“El Santo Padre fue informado de inmediato sobre la liberación de monseñor Casmoussa y agradeció a Dios por el final feliz de este caso”, dijo Valls. “El secuestro de monseñor Casmoussa había provocado una gran sorpresa porque es muy querido tanto por los católicos como por los musulmanes”, añadió el portavoz papal.
Se informó en Iraq que el prelado fue secuestrado el lunes “por hombres armados que lo introdujeron en el maletero de su automóvil antes de huir”, dijo a la Agence France Presse (AFP) el cura Faraj, de la Iglesia Caldea de Mosul, 370 kilómetros al norte de Bagdad.
Horas antes de ser liberado, el arzobispo Casmoussa, de 66 años, llamó por teléfono al arzobispado católico de Mosul para decir que estaba en buen estado de salud y que los secuestradores exigían el pago de 200,000 dólares para ponerlo en libertad, dijo el Arzobispo de Bagdad, Matti Matoka.
“Esa gente lo hizo por dinero. Una mafia. No sé si podemos reunir esa suma. Intentamos ver si podemos reducirla. Pero pienso que si pagamos, será liberado”, dijo Matoka a la agencia francesa de noticias Agence France Presse (AFP) horas antes de la liberación de Casmoussa.
La comunidad sirio-católica de Iraq tiene unos 75,000 miembros y su historia se remonta a las Cruzadas. Treinta mil de sus miembros viven en Bagdad y 45,000 en la región norte de Mosul y Kirkuk, informó la agencia noticiosa católica Fides.
La iglesia se fundó por las buenas relaciones establecidas en la época de las Cruzadas (a fines del siglo XI) entre católicos y obispos sirios ortodoxos.
Pottis Moshi, asistente del arzobispo Casmoussa, dijo en Mosul que el prelado había sido liberado “sin pagar rescate”. El Vaticano calificó el secuestro de “despreciable acto terrorista” y confirmó que no se había pagado rescate.
Un cura católico iraquí dijo que el arzobispo Cassmoussa caminaba el lunes frente a la Iglesia Al-Bishara situada en el barrio de Mujadesin cuando hombres armados lo secuestraron en un automóvil.
Navarro Valls dijo que el Vaticano no pensaba que el secuestro fuera un acto anticristiano, sino un episodio más del clima general de violencia iraquí.