El proyecto ha sido motivado por un discurso que el presidente George W. Bush pronunció ante la Asamblea General de la Naciones Unidas en septiembre pasado y tiene la intención de eliminar las ambigüedades en los tratados contra la proliferación nuclear que fijan como objetivos a los estados, pero pasan por alto a individuos y grupos terroristas.
La iniciativa pide a la comunidad internacional que considere un hecho criminal la proliferación de armamentos químicos, biológicos o nucleares, así como su entrega a grupos terroristas.
Sin embargo, no incluye sanciones contra aquellos que no cumplan lo estipulado.