Alahui dijo a los periodistas que emprenderá “un diálogo Nacional” para garantizar “una voz” a todos los iraquíes de todas las tendencias. Alahui está pidiendo a los iraquíes que zanjen sus discrepancias que, según él, fueron sembradas por la tiranía del derrocado dictador Saddam Hussein.
La elección nacional del domingo fue dominada por los musulmanes de la secta shiíta y por los kurdos, ya que los musulmanes de la secta rival sunita no votaron masivamente. Ahora los sunitas temen que no estarán adecuadamente representados en el nuevo gobierno.
Alahui dijo también a la prensa que eran extranjeros siete de los terroristas suicidas que el domingo hicieron estallar bombas cerca de centros de votación.
Elogió emocionado a un ciudadano iraquí que perdió la vida al impedir que uno de los terroristas suicidas pudiera llegar a la multitud que aguardaba turno frente a uno de los centros de votación.
“A partir de hoy mismo empezaré un nuevo diálogo nacional para garantizar que todos los iraquíes tengan voz en el nuevo gobierno”, dijo Alahui. El mundo entero nos observa. Lo mismo que ayer nos unimos para acabar con la dictadura, unámonos hoy para avanzar hacia un futuro brillante — sunitas y shiítas, musulmanes y cristianos, árabes, kurdos y turcomanos”, declaró Alahui.
Este llamamiento lo hizo en un esfuerzo por aprovechar el impulso positivo logrado en la elección del domingo. Los funcionarios electorales calcularon que ocho millones de iraquíes votaron, dando al traste con las predicciones de que muchos de ellos se abstendrían por las amenazas de los terroristas insurgentes de que convertirían el comicio en un baño de sangre.