En 1959 Fidel Castro y su hermano Raúl viajaron a Texas en una gira por EEUU que la agencia Reuters calificó entonces "como de buena voluntad, la cual incluyó un viaje de ida y vuelta de 120 millas de Houston a Wharton en una caravana de 22 automóviles".
En un rancho en Houston el primer ministro de Cuba examinó ganado de raza y caballos de carreras y seleccionó dos que le fueron ofrecidos por el ranchero propietario.
Terminada la visita al rancho los dos partieron de Houston. Raúl voló a La Habana y Fidel Castro al sur de Buenos Aires para asistir a una sesión del Consejo Económico de la OEA para aprender cómo mejorar la vida en su país desde su posición de jefe de gobierno.
El millonario del petróleo de Houston, Frank B. Aguas, después reveló que había firmado un contrato con Fidel Castro por los derechos de una película sobre la vida de éste como un líder rebelde cubano y su ascenso al poder. La cinta sería rodada la mayor parte de ella en Cuba y se manejó el nombre de Marlon Brando para interpretarlo, ya que al actor había realizado un gran papel encarnando a otro líder revolucionario: el mexicano Emiliano Zapata en la película “Viva Zapata”.