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Contra la censura

Informe de Cuba ante la 77ª Asamblea General de la SIP

Cubanos captaron en sus teléfonos los sucesos del 11 de julio. (AP/Eliana Aponte, file)
Cubanos captaron en sus teléfonos los sucesos del 11 de julio. (AP/Eliana Aponte, file)

La dictadura pierde la batalla en internet y lucha para no perder también la calle. Este ha sido el semestre más difícil para los cubanos y la dictadura en los últimos 25 años. El 11 de julio, las dos fuerzas, el poder y el pueblo, terminaron mirándose las caras en unas protestas masivas –mayormente pacíficas, hasta que el gobierno ordenó reprimirlas- con una dimensión que no se había visto antes en el país.

El 11 de julio, los gritos de las multitudes corroboraron varias certezas anunciadas por años en la prensa independiente: los cubanos la están pasando mal por la falta de medicinas, comida, dinero, esperanzas y libertad.

La mayoría del pueblo quiere un cambio de gobierno, pero la dictadura reprime con violencia indiscriminada y manipulando el sistema de justicia. Las redes sociales y el acceso a internet son determinantes en la movilización de la ciudadanía a nivel nacional. Pese a la represión, un grupo de activistas está convocando a una nueva jornada de protesta para el 15 de noviembre.

Tres hechos sobresalen en este período: el encarcelamiento de los periodistas independientes Lázaro Yuri Valle Roca y Esteban Rodríguez, la represión de las protestas del 11 de julio y la entrada en vigor del Decreto-Ley 35, que restringe aún más las libertades en internet.

El 30 de abril se produjo una protesta de seis personas en la calle Obispo, en La Habana Vieja, a la que se sumaron transeúntes. Fueron arrestados y llevados a distintas prisiones. Entre los detenidos estaban Mary Karla Ares, reportera del boletín Amanecer Habanero, que trasmitió en vivo la protesta, y Esteban Rodríguez, activista y reportero de ADN Cuba, quien en noviembre había participado en la huelga de hambre en la casa del artista Luis Manuel Otero, en el barrio San Isidro, de La Habana.

Mary Karla Ares fue excarcelada el 29 de mayo, pero a cambio se le impuso reclusión domiciliaria, que aún afronta. Esteban Rodríguez continúa en prisión, donde contrajo dos veces Covid-19. Ambos están siendo acusados por "desorden público" y "resistencia", delitos que, sumados, acarrean varios años de cárcel.

Lázaro Yuri Valle Roca, periodista y activista, director del blog digital Delibera y de su canal de YouTube homónimo, fue detenido el 15 de junio tras acudir a una citación policial en La Habana. La Seguridad del Estado lo investigaba por haber organizado, filmado y publicado el video del lanzamiento de unos panfletos anticastristas en una esquina en Centro Habana.

Además de permanecer incomunicado y sin asistencia legal, el periodista hizo una huelga de hambre que empeoró su estado de salud. El régimen lo acusa de "propaganda enemiga" y "desacato". Podría enfrentar una pena de diez años por estos delitos.

Otro encarcelamiento notorio fue el del artista Hamlet Lavastida, novio de la escritora y periodista Katherine Bisquet, quien había sido una de las acuarteladas en casa de Luis Manuel Otero en noviembre, y quien grabó el violento desalojo de los manifestantes. Lavastida fue encarcelado al terminar la cuarentena obligatoria tras su regreso del extranjero.

Su novia fue sometida a reclusión domiciliaria y presionada por la Seguridad del Estado a abandonar el país, como única alternativa para obtener la libertad de Lavastida, quien en septiembre también se fue del país.

Continúa preso el youtuber Yoandi Montiel, conocido como El Gato de Cuba, tras hacer una sátira contra el presidente Miguel Díaz-Canel.

El 11 de julio, un joven vendedor de tarjetas telefónicas, Yoan de la Cruz, trasmitió en vivo e hizo viral un video sobre la protesta pacífica y espontánea de cientos de personas caminando hacia el gobierno municipal de San Antonio de los Baños, para reclamar contra el gobierno, los apagones, los problemas económicos y la falta de vacunación adecuada.

En menos de dos horas, nuevos videos y trasmisiones en vivo llegaron a las redes sociales, con protestas de cientos de personas en ciudades como Palma Soriano, Güines y Morón. Mientras tanto, por Whatsapp, Telegram y Facebook se convocó a manifestaciones en otras ciudades y se viralizaron videos y mensajes en todas las redes sociales.

