaron a su nivel más bajo. Para Rusia fue una concesión al Kremlin.
La Casa Blanca entendió que era el momento de “reajustar” relaciones con Rusia aunque fuera a costa de polacos y checos. El entonces presidente ruso, Dimitri A. Medvedev, dijo que la ocasión era idónea para que Washington participara junto a Moscú y otros países de Europa en un nuevo sistema antimisiles. Toda la prensa rusa hizo loas a la política firme del ex presidente y entonces premier Vladimir Putin ante Occidente.

Quedaron vigentes asimismo autorizaciones para que las empresas estadounidenses exporten a Cuba alimentos y medicinas y para que participen en el sector de las comunicaciones y la Internet, algo que La Habana ha frenado en el primer caso y ha limitado al mínimo en el segundo.

Sin embargo, un factor irritante que fue oportunamente reportado a las autoridades cubanas y que continuó durante meses sin solución ─los sigilosos ataques que afectaron la salud de 24 diplomáticos estadounidenses de la Embajada en Cuba entre noviembre de 2016 y agosto de 2017─ llevó a la administración Trump a adoptar otras medidas.

El retiro de más del 60 por ciento del personal de la sede diplomática y sus familiares, con las consecuentes limitaciones en las funciones consulares, y una advertencia emitida por el Departamento de Estado sobre los riesgos de viajar a la isla, afectó la circulación de personas en ambos sentidos.

Para los cubanos el requisito de tramitar las visas de inmigrante y visita temporal en embajadas americanas en otros países creó una difícil barrera de la que solo se salvan los que ya tenían visas de entrada múltiples por cinco años.

Pero en el caso de los viajes de EE.UU. a la isla podría tratarse más de un problema de percepción que de límites reales, posiblemente relacionado con la manera en que gran parte de la prensa estadounidense ha presentado las medidas de Trump como una vuelta al status quo anterior al 17 de diciembre de 2014.

¿Por qué el 17-D?

Para muchos en Cuba, donde las religiones predominantes son las afrocubanas que sincretizan a los orishas del panteón yoruba y los santos católicos, el hecho de que se escogiera el 17 de diciembre para el anuncio del restablecimiento de relaciones con Estados Unidos tuvo que ver con la celebración ese día del San Lázaro o Babalú Ayé.

Esta venerada figura de la religiosidad popular arrastra cada año hasta el santuario de El Rincón a miles de cubanos, muchos de los cuales prometen ir a pie desde sus casas o llegar arrastrándose desde el cercano poblado de Santiago de Las Vegas.

En cambio, en un artículo publicado en la revista católica Espacio Laical en el que evoca su participación como emisario durante el año y medio de negociaciones secretas entre La Habana y Washington, el cardenal cubano, Jaime Ortega, sugiere que la fecha fue escogida como un homenaje a la mediación del Papa Francisco, que le fuera sugerida a él por el senador demócrata Patrick Leahy, partidario del acercamiento.

Tras recibir de Ortega el mensaje de Leahy, Francisco aceptó mediar y envió mensajes personales para que fueran personalmente presentados por Su Eminencia a ambos gobernantes.

Después de entregar las misivas papales a Raúl Castro y a Obama, y de comunicar otro mensaje de este al dirigente cubano, Ortega dice que “hubo silencio total y las conversaciones continuaron en Canadá con el Sr. Ricardo Zúñiga al frente de la delegación americana, y el coronel Alejandro Castro Espín [hijo de Raúl Castro] al frente de la delegación cubana, hasta que el acuerdo se firmara en el Vaticano por representantes de los dos gobiernos ante el Secretario de Estado de la Santa Sede. En esa ocasión, acordaron que se haría público y efectivo el día 17 de diciembre de 2014, fiesta de cumpleaños del papa Francisco”.

Otro 17-D

La fecha del almanaque que marcó el deshielo tiene otra connotación menos conocida en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba: fue un 17 de diciembre que Washington le hizo saber al dictador Fulgencio Batista que le cortaba su respaldo, y le instó a marcharse de la isla para evitar más derramamiento de sangre.

En la noche de ese día de 1958, el embajador de Estados Unidos en Cuba, Earl Smith, sostuvo una conversación de dos horas y media con el atribulado dictador y su canciller, Gonzalo Güell.

