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Cuba

Políticos e intelectuales piden a Castro que emprenda una apertura política y social

Raúl Castro en el Gran Teatro de La Habana.
Raúl Castro en el Gran Teatro de La Habana.

Numerosas personalidades latinoamericanas condenan en una carta la sistemática violación de los Derechos Humanos en la isla. Entre los firmantes, dos cubanos: Rafael Rojas y Armando Chaguaceda.

Personalidades latinoamericanas convocadas por CADAL, el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina, han firmado una carta donde se manifiestan a favor de la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, al tiempo que reclaman al Gobierno del general Raúl Castro que emprenda un verdadero proceso de apertura política y social.

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Los firmantes, entre los que se encuentran los expresidentes de Costa Rica Oscar Arias y Laura Chinchilla y los intelectuales cubanos Rafael Rojas y Armando Chaguaceda, afirman:

Celebramos el creciente proceso de normalización en las relaciones cubano-estadounidense y la disposición de otros Estados democráticos para incrementar su interacción con las autoridades de La Habana. Vemos en este proceso una oportunidad para estimular una mayor inserción de Cuba en el mundo y mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos.

A la vez, condenamos la sistemática y continuada violación de los derechos humanos en la isla; la persistencia de un modelo político centrado en el control de un partido único; la represión abierta contra quienes se aparten de las líneas oficiales, y la persistente discriminación de los cubanos frente a los extranjeros, en ámbitos que van desde los derechos económicos hasta el acceso libre a las comunicaciones y la información.

Ha llegado la hora de un acto de reciprocidad ante el mundo democrático, pero, sobre todo, como deber ineludible ante su propio pueblo, el régimen encabezado por el presidente Raúl Castro emprenda un verdadero proceso de apertura política y social y escuche las iniciativas de cambio de sus ciudadanos, mientras reactiva los tímidos cambios económicos anunciados con entusiasmo, pero paralizados en medio de la rigidez, el temor y la burocracia.

Ha llegado la hora de que Cuba se abra a su propio pueblo.

No existe justificación alguna para continuar impidiendo que los cubanos hagan valer los derechos y libertades elementales que les pertenecen, y que son ampliamente reconocidos por los instrumentos universales de derechos humanos. Muchos de ellos, paradójicamente, han sido suscritos por su gobierno.

El camino hacia una democracia plena debe emprenderse sin dilaciones. Cada nuevo retraso prolonga las precariedades y limitaciones del pueblo, dificulta las posibilidades de éxito y eleva los riesgos de conflicto interno. Por esto, es hora de comenzar a abrir el camino, reconociendo, al menos, las siguientes garantías para todos los cubanos:

  • La libertad de expresión, entendida como el derecho a buscar, recibir y divulgar informaciones, opiniones y otros contenidos, por cualquier medio y sin limitaciones, censura o represiones posteriores.
  • La libertad de asociación, reunión y manifestación.
  • La libertad de movimiento dentro y fuera del territorio nacional.
  • El derecho de petición ante las autoridades y poderes públicos.
  • El derecho a elegir y a ser elegido, en un ambiente de pluralidad, para todos los cargos públicos.
  • El derecho a no ser detenido y encarcelado arbitrariamente, a tener juicios justos ante tribunales independientes y a contar con mecanismos de defensa eficaces.
  • El derecho a no ser discriminado en los ámbitos educativos, laborales o sociales en razón de las convicciones políticas o religiosas, o por cualesquiera otras razones.
  • La eliminación del control ideológico sobre la educación.
  • La libertad de emprender iniciativas profesionales, laborales y empresariales sin restricciones, y de que los cubanos cuenten, al menos, con las mismas posibilidades que se ofrecen a los inversionistas o comerciantes extranjeros. El virtual apartheid económico, pero también social y político, imperante en la isla contra sus ciudadanos debe desaparecer sin dilaciones.

Ninguno de estos derechos tan elementales, que forman parte de la vida cotidiana en la inmensa mayoría de nuestros países, pueden ser ejercidos en Cuba. Peor aún. Quienes se atreven a reclamarlos son objeto de represión abierta y marginación sistemática.

En su Informe mundial 2016, la organización no gubernamental Human Rights Watch destaca y documenta con varios casos que "en los últimos años se han incrementado significativamente las detenciones arbitrarias por períodos breves de defensores de derechos humanos, periodistas independientes y otras personas". Solo entre enero y octubre 2015, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación, declarada ilegal por el gobierno, recibió más de 6.200 denuncias de detenciones arbitrarias, que se exacerbaron con anterioridad a la visita del papa Francisco a la isla, en septiembre del mismo año.

