Esa ley se aplicó por primera vez contra varios de los 75 opositores encarcelados en la primavera de 2003.
Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la mencionada Comisión, dijo en un comunicado que las autoridades informaron a los familiares que el disidente René Gómez Manzano, el periodista independiente Oscar Mario González y el activista político Julio César López, podrían ser juzgados bajo la Ley 88 que se puso en vigor en 1999 para reprimir a la oposición y prevé penas de 2 a 20 años de prisión.
La noticia trascendió un día después que el dictador Fidel Castro, en su discurso por la fecha revolucionaria del 26 de julio, dijo que los opositores a su régimen eran “traidores y mercenarios” y aseguró que “la supuesta oposición en Cuba no existe más que en las mentes calenturientas de la mafia cubano americana de Miami y de los burócratas de la Casa Blanca y el Departamento de Estado”.
“Tomando en cuenta el grado de crispación del comandante Fidel Castro, creo que va a aumentar la represión policial y social, lo cual conducirá a un empeoramiento aún mayor de la situación de los derechos civiles y políticos en Cuba”, dijo Elizardo Sánchez.
Gómez Manzano, González y López, son tres de los disidentes que siguen presos desde el viernes pasado cuando pensaban realizar con otras personas una manifestación ante la Embajada de Francia en La Habana para pedir que las naciones europeas presten más atención al problema de los derechos humanos en Cuba. También iban a pedir la libertad de todos los presos políticos, entre éstos a seis disidentes detenidos el 13 de julio.
Los tres hombres están vinculados a la ilegal Asamblea Para Promover la Sociedad Civil en Cuba.
Los otros seis disidentes están detenidos desde el 13 de julio bajo el cargo mucho menos grave de desorden público, dijo Sánchez.
El incidente del 13 de julio ocurrió cuando grupos de disidentes recordaban a las personas que murieron ese día de 1994 cuando barcos del gobierno hundieron de noche en el mar frente a La Habana, al remolcador “13 de Marzo” donde 72 cubanos — hombres, mujeres y niños — fueron interceptados cuando escapaban de la isla. Murieron cerca de 40, en su mayoría niños.
Dice el gobierno que fue un accidente, pero los sobrevivientes aseguran que fue un acto criminal.