La Unión Europea (UE) mantuvo el martes las sanciones que hace un año impuso al gobierno de Fidel Castro, pero expresó que sigue dispuesta a reanudar "el diálogo" con el gobierno de La Habana.
Los cancilleres de los 25 países de UE reunidos en Bruselas decidieron no levantar esas sanciones cuando un informe de sus embajadores en La Habana expresó que no hay justificación para un cambio de las sanciones impuestas en junio del 2003, que incluyen que las sedes diplomáticas europeas en Cuba reciban a disidentes políticos.
Los europeos llegaron a la conclusión de que como no hay progresos claros y sustanciales, se limitaba a insistir en la conveniencia de rebajar la tensión diplomática entre UE y Cuba y buscar la forma de que mejore la situación de la disidencia política.
Desde junio del 2003 UE mantiene sanciones sobre el régimen de Castro como protesta por la detención y condena de 75 disidentes y opositores pacíficos en la primavera de ese año.
En respuesta a las sanciones, que incluyen la reducción de visitas oficiales y la invitación a los opositores a las fiestas de las embajadas europeas en la isla, el régimen de Castro renunció a la ayuda humanitaria europea y retiró su candidatura al acuerdo de cooperación entre la Unión Europea y el grupo Africa, Caribe, y Pacífico.