El informe también revela la existencia de un número de prisioneros políticos difícil de determinar por la ausencia de información confiable; las golpizas y agresiones callejeras contra manifestantes no gubernamentales, el hacinamiento carcelario; las restricciones casuísticas para viajar dentro y fuera del territorio cubano; la imposibilidad de formar sindicatos independientes, y la negativa a reconocer la defensa de los derechos humanos como una actividad legítima.

La triste conclusión es que, a pesar de que el mundo y en particular Estados Unidos, cada vez se ha abierto más a Cuba, el régimen no se ha abierto a su propia población, que, salvo excepciones de privilegio, permanece sumida en la precariedad, los controles, la falta de oportunidades y la asfixia política y social. Hay que desmantelar este encierro; hay que eliminar el embargo político, económico y social del régimen contra los cubanos.

La responsabilidad directa de poner fin a esta situación es de la élite que domina a Cuba desde su partido único y Estado monolítico. Sin embargo, se extiende a los gobiernos de América Latina, hasta ahora actores pasivos e, incluso, cómplices, ante las crónicas arbitrariedades y la parálisis del régimen.

"Nuestra América", la que proclamó el prócer de la independencia cubana José Martí como ideal de unidad latinoamericana, no podrá ser realidad mientras persista en Cuba un gobierno impermeable ante los derechos ciudadanos, y en su doble cara ante el mundo.

Al proclamar estas inquietudes, expresamos nuestro deseo de que los cubanos puedan construir, en paz y libertad, un nuevo orden democrático, pacífico e inclusivo.

Firmantes:

Oscar Arias (Costa Rica), expresidente y Premio Nobel de la Paz en 1987. Laura Chinchilla (Costa Rica), expresidenta. Graciela Fernández Meijide (Argentina), fue Secretaria de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas. Jaime Malamud Goti (Argentina), jurista y uno de los autores intelectuales del juicio a las Juntas Militares en la Argentina. Eduardo Ulibarri (Costa Rica), periodista y exembajador ante la Organización de Naciones Unidas. Ricardo Gil Lavedra (Argentina), jurista y político, integró el tribunal que en 1985 condenó a las juntas militares de la dictadura argentina. Beatriz Sarlo (Argentina), ensayista y periodista. Carlos H. Acuña (Argentina), politólogo especialista en Estado y políticas públicas, miembro de organizaciones de derechos humanos en Argentina desde 1977. Roberto Gargarella (Argentina), jurista y sociólogo, investigador del CONICET y docente. José Manuel Quijano (Uruguay), economista y exdirector de la Comisión Sectorial y de la Secretaría General del Mercosur. Sergio Fausto (Brasil), politólogo y superintedente ejecutivo del Instituto Fernando Henrique Cardoso. Roberto Ampuero (Chile), escritor, columnista, exministro de Cultura y exembajador de Chile, vivió en Cuba entre 1974 y 1979. Rodolfo Rodil (Argentina), exvicepresidente de la Cámara de Diputados de la Nación. Facundo Guardado (El Salvador), exintegrante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y excandidato a presidente. Daniel Sabsay (Argentina), profesor titular de Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Liliana de Riz (Argentina), socióloga e investigadora del CONICET. Luis Alberto Romero (Argentina), historiador, Academia Nacional de la Historia. María Matilde Ollier (Argentina), politóloga, docente e investigadora. Eduardo Viola (Brasil), profesor titular de relaciones internacionales en la Universidad de Brasilia. Héctor Schamis (Argentina), politólogo, docente, investigador y columnista. Aníbal Pérez Liñán (Argentina), politólogo, docente e investigador. Vicente Palermo (Argentina), sociólogo, escritor e investigador del CONICET. Marcos Novaro (Argentina), sociólogo, docente e investigador del CONICET. Alejandro Katz (Argentina), ensayista y editor. Roberto García Moritán (Argentina), diplomático y exvicecanciller. Fernando Petrella (Argentina), diplomático y exvicecanciller. Jorge Edwards (Chile), escritor y diplomático. Osvaldo Guariglia (Argentina), filósofo e investigador del CONICET. María Sáenz Quesada (Argentina), historiadora, escritora y exsecretaria de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Lilia Puig (Argentina), diputada en el Parlasur y exdiputada nacional. Juan Octavio Gauna (Argentina), jurista y político, exprocurador general de la Nación y diputado nacional. Fernando Pedrosa (Argentina), historiador, docente e investigador. Raquel Gamus (Venezuela), antropóloga, politóloga y periodista. Patricio Navia (Chile), politólogo, docente e investigador. Adolfo Garcé (Uruguay), politólogo, docente e investigador. Daniel Muchnik (Argentina), periodista, historiador y escritor. Carlos Gervasoni (Argentina), politólogo, docente e investigador. ARMANDO CHAGUACEDA (Cuba), politólogo, docente e investigador. Daniel Pérez (Argentina), diseñador y pintor, publicó un testimonio sobre la intervención militar cubana en América Latina durante los años '60 y '70. Jessica Valentini (Argentina), abogada y ex Defensora del Pueblo en la ciudad de Córdoba. Sabrina Ajmechet (Argentina), socióloga, docente e investigadora. Jorge Elías (Argentina), periodista, escritor e investigador. Alejandro Oropeza (Venezuela), politólogo, docente e investigador. Francisco Quintana (Argentina), abogado y legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Luis Gregorich (Argentina), periodista y escritor. Manuel Mora y Araujo (Argentina), sociólogo y consultor en comunicación y opinión pública. Marta Velarde (Argentina), abogada y exdiputada nacional. Carlos Facal (Argentina), abogado y expresidente de la Fundación Poder Ciudadano. Andrés Cañizález (Venezuela), periodista, docente e investigador. Eduardo Amadeo (Argentina), diputado nacional, diplomático, economista y exministro de Desarrollo Social. Gabriel Palumbo (Argentina), sociólogo, docente e investigador, César Ricaurte (Ecuador), periodista y activista por la libertad de prensa y expresión. Nicolás José Isola (Argentina), doctor en Ciencias Sociales y columnista de opinión en varios medios. Romeo Pérez Antón (Uruguay), politólogo, docente e investigador. Ignacio Labaqui (Argentina), politólogo, docente e investigador. Aleardo Laría (Argentina), abogado y periodista, exiliado político durante la dictadura militar argentina. Antonio Camou (Argentina), sociólogo, docente e investigador. Javier Valdez Cárdenas (México), periodista. Alejandro Páez Varela (México), periodista. Rolando Rodríguez (Panamá), periodista. María Sirvent (México), activista de Derechos Humanos. José Rubén Zamora (Guatemala), periodista. RAFAEL ROJAS (Cuba), historiador, docente e investigador. Leandro Querido (Argentina), politólogo, docente y titular de la ONG Transparencia electoral. Fernando Ruiz (Argentina), politólogo, docente e investigador. Martín Landi (Argentina), politólogo y activista en libertad de expresión. Hugo Machín (Uruguay), periodista y expreso político durante la dictadura militar en Uruguay. Rogelio Alaniz (Argentina), periodista.

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Informe revela secretismo en las elecciones municipales en Cuba

Foto Archivo. Perfiles de Candidatos a la Asamblea del Poder Popular. El Consejo Electoral Nacional (CEN) en Cuba incurrió en "graves deficiencias en cuanto a la transparencia, la independencia y la legitimidad de los procesos electorales". (CEN) (REUTERS/Alexandre Meneghini)
Foto Archivo. Perfiles de Candidatos a la Asamblea del Poder Popular. El Consejo Electoral Nacional (CEN) en Cuba incurrió en "graves deficiencias en cuanto a la transparencia, la independencia y la legitimidad de los procesos electorales". (CEN) (REUTERS/Alexandre Meneghini)

A lo largo de los primeros meses de 2024, tuvieron lugar en Cuba numerosas elecciones para cubrir vacantes en las Asambleas Municipales del Poder Popular, en un proceso electoral poco transparente, revela un informe de Transparencia Electoral publicado por DemoAmLat.

Entre enero y febrero de 2024 se reportó la realización de numerosas elecciones para cubrir escaños municipales, sin poner a disposición del público los reportes de las asambleas de nominación que especifiquen lugar, fecha y hora; nombres y apellidos de los miembros de la Comisión Electoral de Circunscripción que actuaron en la asamblea; número de electores del área y número de los asistentes; candidatos que fueron propuestos, con expresión de sus nombres y apellidos, así como de cada uno de ellos, su edad, sexo, estado civil, último grado de escolaridad vencido, estudios que realiza, calificación profesional, ocupación actual, organizaciones a las que pertenece, lugar de su residencia y número de votos obtenidos; nombres y apellidos del candidato nominado y constancia de que aceptó la nominación; y firmas de los miembros de la Comisión Electoral de Circunscripción y del candidato nominado.