La primera detención de un periodista se registró cerca de las 3 de la tarde. Fue Iris Mariño, de La Hora de Cuba, arrastrada violentamente y sin previo aviso fuera de la protesta pacífica en el casco histórico de Camagüey por agentes de civil de la Seguridad del Estado y de la Policía Nacional Revolucionaria.

Diez minutos después fueron arrestados Henry Constantín y Neife Rigau, en el mismo lugar. Orelvis Cabrera y Alberto Corzo fueron detenidos en Matanzas; Maykel González Vivero, en La Habana; Rolando Rodríguez Lobaina y Niober García Fournier, en Guantánamo. A las 4 de la tarde el presidente Díaz-Canel declaró por televisión que "la orden de combate está dada; a la calle los revolucionarios". Abrió así una represión profunda contra las protestas pacíficas.

Ese día no pudieron salir a la calle, por vigilancia policial afuera de sus casas, los reporteros Luz Escobar, Héctor Luis Valdés, Frank Abel García, Mary Karla Ares, Danilo Carrasco, Juan Manuel Moreno, Iliana Hernández, Mabel Páez, Reisel Acosta, Yhosan Torres, Onelsys Díaz, Jorge Luis Romero, Yusleidy Romero, Yanaisy Quesada, Flora Quiñones, Roilán López, Héctor Sierra, Ariorny Ramos, Yaima Cabrera, Wilfredo Fajardo, Ever Fonseca, Martha Liset Sánchez, Raúl Pérez, Aliena Palmero, Maikel Jiménez, Deisy Martínez, Vivian Feo, Manuel Martínez, Yanela Reyes, Orlidia Barceló, Carlos Cárdenas, Pedro Luis Hernández y María Matienzo. Esa restricción duró días y hasta semanas para algunos periodistas.

El fotógrafo Ramón Espinosa, de la AP, fue golpeado. El fotógrafo Iván Alcaraz, de la televisión estatal, fue arrestado. En los días siguientes fueron detenidos los reporteros Camila Acosta, Yosvani Sepúlveda y Pedro Luis Hernández.

El 11 de julio las autoridades cortaron el uso de todos los servicios de internet y telefonía móvil y bloquearon las principales redes sociales y servicios de mensajería. El apagón de internet duró tres días.

Desde entonces, muchos ciudadanos son perseguidos por publicar en sus redes sociales contenido molesto al régimen. Algunos recibieron "advertencias" de defensores del gobierno y citaciones policiales, solo por tener contenido de las protestas en las redes. La amenaza policial ordenaba borrar materiales o que dieran información sobre líderes de las protestas.

El 17 de agosto entró en vigor la más explícita mordaza legal a la libertad de expresión en Internet: Decreto-Ley 35 "De las Telecomunicaciones, las Tecnologías de la Información y la Comunicación y el uso del Espectro Radioeléctrica". También entraron en vigencia dos decretos del Consejo de Ministros y tres resoluciones del Ministerio de las Comunicaciones.

La resolución más nociva, la 108, recoge una lista de "incidentes de ciberseguridad" según diferentes niveles de peligrosidad. Califica de "muy alto" la "subversión social", descrita como "pretender alterar el orden público, alterar la indisciplina social"; justamente esta fue la medida esgrimida por policías, fiscales y jueces del régimen para detener, multar o encarcelar a cientos de los manifestantes del 11 de julio.

El ciberterrorismo se define como cualquier acción "mediante el uso de las TIC cuya finalidad es subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas y de masas, las estructuras económicas y sociales del Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o abstenerse de hacerlo".

Además, considera de peligro "alto", la divulgación "de noticias falsas, mensajes ofensivos, difamación con impacto en el prestigio del país" y la difusión "a través de las infraestructuras, plataformas o servicios de telecomunicaciones/TIC de contenidos que atentan contra los preceptos constitucionales, sociales y económicos del Estado, inciten a movilizaciones u otros actos que alteren el orden público; difundan mensajes que hacen apología a la violencia, accidentes de cualquier tipo que afecten la intimidad y dignidad de las personas".

El artículo 3 del Decreto-Ley 35 declara como primer objetivo: "Coadyuvar a que la utilización de los servicios de telecomunicaciones sean un ins­trumento para la defensa de la Revolución", lo cual indica el ánimo represivo y monopólico de las telecomunicaciones.

Se teme que la actualización del Código Penal incluya estas sanciones.

