Rivero, quien fue condenado a 20 años de cárcel y luego excarcelado por razones de enfermedad en noviembre pasado, vive actualmente en Madrid con su esposa y una hija, desde donde denuncia las brutales condiciones de las prisiones en Cuba, que sufrió y sufren igualmente muchos de sus compañeros del llamado grupo de los 75.
El escritor declaró a La Nación que Fidel Castro jamás renunciará por voluntad propia al poder. Anticipó que después de su muerte, habrá un proceso de apertura gradual.
Raúl Castro, el heredero político de su hermano, deberá asumir el poder pero no tendrá fuerzas para sostenerse por mucho tiempo y los cubanos recuperarán la libertad de expresión y el derecho a ir y venir y el país retornará al comercio normal con otras naciones, añade el artículo.
Rivero fundó en Cuba la agencia de noticias independiente Cuba Press y su excarcelación se debió en gran parte a la presión internacional en favor de su libertad.