"La organización de las votaciones fue aún más opaca: no hubo prácticamente aviso previo, no se reportó una campaña para pedir el voto en los medios de comunicación, ni tampoco la legalmente obligatoria publicación de las biografías de los candidatos (confeccionadas por las Comisiones de Candidaturas) para su distribución a la vista del público. En última instancia, el único reporte de que estos procesos tuvieron lugar se vio en las publicaciones en redes sociales por parte del ente electoral durante la realización de la votación misma y después, sin que siquiera se reportaran los resultados", denuncia la investigación.

El Consejo Electoral Nacional (CEN) en Cuba incurrió en "graves deficiencias en cuanto a la transparencia, la independencia y la legitimidad de los procesos electorales".

Entre los múltiples errores en este proceso el informe destaca la llamada "influencia vertical del régimen sobre la gestión electoral", por la falta de separación entre el Estado, el Partido Comunista de Cuba y las autoridades electorales. También la falta de observación electoral independiente, de libertades políticas durante los procesos electorales y de transparencia en la comunicación sobre las vacantes producidas y los procesos electorales subsiguientes.

Régimen emplea cuatro autos patrulla para impedir que Camila Acosta visite a familiares de presos políticos en Cárdenas

Camila Acosta fue arrestada el pasado domingo en Cárdenas, Matanzas / Foto: Twitter de la periodista
Camila Acosta fue arrestada el pasado domingo en Cárdenas, Matanzas / Foto: Twitter de la periodista

La periodista independiente Camila Acosta fue detenida el domingo en Cárdenas, provincia de Matanzas, donde tenía previsto reunirse con familiares de presos políticos.

Acosta denunció lo sucedido través de una directa que publicó en CubaNet, diario para el cual trabaja, al bajarse del carro patrullero que la llevó de regreso a su casa en La Habana.

“Me detuvieron en Cárdenas, Matanzas. Me tenían un operativo montado –después supe- desde las seis de la mañana aquí, en la casa, pero bueno, yo me fui antes”, relató la joven periodista.

Según Acosta, tras arribar a la ciudad de Cárdenas fue arrestada por la policía política local.

“No estuve ni media hora, enseguida me detuvieron. Yo iba a visitar a los familiares de unos presos políticos, a brindarles mi apoyo, a hacer mi trabajo también. Y, bueno, no me dejaron”, comentó.

Según dijo, la llevaron para la Estación de la Policía, donde la mantuvieron detenida por una hora aproximadamente.

El regreso a la capital, explicó en el video, fue una carrera de relevo con cuatro autos patrulleros de los órganos represivos del régimen.

“Me montaron en una patrulla y hasta el intermitente del Punto de Control de Bacunayagua. Ahí me recogió otra patrulla hasta el Punto de Control de Guanabo y en Guanabo me recogió la patrulla que acaban de ver al inicio de esta transmisión, que me dejó aquí, al doblar de mi casa”, explicó.

“No hablaron conmigo, no me dieron explicaciones, simplemente, me montaron en la patrulla allí, en Cárdenas, y me dijeron que me iban a mandar para La Habana".

No obstante, Acosta -quien ha sido acosada durante años por agentes de la Seguridad del Estado- aseguró que seguirá haciendo su trabajo. "En otra ocasión, no sé si mañana, pasado, la semana que viene o dentro de un mes, pero yo voy a ir a visitar a esas personas que se quedaron esperándome”, advirtió.

La pasada semana la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció la represión que ejercen las autoridades contra los periodistas independientes cubanos.

“En medio de la crisis económica de sobrevivencia, aquellos periodistas que aún no pueden o no desean emigrar sufren la tensión de la vigilancia continua, el acoso en contra de sus familiares y contactos y la amenaza permanente de arrestos arbitrarios y condenas a prisión”, explica el más reciente informe de la organización.

Crucero de Carnival en ruta a Honduras rescata a 27 balseros cubanos

Los cubanos en el momento en que son rescatados por miembros de la tripulación del Carnival Paradise. (Foto: Carnival Cruise Line)
Los cubanos en el momento en que son rescatados por miembros de la tripulación del Carnival Paradise. (Foto: Carnival Cruise Line)

Un buque de la empresa de cruceros Carnival rescató este domingo a 27 balseros cubanos. Reportes de prensa indican que los migrantes se hallan en buenas condiciones tras recibir agua, alimentos y atención médica.

