“Lo que decidamos hacer se basará en aspectos legales, no en amenazas, ni en peleas diplomáticas, ni en declaraciones ni arrebatos o como quieran llamarlo”, dijo Boucher en conferencia de prensa cuando le preguntaron sobre las declaraciones del presidente Hugo Chávez, de Venezuela, de que su gobierno estaba dispuesto a “revisar” las relaciones con Washington si Posada Carriles no es extraditado a Caracas.
“Esto no es una cuestión de presión política, ni de presión diplomática ni de amenazas para hacer esto, aquello o lo otro”, dijo Boucher. “Lo examinaremos basándonos en la situación legal”.
La declaración del Departamento de Estado ocurrió un día después que el presidente Hugo Chávez dijo el domingo en su programa “Aló, Presidente”, que estaba dispuesto a “reconsiderar las relaciones diplomáticas” con Washington si Estados Unidos no extraditaba a Posada Carriles.
En Caracas, el Ministro Consejero de la Embajada de Estados Unidos, Stephen McFarland, hizo el lunes una declaración similar a la de Boucher.
Posada Carriles, de 77 años, es solicitado por Venezuela para juzgarlo por tercera vez por la destrucción de un avión de Cubana de Aviación que había levantado vuelo en Barbados hacia Cuba con 73 personas a bordo en 1976. El gobierno venezolano alega que Posada Carriles planeó en territorio venezolano la destrucción del avión, cosa que Posada Carriles niega.
Por otra parte, en la década de 1980 Posada Carriles fue juzgado dos veces por ese hecho en Venezuela — una por una corte militar y la otra en una corte civil — y en ambas ocasiones fue hallado inocente. La segunda sentencia fue apelada por la Fiscalía y Posada Carriles escapó al extranjero, según dijeron las autoridades venezolanas.