A raíz de la convocatoria de un grupo activista a la protesta del 15 de noviembre, empezó la represión contra los firmantes del documento. Sus casas fueron sitiadas y los cortes de las comunicaciones han vuelto a hacerse frecuentes para activistas y periodistas independientes.

El país sigue en manos de un régimen que gobierna con un manojo de leyes, cuya raíz está en la constitución impuesta en 2018 y que limita todos los derechos humanos y consagra la primacía de la voluntad de la cúpula gobernante.

Los periodistas y trabajadores de medios de prensa independientes que han sufrido cárcel o detenciones en el periodo son –además de los ya mencionados como detenidos a raíz del 11 de julio y de los que recibieron medidas de prisión o reclusión domiciliaria: Héctor Luis Valdés, Osmel Almaguer, Yoe Suárez, Leonel Rodríguez, Waldo Fernández, Mauricio Mendoza, la youtuber Ruhama Fernández, Jorge Enrique Rodríguez, Yoel Acosta y Enrique Díaz.

La totalidad de los encarcelamientos y detenciones incluye también interrogatorios, amenazas, incomunicación con familiares y abogados, suministro de agua y alimentación deficientes, entre otras violaciones de los derechos humanos del reportero.

Prohibiciones de salir a la calle, hechas a través de agentes apostados en las puertas de sus viviendas, medidas cautelares de reclusión domiciliaria o de llamadas telefónicas, han sufrido Camila Acosta, Luz Escobar, Roberto Rodríguez, José Antonio Fornaris, Amarilis Cortina, María Matienzo, Mary Karla Ares, Neife Rigau, Iris Mariño, Héctor Luis Valdés, Henry Constantín y Orelvys Cabrera.

Citados a "entrevistas", para ser interrogados o amenazados en dependencias policiales, fueron Vladimir Turró, Yadisley Rodríguez, Yusleidy Romero, Ariel Maceo, Yoe Suárez, Yadiris Luis, Mario Ramírez y Héctor Luis Valdés.

La youtuber Ruhama Fernández fue víctima de un allanamiento en su casa, en el que la despojaron de su equipo de trabajo.

El 13 de julio, la sede del medio independiente La Hora de Cuba, vivienda de Neife Rigau y Henry Constantín, sufrió un registro con más de 21 efectivos del Ministerio del Interior, mientras los periodistas estaban presos por tratar de cubrir las protestas del 11 de julio. Los agentes sustrajeron decenas de artículos de trabajo y ocio y les fotografiaron documentos y enseres privados. Les devolvieron los bienes tras ser liberados, pero algunos en mal estado.

En Santiago de Cuba sufrió registro y decomiso de bienes de trabajo el reportero José Antonio López.

Fueron multados o recibieron actas de advertencia por su trabajo los reporteros Yoe Suárez, Niober García, Iris Mariño, Rolando Rodríguez, Orelvys Cabrera, Neife Rigau, Henry Constantín y Yoel Acosta.

Cortes prolongados de sus servicios de internet y telefonía experimetaron Luz Escobar, Yoani Sánchez, Reinaldo Escobar, Neife Rigau, María Matienzo, Abu Dujanah Tamayo.

Amenazas a sus familiares o amistades sufrieron Augusto César San Martín y Neife Rigau.

Recibieron diferentes tipos de amenazas, además de todos los que fueron citados o detenidos y que se mencionan arriba: Jorge Enrique Rodríguez, Yoe Suárez, Yaima Pardo y Nachely Rivero.

Siguen con prohibición de viajar fuera de Cuba los reporteros y trabajadores de medios: Camila Acosta, Iliana Hernández, Luz Escobar, Reinaldo Escobar, Yoe Suárez, Anais Remón, Henry Constantin, Iris Mariño, Inalkis Rodríguez, Mario Ramírez, Sol García, Yunier Gutiérrez, Julio Aliaga, Víctor Manuel Domínguez, Niober García, Boris González, Odalina Guerrero, Leydis Tabares, Roberto de Jesús Quiñones y Rosalia Viñas.

Fueron arrestadas, citadas o interrogadas fuentes periodísticas y personas entrevistadas por Camila Acosta, Nachely Rivero y Henry Constantín.

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ETECSA multa "actividad subversiva" de periodista en Camagüey que dio “like a cosas graciosas contra los dirigentes”

José Luis Tan Estrtada, periodista independiente cubano (Tomado de Facebook)
José Luis Tan Estrtada, periodista independiente cubano (Tomado de Facebook)

Por segunda vez en menos de una semana, el periodista independiente José Luis Tan Estrada tuvo que presentarse en la Tercera Estación de Policía de la ciudad de Camagüey.