Según el sitio Cruicehive, la embarcación Carnival Paradise se dirigía a la isla de Roatan, en Honduras, cuando su tripulación divisó a un grupo de personas que pedía auxilio desde una embarcación de fabricación casera.

El rescate ocurrió sobre las 2:20 de la tarde, a unas 20 millas del extremo suroriental de Cuba, frente a la zona conocida como Los Cajuelos.

"El pequeño barco de madera estaba en mal estado, con lo que parecía ser una vela improvisada, aunque no estaba en uso. Con 27 personas a bordo, el barco estaba abarrotado y no llevaba suministros adecuados para quienes iban a bordo", subraya el reporte de Cruisehive.

La fuente agregó que la tripulación del crucero, que había zarpado desde Tampa, Florida, notificó a la Guardia Costera de Estados Unidos y a las autoridades de Honduras sin precisar a cuál de los dos entes los entregó.

En marzo pasado, 14 balseros cubanos fueron rescatados en alta mar por el crucero más grande del mundo, el Icon of the Seas, de Royal Caribbean, y entregados en Roatán a las autoridades hondureñas, que posteriormente los liberaron.

Los cubanos continúan lanzándose al mar rumbo a las costas de EEUU pese a las reiteradas advertencias de las autoridades del país vecino de que a los migrantes interceptados en el mar, independientemente de su nacionalidad, no se les permitirá ingresar a territorio estadounidense.

“Los inmigrantes que intenten ingresar ilegalmente a Estados Unidos por mar serán descalificados indefinidamente de la política de libertad condicional de inmigración legal para cubanos y haitianos”, dijo el viernes el teniente Peter Hutchison, de la División de Cumplimiento del Séptimo Distrito de la Guardia Costera.

En las últimas semanas, decenas de cubanos han sido repatriados a la isla tras ser interceptados por los guardacostas en aguas del sur de la Florida.

EN IMÁGENES: La situación de la basura en La Habana

Turista muere durante vacaciones en Varadero y la familia en Canadá recibe el cadáver de un ruso

Faraj Allah Jarjour, de 68 años, viajó junto a su familia a Varadero / Foto: Captura de video CtvNews
Faraj Allah Jarjour, de 68 años, viajó junto a su familia a Varadero / Foto: Captura de video CtvNews

Faraj Allah Jarjour, un sirio residente en Canadá, viajó a Cuba como turista en marzo pasado y falleció de un infarto mientras nadaba en la playa con una de sus hijas.

Su familia está ahora devastada porque luego de semanas gestionando la repatración del cadáver del hombre de 68 años, recibieron un cuerpo equivocado. En el ataúd que llegó a Canadá había un ruso, unos 20 años menor que Faraj.

"No era el cuerpo de mi padre. Era otra persona que no se parecía a él", dijo al canal CtvNews su hija, Miriam Jarjour.

El hombre se hospedó el 20 de marzo en el Mélia Varadero y murió dos días después. Según la familia, no había socorristas cerca de la playa, ni personal médico en las instalaciones del hotel, por lo que el cuerpo permaneció en la arena durante unas ocho horas.

De acuerdo al testimonio de su hija, pagaron diez mil dólares por la repatriación del cuerpo de su padre. No obstante, un mes después de su fallecimiento, aún no hay noticias de dónde puedan estar sus restos.

Canadá es actualmente el principal país emisor de turistas a Cuba. Según publicó este viernes la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), el 49.3% de los viajeros en el primer trimestre de 2024 eran de ese país.

Entre diciembre y marzo 399.272 turistas de Canadá visitaron la isla, seguido por Rusia, con 75.386 y Estados Unidos, 46.717, detalla el informe.

La prensa local canadiense publica a menudo testimonios sobre la mala calidad y atención en los centros turísticos de la isla. El mes pasado una de esas familias que viajó a Cuba contó la terrible experiencia que vivieron en el resort Meliá Marina Varadero.

Michele y Jessy Revivo, reisdentes en Ontario, tuvieron que cambiar de hotel porque lo que encontraron el primer día de su viaje fue desastroso.

“Tuvimos que usar las linternas de nuestros teléfonos móviles para encontrar nuestra habitación”, dijo Michele. Además, “había colillas de cigarrillos por todas partes y manchas en las paredes”. La pareja de canadienses había gastado casi 7.000 dólares en la reserva de su viaje con la agencia Transat.

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