Poco antes, en una entrevista con la agencia oficial china Xinjuá, el político galo dijo que la prohibición de vender armas a Pekín era una medida anacrónica, erróneamente discriminatoria y en completa contradicción con la relación estratégica entre Europa y China.
Raffarin dijo que el embargo será estudiado a mediados de año por la Unión Europea, cuya presidencia rotativa está en manos de Luxemburgo.
Francia y Alemania están a favor de eliminar las sanciones que fueron impuestas en 1989 en respuesta a la represión en la Plaza de Tiananmén, pero Gran Bretaña y los países nórdicos de Europa han indicado que Pekín debe mejorar la situación de los derechos humanos si desea la suspensión del embargo de armas.