El comunicador fue multado con 3000 pesos por una supuesta “inspectora de ETECSA”, la empresa estatal que tiene el monopolio de las telecomunicaciones en Cuba.

“Esta vez, antes de entrar a la Estación de Policía, el oficial que estaba de guardia hizo que me quitara todo lo que traía puesto, menos el pantalón, para registrarme”, explicó Tan Estrada a Martí Noticias.

Según Tan Estrada, en esta ocasión fue "atendido" por el mismo policía que lo interrogó el sábado pasado: "Me dijo que unos minutos antes se habían reunido con el ‘grupo comunitario’ de la zona donde resido -yo no sabía que existía un grupo comunitario- para ponerles al tanto, entre comillas, de mi actividad subversiva”.

De acuerdo con el comunicador, el oficial “Manda a pasar a una inspectora de telecomunicaciones, una inspectoras de ETECSA, la cual traía un file cargado con muchas publicaciones mías y me dijo que me iba a aplicar una multa de 3000 pesos porque estaba violando el Decreto Ley Nº 370”, expuso.

Etecsa multa a periodista de Camagüey con 3000 pesos cubanos
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“Ahí me enseñó esa carpeta llena de hojas impresas con publicaciones mías tanto en Facebook como en Twitter (X), además de ‘likes’ a memes, comentarios, ‘likes’ a otras publicaciones, memes compartidos e, incluso, publicaciones del año pasado y, según expresó la inspectora, ‘le estaba dando ‘like’ a cosas graciosas contra los dirigentes”, relató Estrada.

El activista camagüeyano dijo que en este proceder “se ponen de manifiesto, una vez más, las manos represivas de la Seguridad del Estado, violando todos los derechos humanos contra quienes alzamos nuestras voces en contra de sus arbitrariedades y en contra de sus acciones represivas”.

Tan Estrada, fue acompañado a dicha entrevista por el también periodista y director de La Hora de Cuba, Henry Constantín, quien tildó de absurda la citación del Ministerio del Interior.

El vicepresidente regional para Cuba de la Sociedad Interamericana de Prensa dijo que ese organismo "ya está al tanto" de lo que ocurre con Tan Estrada.

En la entrevista del pasado sábado, la Seguridad del Estado amenazó a Tan Estrada con imputarlo de los cargos de incitación a delinquir, desobediencia y desacato, si no desiste de sus labores informativas y como activista de derechos humanos.

Desde su expulsión de la Universidad de Camagüey, donde impartía clases, hace poco más de un año, el joven ha sido víctima de varias detenciones, interrogatorios, campañas de descrédito por parte del Gobierno, y ataques y amenazas en las redes sociales y en programas de la televisión nacional.

(Con reporte de Yolanda Huerga para Martí Noticias)

Seguridad del Estado amenaza de nuevo a periodista cubano: esta fue su respuesta

José Luis Tan Estrada explicó que, durante el interrogatorio, el agente lo amenazó con procesarlo por varios cargos si no renunciaba al periodismo, a ayudar a las personas necesitadas y a su activismo en las redes sociales.
José Luis Tan Estrada explicó que, durante el interrogatorio, el agente lo amenazó con procesarlo por varios cargos si no renunciaba al periodismo, a ayudar a las personas necesitadas y a su activismo en las redes sociales.

La Seguridad del Estado trató de intimidar al periodista independiente y activista camagüeyano José Luis Tan Estrada con imputarlo de los cargos de incitación a delinquir, desobediencia y desacato, si no desiste de sus labores informativas y como activista de derechos humanos.

Tan Estrada recibió las amenazas durante un interrogatorio este sábado en la 3era Unidad de policía de Camagüey, adonde acudió tras ser citado.

“Cuando llegué me atendió un capitán de la PNR [Policía Nacional Revolucionaria]. El objetivo de la supuesta entrevista eran amenazarme para que deje de hacer periodismo independiente, para que deje de realizar mis labores humanitarias, de ayudar a las personas, y para que deje de denunciar en las redes sociales”, relató el reportero a Martí Noticias.

“Según el represor, yo estaba incitando a la gente a que hicieran muchas cosas y por tanto podría caer en delitos de desobediencia, desacato o de incitación. Alegó que yo había hecho algunas publicaciones contra los dirigentes de este país, que habían incentivado a que otras personas también hicieran lo mismo”, dijo.

Al comunicador le fue entregada una carta de advertencia en la que se enumeran los presuntos delitos en los que ha incurrido el comunicador.

