Los colegios electorales abrieron sus puertas este lunes por primera vez desde 1993, para más de tres millones de votantes. El presidente del país, Domitien Nayizeye, depositó su voto a primera hora en la capital, acompañado de su esposa.
El referendo es un intento de eliminar el origen de la violencia recurrente entre la mayoría hutus y la minoría tutsis, que ha marcado la historia del país tras proclamarse independiente de Bélgica en 1962.