Esta operación militar es parte de los esfuerzos de la alianza atlántica destinados a mejorar la capacidad de las autoridades de Iraq para mantener la seguridad en el país.
El curso, de una semana de duración en una base de la alianza en Noruega, incluye entrenamiento para enfrentar situaciones de crisis, operaciones de mando militar y procedimientos de cooperación con Naciones Unidas y otras instituciones civiles alrededor del mundo.
Funcionarios de la OTAN anunciaron planes adicionales que podrán entrenar cerca de mil oficiales iraquíes anualmente en una academia militar cerca de Bagdad, cuando la instalación, actualmente en desarrollo, esté lista para operar.