Estas confrontaciones se sucedieron un día después que al Sadr emitiera un comunicado conciliatorio leído a la conferencia nacional iraquí, donde afirmaba su intención de aceptar las condiciones para un cese al fuego, deponiendo las armas y retirándose del complejo religioso.
Según un informe de la cadena CNN actualizado el 19 de agosto a las 19:00 GMT, a raíz de los combates, ya podían observarse algunos daños en la estructura del templo que es considerado uno de los lugares más sagrados del islamismo Shiíta.
El mismo informe detalla que los insurgentes dentro de la mezquita se encuentran con buen ánimo, bailando y celebrando y de igual forma hay en el grupo unas cuantas mujeres y niños.
Un portavoz del clérigo rebelde comunicó que ellos no querían negociar con el gobierno de Bagdad y que solo habían aceptado hablar con la delegación de la conferencia nacional iraquí.
Se informó ayer jueves al final del día, que al Sadr, en un desafío abierto al ultimátum del gobierno iraquí habría enviado un mensaje de texto telefónico a sus seguidores llamándolos al martirio o la victoria, ante este mensaje los insurgentes habrían respondido con expresiones de júbilo danzando en el interior de la mezquita.