Convencido de que podía y debía haber una solución para Cuba sin Batista, pero también sin Fidel Castro, Smith les dijo que la evaluación del Departamento de Estado sobre la situación era “de crisis inminente, la cual muy probablemente causaría prolongados disturbios civiles y numerosas pérdidas de vidas. Y que si él (Batista) actuaba rápidamente el Departamento de Estado creía que aún habría elementos cubanos que podrían salvar la situación de su rápido deterioro. Sería necesario obtener su apoyo y cooperación para un gobierno de base amplia, capaz de introducir medidas constructivas para alcanzar una solución nacional”.

​Le sugirió asimismo no permanecer en Cuba más allá del tiempo necesario para una transición ordenada del poder, y que se exiliara en España.

Cuando el diplomático respondió negativamente a una pregunta de Batista con respecto a si Estados Unidos podría hacer algo para detener las hostilidades, el gobernante le respondió que entonces él estaba mediando a favor de Castro.

En su libro “El Cuarto Piso” el embajador Smith lamenta que sus llamados a apoyar una alternativa pacífica sin Castro en Cuba no fueran escuchados por sus jefes.

Días después del ultimátum de Smith a Batista, una evaluación de la situación en Cuba enviada al presidente Dwight Eisenhower por el secretario de Estado Adjunto (interino) para Asuntos Interamericanos, Dick Rubottom ─irónicamente uno de los primeros en advertir sobre la expansión comunista en Latinoamérica─ consideraba que si bien el movimiento 26 de julio de Castro era utilizado en alguna medida por los comunistas no había indicios suficientes para concluir que los rebeldes eran comunistas.

En abril de 1959, durante su visita de 11 días a Estados Unidos, Castro sería cordialmente saludado por la cancillería estadounidense como un “distinguido líder”.

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Iniciativa bipartidista exige a Biden reevaluar el Síndrome de La Habana

Fachada de la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
Fachada de la Embajada de Estados Unidos en La Habana.

Senadores de ambos partidos pidieron en Estados Unidos reevaluar las conclusiones sobre el Síndrome de La Habana, después que un reportaje de la CBS generara preocupaciones en Washington sobre la culpabilidad de Rusia en lo que la administración del presidente Joe Biden y la comunidad científica denomina “Incidentes Anómalos de Salud”.

"En este momento, reconocemos que no debemos permitir que las acusaciones tengan más peso que las pruebas", escribieron los miembros del Congreso al presidente Biden. "Sin embargo, el artículo de 60 Minutos presentó pruebas convincentes que merecen una mayor revisión", añadieron, de acuerdo a CBS News.

Entre los firmantes se encuentran la senadora republicana de Maine, Susan Collins, miembro de alto rango del Comité de Inteligencia del Senado; la senadora demócrata por New Hampshire, Jeanne Shaheen, miembro de alto rango de los Comités de Relaciones Exteriores y Servicios Armados; y el senador demócrata por Virginia, Mark Warner, presidente del Comité Selecto de Inteligencia.

"No hay mayor prioridad que la salud y la seguridad de los empleados del gobierno estadounidense y de sus familiares que comprometen sus vidas para promover los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos", escribieron.

"Debemos hacer todo lo posible para protegerlos", afirmaron los legisladores.

Contradicciones entre la comunidad de inteligencia y la Casa Blanca

Una evaluación oficial de la inteligencia estadounidense publicada el año pasado encontró que era "muy improbable" que un adversario extranjero fuera responsable del Síndrome de La Habana.

El Síndrome de La Habana, llamado en un inicio “ataques sónicos” y ahora “Incidentes Anómalos de Salud” comenzó a reportarse entre miembros del personal diplomático estadounidense y canadiense estacionado en Cuba en 2016, lo que llevó a la evacuación de la mayor parte de los trabajadores de ambas embajadas.

Las víctimas afectadas informaron haber experimentado ruidos extraños y sensaciones de presión provenientes de una dirección específica. De acuerdo a sus testimonios posteriormente desarrollaron “síntomas debilitantes” como vértigo, migrañas y problemas auditivos y cognitivos. Muchos de los afectados han sido diagnosticados con lesiones cerebrales traumáticas.

El senador de Florida, Marco Rubio, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, también se ha pronunciado a favor de una revisión de las conclusiones de los informes sobre el Síndrome de La Habana.

Greg Edgreen, un teniente coronel del ejército ahora retirado que dirigió la investigación del Pentágono sobre los Incidentes de Salud Anómalos, dijo a 60 Minutes que siempre “hubo un nexo con Rusia” en los ataques.

“Sabes, si mi madre hubiera visto lo que yo vi, diría: 'Son los rusos, estúpido'”, dijo en el explosivo programa.

