Uribe aseguró que por intermedio de representantes de Suiza, el gobierno de Colombia dejaría en libertad a un grupo de rebeldes, esto inclusive antes de que FARC libere a los secuestrados, implicando que el canje pudiera no ser simultáneo.
El mandatario aclaró que los prisioneros que serían excarcelados tendrían que comprometerse a no regresar a las filas guerrilleras.
Además, los subversivos liberados deberán decidir sobre dos opciones: irse al extranjero o ingresar al programa de reinserción a la vida civil, con las garantías sociales que ofrece el gobierno.
Una vez cumplida la acción gubernamental —explicó el Presidente Uribe—, la organización rebelde deberá liberar a varias de las personas que mantienen secuestradas.