Después de una jornada en la que la negociación estuvo a punto de romperse, las autoridades de las regiones de Orellana y Sucumbíos, que encabezan la huelga, aceptaron estudiar una propuesta de las compañías petroleras, a las que reclaman más recursos para el desarrollo de la zona.
Las empresas multinacionales se comprometieron a asfaltar 200 kilómetros de vías, contratar de modo preferente a personal, bienes y servicios de la región, y entregar una parte de sus impuestos a las autoridades locales y provinciales.