“Yo lo único que le contesté es que yo no voy a dejar de hacer periodismo, voy a seguir ayudando a las personas y voy a seguir denunciando todas las arbitrariedades que comete el régimen comunista cubano contra su propia gente”, aseguró Tan Estrada.

Desde su expulsión de la Universidad de Camagüey, donde impartía clases, hace poco más de un año, Tan Estrada ha sido víctima de varias detenciones, interrogatorios, campañas de descrédito por parte del Gobierno, y ataques y amenazas en las redes sociales y en programas de la televisión nacional.

El periodista recordó que la última vez que lo detuvieron fue en febrero de este año, cuando se dirigía a entregar medicinas e insumos al Hospital Pediátrico de Camagüey. En aquella ocasión, los agentes de la policía política le confiscaron los aperos y fue conducido a Villa María Luisa, sede de la Seguridad del Estado en la capital camagüeyana, y liberado pocas horas después.

Cuba restringió el servicio de internet durante las protestas de este domingo

Protestas este domingo en Santiago de Cuba y Bayamo / Captura de video
Protestas este domingo en Santiago de Cuba y Bayamo / Captura de video

El monopolio de las Comunicaciones en Cuba, ETECSA, restringió el servicio de internet en la tarde de este domingo cuando los cubanos salieron a las calles a protestar por la escasez de comida y los continuos apagones en varias ciudades del país.

La caída en el tráfico se prolongó durante unas cinco horas, según la empresa de seguimiento de redes Kentik, con sede en San Francisco, California.

“Estamos viendo una caída de cinco horas en el tráfico hacia Cuba coincidiendo con informes de una interrupción en el servicio móvil luego de las protestas en Santiago de Cuba. La caída del tráfico comenzó a las 19:20 UTC (3:20 p. m. ET) y duró hasta las 00:30 UTC (8:30 p. m. ET)”, informó en X Doug Madory, director de análisis de internet de la compañía.

En declaraciones a The Wall Street Journal, Madory explicó que lo ocurrido fue similar al corte de julio de 2021 “cuando el gobierno cubano deshabilitó el servicio de internet móvil en respuesta a las protestas”.

Este domingo, el informe de transparencia de Google mostró una caída de más del 20% en el tráfico a los servicios de búsqueda web de Google con respecto a las 24 horas anteriores.

Usuarios en las redes sociales y activistas reportaron problemas con el servicio en el mismo horario que Kentik reporta la caída del tráfico.

“Etecsa cómplice, tienen el ancho de banda de los datos en el piso”, dijo la activista conocida en las redes como Lara Crofs.

Cerca de las seis de la tarde la periodista Yoani Sánchez, directora de 14ymedio, reportó problemas para conectarse a internet.

"Apenas tenemos internet, por si cortan todo el acceso solo me queda decir que si Santiago de Cuba fue la cuna de la Revolución, según dice la propaganda oficial... quizás pueda ser su tumba. Cuna y tumba”, denunció en la red social X.

Al mismo tiempo otros usuarios reportaban mala conexión en varias provincias del país.s.

Los primeros reportes de las protestas comenzaron alrededor de las cuatro de la tarde en Santiago de Cuba, donde cientos de ciudadanos salieron a las calles gritando "corriente", "comida", "libertad" y "patria y vida".

Horas después, Martí Noticias confirmó manifestaciones en Bayamo, provincia de Granma, y en el poblado de El Cobre, en Santiago de Cuba. Esa misma noche los cubanos salieron también en Santa Marta, Cárdenas y en la barriada de Los Mangos, en la ciudad de Matanzas.

Cuba tiene un historial de apagones de internet durante las manifestaciones. En la mayoría de los casos son cortes por períodos cortos (menos de 24 horas) y en zonas específicas, según sitios especializados en el tema.

“No es un mecanismo que inventó el régimen cubano. Organizaciones como Access Now y Freedom House registran que otros gobiernos autoritarios utilizan el mismo método ante una protesta o en medio de un contexto de elecciones. Lo hacen para intentar que las imágenes y videos no salgan a la luz pública en tiempo real”, explicó a Martí Noticias Norges Rodríguez Almiñán, CEO de YucaByte, en un análisis sobre el tema publicado el pasado año.

Para Ariel Coro, analista y experto en tecnología, el régimen cubano se ha limitado a estos cortes de poca duración porque en su mentalidad, aparentemente, son más efectivos, y las estrategias a largo plazo de censura requieren equipos caros”.

