Según informa el periódico de Miami, “El Nuevo Herald”, las pérdidas para la precaria economía cubana son de unos 95 millones de dólares, además de otras medidas restrictivas aplicadas a las remesas familiares.
Durante los últimos doce meses, la cifra de pasajeros llegó apenas a los 55 mil, casi un 36 por ciento de las personas que anualmente viajaban a la isla.
El Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, situó en 154 mil las personas que viajaron legalmente desde territorio de Estados Unidos en el 2003, la mayoría por motivos familiares, mientras 23 mil lo hicieron con licencias especiales para diversas actividades.
Si el número de viajeros no se ha desplomado totalmente, se debe a que una significativa cifra de cubano americanos y otros americanos han usado licencias religiosas y de organizaciones humanitarias para visitar Cuba.