Por lo menos diez personas murieron el domingo en la región central de Kabul, cuando un coche bomba estalló en las afueras de las oficinas de DynCorp, una firma de seguridad estadounidense privada, encargada de suministrar guardaespaldas al presidente afgano Hamid Karzai.
Militares afganos y estadounidenses confirmaron la nacionalidad de nueve de las víctimas, tres de Estados Unidos, tres de Nepal y tres de Afganistán. Militantes Talibanes se hicieron responsables por el ataque.
Por lo menos otras diez personas, incluyendo a nueve niños, murieron el sábado, al producirse la explosión de una bomba en una escuela religiosa en la provincia de Patkia.
Estos nuevos atentados terroristas se producen en Afganistán cuando el pueblo se prepara a elegir a un nuevo presidente el 9 de octubre.