La investigación vinculó a una víctima, un agente del FBI, con trabajos relacionados con Rusia.

La Habana sale en defensa de Moscú

Poco después del reporte de CBS, en el que participaron también expertos de la publicación digital rusa The Insider y de la alemana Der Spiegel, el régimen cubano salió a defender a Rusia y a calificar la investigación como una “operación política” sin fundamentos.

Johana Tablada, subdirectora para Estados Unidos de la Cancillería cubana, tachó el trabajo periodístico de “propaganda” para reflotar “teorías conspirativas”, que intenta "presentar a Cuba como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos, aún cuando no se ponga a Cuba como el supuesto actor principal, pone al territorio cubano como la plaza que se presta para que potencias extranjeras puedan hacer actos contra Estados Unidos”.

“La reacción nuestra es de preocupación”, dijo en declaraciones a The Associated Press.

Cuba no fue mencionada como responsable ni como parte de los presuntos ataques contra oficiales estadounidenses en el reporte, que solo hace referencia a la inteligencia militar rusa.

“El Síndrome de La Habana no existe pues no está registrado (como una enfermedad)”, agregó Tablada, haciéndose eco de la respuesta oficial del régimen cubano desde el inicio de los reportes.

Celebran el Día de Cuba en la Casa Blanca

Invitados a los festejos por el Día de Cuba en la Casa Blanca.
Invitados a los festejos por el Día de Cuba en la Casa Blanca.

Este jueves se celebró el "Día de Cuba en la Casa Blanca", un evento organizado por la Oficina de Participación Pública para reconocer las contribuciones de los cubanoamericanos en Estados Unidos y “destacar el compromiso de la actual administración con las comunidades latinas”.

Entre los participantes estuvo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, el secretario de la Armada, Carlos del Toro, y el subsecretario del Departamento de Trabajo, José Javier Rodríguez.

"Es un orgullo tener un cargo alto en la administración de Joe Biden como cubanoamericano de Miami y poder representar a mi comunidad y reconocer todas las contribuciones que hemos hecho a este país", dijo a la prensa Rodríguez.

Entre los asistentes destacan la multipremiada artista plástica Tania Bruguera, los periodistas José Jasán Nieves y Elaine Díaz, el excongresista Joe García y el reconocido pianista cubano Chucho Valdés, quien estuvo a cargo de la clausura del evento.

El legendario jazzista dijo a los medios que para él presentarse en la Casa Blanca había sido un sueño de la infancia.

"La administración reunió a artistas, músicos, organizadores comunitarios, abogados y otras personas de la comunidad para compartir historias y escuchar paneles sobre inmigración y política hacia Cuba a cargo del personal de la Casa Blanca... Disfruté pasar tiempo con un grupo maravilloso de personas que están profundamente involucradas en el proceso democrático", escribió en sus redes sociales el artista y diseñador cubano Edel Rodríguez.

El Día de Cuba en la Casa Blanca se produjo poco después de las conversaciones sobre migración entre funcionarios estadounidenses y cubanos celebradas esta semana en Washington, D.C.

“La migración entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos, consistente con nuestro interés en fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, declaró el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller.

Se trata de la quinta ronda de conversaciones migratorias entre ambos países desde que la administración Biden decidiera reanudarlas en abril de 2022.

EEUU y Cuba abordaron cooperación policial y penal e intercambio de información en reunión bilateral

Autoridades de Cuba y EEUU supervisan una operación de repatriación. En la reunión de esta semana ambos países reiteraron la comunicación en tiempo real para detectar contrabandistas de personas o narcotraficantes.
Autoridades de Cuba y EEUU supervisan una operación de repatriación. En la reunión de esta semana ambos países reiteraron la comunicación en tiempo real para detectar contrabandistas de personas o narcotraficantes.

Funcionarios estadounidenses y cubanos sostuvieron este miércoles en Washington, D.C. una discusión a nivel de trabajo bilateral en materia de aplicación de la ley, incluido el tráfico de migrantes y el fraude migratorio.

“La reunión del 17 de abril fue una discusión a nivel de trabajo. Funcionarios de los Departamentos de Estado y Seguridad Nacional representaron a Estados Unidos”, dijo un funcionario del Departamento de Estado en un correo electrónico a Martí Noticias.

Añadió que “el objetivo principal de este intercambio técnico fue avanzar en las discusiones a nivel de trabajo entre Estados Unidos y Cuba”.

