Helicópteros artillados y tanques de guerra de la Coalición atacaron el viernes el centro de la ciudad sagrada de Nayaf donde los milicianos leales al clérigo shiíta Moktada Al-Sadr se habían atrincherado.
En Kufa, una población cercana, Al-Sadr condenó en un sermón a Estados Unidos y Gran Bretaña.
En el ataque en Nayaf resultó averiado el sepulcro del imán Alí, que es uno de los santuarios shiítas más venerados.
Nayaf fue sacudida durante muchas horas por explosiones y disparos de artillería pesada. Grupos de milicianos armados con fusiles, granadas-cohete y morteros recorrían la ciudad en busca de escondrijo.
La cúpula dorada de la mezquita del imán Alí fue agujerada por cuatro cañonazos.
Las calles quedaron desiertas y la ciudad se paralizó por el combate, que comenzó a la hora del desayuno y proseguía en las primeras horas de la tarde.
Por vez primera, las fuerzas de Estados Unidos entraron con tanques en el vasto cementerio de Nayaf para destruir posiciones guerrilleras instaladas entre las tumbas.
Abrieron fuego de cañones y ametralladoras contra las posiciones de la milicia de Al-Sadr que han estado utilizando el vasto cementerio para preparar sus ataques contra posiciones de las fuerzas de Estados Unidos situadas al borde de la ciudad sagrada. Los guerrilleros intentaron repeler el ataque con fuego de mortero y granadas impulsadas por cohetes.
Los jefes militares americanos han dicho que no intentarán tomar por la fuerza los santuarios de Nayaf, entre los cuales está el del imán Alí donde Al-Sadr se ha refugiado.
Pero esta semana se les acabó la paciencia y dijeron que hay que desbandar a toda costa a la "milicia ilegal".
Cerca de 300 combatientes de la milicia "Ejército al-Mahdi" de Al-Sadr se reunieron frente a las oficinas del clérigo después que menguaron los combates al caer la noche. Gritaron consignas de respaldo a su cabecilla.
La ofensiva americana ha sido la mayor hasta ahora en Nayaf. Parecía que los soldados habían cortado la principal carretera que conecta a Nayaf con la cercana población de Kufa, situada unos 10 kilómetros al noroeste. En Kufa Al-Sadr predica todos los viernes.