La dirigente del partido Campesinos Libres afirmó en una entrevista con el diario ruso “Izvestia” que 542 personas fallecieron en la ciudad de Andizhán, donde comenzaron los incidentes violentos, y 203 perdieron la vida en el poblado de Pajtabad.
Agregó que también hubo disturbios en la localidad de Dzhizak, cuando las autoridades de Uzbekistán intentaron confiscar tierra a los campesinos.
La activista dijo que los manifestantes reprimidos por el gobierno en Andizhán no eran fundamentalistas islámicos, como afirman las autoridades, sino jóvenes que pedían cambios sociales.