“La cooperación efectiva en asuntos penales puede incluir en ocasiones el intercambio de información, como información sobre fugitivos u otras personas buscadas, o comunicación en tiempo real entre la Guardia Costera de Estados Unidos y la Guardia Fronteriza cubana para detectar contrabandistas de personas o narcotraficantes”, dijo el funcionario.

Señaló que “estas discusiones no son una iniciativa nueva y no representan una nueva actividad diplomática entre Estados Unidos y Cuba” sino que son discusiones rutinarias a nivel de trabajo que se llevan a cabo en el marco del Diálogo más amplio sobre las fuerzas del orden entre Estados Unidos y Cuba.

Estados Unidos y Cuba celebraron su sexto diálogo sobre aplicación de la ley en febrero de 2024.

El funcionario subrayó que durante décadas, la Guardia Costera de los Estados Unidos y la Oficina de Seguridad Regional de la Embajada en La Habana han mantenido canales de comunicación a nivel de trabajo con el gobierno cubano para cooperar en temas de interés mutuo, como la migración irregular y los problemas de seguridad que enfrentan el personal diplomático y los ciudadanos estadounidenses en Cuba.

“Participar en estas conversaciones subraya el compromiso de Estados Unidos de mantener conversaciones constructivas con Cuba, cuando corresponda, para promover los intereses de seguridad de Estados Unidos”, expresó.

Asimismo dijo que “establecer y aumentar canales de cooperación policial para abordar mejor las amenazas transnacionales “no es a expensas de promover el respeto de los derechos humanos” y que “Estados Unidos integra las preocupaciones y protecciones de los derechos humanos en todas las interacciones con el gobierno cubano”.

El martes, se llevó a cabo una reunión entre funcionarios estadounidenses y cubanos sobre la migración, que según informó el Departamento de Estado a Martí Noticias, cubrió tendencias migratorias, migración irregular, retornos y repatriaciones de ciudadanos, funciones de la Embajada y otros temas relacionados”.

En su conferencia de prensa diaria, el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller, explicó que son discusiones bilaterales sobre migración que se realizan dos veces al año y “reflejan el compromiso de Estados Unidos de revisar periódicamente la implementación de los Acuerdos de Migración a Cuba de Estados Unidos, que datan de 1984, garantizando un acceso seguro, ordenado, humano y regular”.

“La migración entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos, consistente con nuestro interés en fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, declaró Miller.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba dijo en un comunicado el martes que en las conversaciones migratorias presididas por el viceministro Carlos Fernández de Cossío, la delegación cubana reafirmó "su disposición a cumplir y respetar, como hasta el presente, los compromisos establecidos y reiteró su preocupación por las políticas y medidas de estímulo a la migración irregular que se mantienen vigentes por decisión política del gobierno estadounidense”.

EEUU y Cuba discuten Acuerdos Migratorios; hablan este miércoles sobre aplicación de ley internacional

La Embajada de Estados Unidos en La Habana, Cuba, el 3 de marzo de 2022. (REUTERS/Amanda Perobelli)
La Embajada de Estados Unidos en La Habana, Cuba, el 3 de marzo de 2022. (REUTERS/Amanda Perobelli)

Después de las conversaciones de este martes sobre la implementación de los Acuerdos Migratorios entre Estados Unidos y Cuba, funcionarios de ambos países se reunirán el miércoles para discutir temas de interés bilateral en materia de aplicación de la ley internacional.

“Una mayor cooperación en materia de aplicación de la ley permite a Estados Unidos proteger mejor al pueblo estadounidense y la seguridad nacional y facilitar el procesamiento de los criminales ante la justicia”, señaló un funcionario del Departamento de Estado en un correo electrónico a Martí Noticias.

La cancillería estadounidense señaló que “como en conversaciones anteriores, las discusiones cubrieron tendencias migratorias, migración irregular, retornos y repatriaciones de ciudadanos, funciones de la Embajada y otros temas relacionados” y que “estas conversaciones ayudarán a promover una migración segura, ordenada y humana entre Estados Unidos y Cuba”.

En su conferencia de prensa diaria, el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller, explicó que son discusiones bilaterales sobre migración que se realizan dos veces al año y “reflejan el compromiso de Estados Unidos de revisar periódicamente la implementación" de estos acuerdos, que datan de 1984, garantizando una migración "segura, ordenada, humana y regular”.

“La migración entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos, consistente con nuestro interés en fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, declaró Miller.

