“Un sirviente bueno y fiel de Dios ha sido llamado a casa”, añadió el Presidente.
En la declaración que hizo en la Casa Blanca, Bush dijo también que Juan Pablo había sido: “una inspiración para millones de americanos y para muchos más en el mundo entero”.
Dijo que el Papa era “un humilde, sabio y valiente sacerdote que llegó a ser uno de los grandes líderes morales de la Historia”.