El Departamento de Estado dijo que la reunión de este martes para discutir los Acuerdos Migratorios incluyó a representantes de las Oficinas de Asuntos del Hemisferio Occidental, Asuntos Consulares, Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado; así como la Oficina de Estrategia, Políticas y Planes del Departamento de Seguridad Nacional, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, la Patrulla Fronteriza, la Guardia Costera, los Servicios de Ciudadanía e Inmigración y la Embajada de Estados Unidos en La Habana.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX), dijo en un comunicado que en las conversaciones migratorias el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, presidió la delegación cubana.

“La delegación cubana reafirmó su disposición a cumplir y respetar, como hasta el presente, los compromisos establecidos y reiteró su preocupación por las políticas y medidas de estímulo a la migración irregular que se mantienen vigentes por decisión política del gobierno estadounidense”, dijo el MINREX.

La más reciente reunión sobre el tema se realizó el pasado 14 de noviembre, en La Habana, y fue la segunda sesión del 2023 de estas discusiones bilaterales sobre migración.

La sesión del martes fue la quinta ronda de conversaciones migratorias entre ambos países desde que la administración del presidente Joe Biden decidiera reanudarlas en abril de 2022, después de que su predecesor, Donald Trump, las interrumpiera y endureciera las sanciones contra el régimen de la isla.

La ronda de conversaciones ocurre en un momento en que Estados Unidos enfrenta el arribo sostenido de cubanos a su frontera sur con México. Solo en febrero pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) documentó el arribo de 20.815 migrantes procedentes de Cuba, para un acumulado en el actual periodo fiscal (FY2024) de 106.949.

CBP informó además que más de 81.000 cubanos se han beneficiado con el parole humanitario hasta febrero de 2024, luego de que la administración Biden ampliara el programa en enero de 2023 para ciudadanos de Cuba, Haití y Nicaragua. De ellos, 79.000 ya habían ingresado a territorio estadounidense.

En el año fiscal 2023, un total de 5.253 cubanos fueron repatriados a la isla, en su mayoría desde Estados Unidos, en medio de una oleada migratoria sin precedentes que ha alcanzado cifras récords en los últimos años.

EEUU y Cuba discutirán esta semana sobre la implementación de los Acuerdos Migratorios

“Garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos", dijo el Departamento de Estado. (AP/Eric Gay)
“Garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos", dijo el Departamento de Estado. (AP/Eric Gay)

Funcionarios estadounidenses y cubanos se reunirán en Washington, D.C. este martes, 16 de abril, para discutir la implementación de los Acuerdos Migratorios entre Estados Unidos y Cuba, una serie de acuerdos bilaterales que datan de 1984.

“Garantizar una migración segura, ordenada, humana y regular entre Cuba y Estados Unidos sigue siendo un interés primordial de Estados Unidos, en consonancia con nuestro interés de fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, dijo un vocero del Departamento de Estado en un correo electrónico a Martí Noticias.

Si bien el vocero no ofreció detalles sobre lo que se discutiría, fuentes del Departamento de Estado han dicho en el pasado que las conversaciones representan una continuación de un compromiso de más de 30 años con Cuba en asuntos migratorios como estados vecinos.

La mas reciente reunión sobre el tema se realizó el pasado 14 de noviembre, en La Habana, y fue la segunda sesión del 2023 de estas discusiones bilaterales sobre migración.

La sesión del martes es la quinta ronda de conversaciones migratorias entre ambos países desde que la administración del presidente Joe Biden decidiera reanudarlas en abril de 2022, después de que su predecesor, Donald Trump, las interrumpiera y endureciera las sanciones contra el régimen de la isla.

La ronda de conversaciones ocurre en un momento en que Estados Unidos enfrenta el arribo sostenido de cubanos a su frontera sur con México. Solo en febrero pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) documentó el arribo de 20.815 migrantes procedentes de Cuba, para un acumulado en el actual periodo fiscal (FY2024) de 106.949.

CBP informó además que más de 81.000 cubanos se han beneficiado con el parole humanitario hasta febrero de 2024, luego de que la administración Biden ampliara el programa en enero de 2023 para ciudadanos de Cuba, Haití y Nicaragua. De ellos, 79.000 ya habían ingresado a territorio estadounidense.

En el año fiscal 2023, 5.253 cubanos fueron repatriados a la isla, en su mayoría desde Estados Unidos, en medio de una oleada migratoria sin precedentes que ha alcanzado cifras récords en los últimos años.

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