“Se sabe que ellos están utilizando equipos Huawei (empresa tecnológica multinacional china) de inspección profunda, de paquetes que pueden ver dentro de las conexiones para deshabilitar conexiones específicas. Estos equipos son caros, utilizan procesadores avanzados y, por supuesto, tienen el potencial de hacer que el tráfico sea mucho más lento, pero en este momento ellos lo que tienen es un reguero de conexiones", comentó.

"En algunos lugares están utilizando estos equipos de inspección de paquetes o sistemas de prevención de intrusión o firewall [cortafuegos] de Internet más avanzados, pero, por otro lado, están haciendo bloqueos simples de paquetes o, sencillamente, cortando las conexiones”, precisó.

OPINIÓN/ Carlson, Duranty y Matthews: integridad periodística y agenda

Vladimir Putin habla durante una entrevista con el presentador de televisión estadounidense Tucker Carlson en Moscú, Rusia, el 6 de febrero de 2024. Sputnik/Gavriil Grigorov/Kremlin vía REUTERS
Vladimir Putin habla durante una entrevista con el presentador de televisión estadounidense Tucker Carlson en Moscú, Rusia, el 6 de febrero de 2024. Sputnik/Gavriil Grigorov/Kremlin vía REUTERS

MIAMI, Estados Unidos. – El periodismo representa una de las profesiones más nobles que puede ejercer el ser humano. En su esencia prevalece la búsqueda de la verdad, encuéntrese esta donde se encuentre. Vinculados a los pilares del periodismo están los valores universales de la libertad y la justicia.

Sin embargo, la historia nos demuestra que existen periodistas motivados por intereses ideológicos y materiales. Estos han demostrado que prefieren promover agendas nefastas y ofuscar la verdad, sean cuales sean las repercusiones.

El periodista estadounidense Tucker Carlson, quien hasta el año pasado trabajó para la cadena Fox, viajó a Moscú para entrevistar al gobernante ruso Vladímir Putin. Durante la entrevista, Putin justificó su invasión de Ucrania, repitiendo su retórica imperialista basada en una historia tergiversada de Rusia, Ucrania y la geopolítica europea.

Identificado, por convicción o por conveniencia, con el líder del Kremlin, Carlson se reservó cualquier pregunta afilada que pudiera incomodar a Putin. La integridad periodística de Carlson deja mucho que desear y representa un cambio radical del periodista respetado que conocí hace 20 años cuando yo era estudiante universitario.

Este tipo de periodismo servil no es nuevo. En 1932, el periodista estadounidense Walter Duranty, jefe del buró de Moscú de The New York Times, ganó el Premio Pulitzer por sus reportajes sobre la Unión Soviética. Sin embargo, en sus reportajes, Duranty negó que hubiera una severa hambruna en la Unión Soviética entre 1930 y 1933. Como parte de esta hambruna, la historia recoge el Holodomor, la hambruna ocurrida en Ucrania entre 1932 y 1933. Se estima que entre 5,7 y 8,7 millones de personas perecieron en dicha hambruna, conocida en la historia como la Gran Hambruna Soviética.

Walter Duranty, durante un almuerzo de la Asociación de Corresponsales Extranjeros en su honor el 16 de abril de 1936 en Nueva York.
Walter Duranty, durante un almuerzo de la Asociación de Corresponsales Extranjeros en su honor el 16 de abril de 1936 en Nueva York.

Otro periodista de The New York Times, Herbert Matthews, obtuvo notoriedad al viajar a Cuba en 1957, durante plena insurrección cubana, con el fin de entrevistar a Fidel Castro.

En sus artículos, demostró que Castro había sobrevivido el desembarco del yate Granma, desmintiendo el alegato del gobierno de Fulgencio Batista que había anunciado la muerte en combate del líder guerrillero.

A su vez, Matthews ayudó a pintar la imagen, vendida y consumida por gran parte de la población estadounidense, de un joven líder democrático y anticomunista que luchaba por la libertad de Cuba.

Al publicarse la entrevista de la Sierra Maestra, la percepción de Castro en Estados Unidos, particularmente en las esferas gubernamentales, comenzó a cambiar. Sin lugar a dudas, esta entrevista contribuyó a que Estados Unidos le retirara su apoyo al gobierno de Batista y apoyara la llegada de Castro al poder.

Herbert L. Matthews entrevista a Fidel Castro en la Sierra Maestra.
Herbert L. Matthews entrevista a Fidel Castro en la Sierra Maestra.

El periodismo servil utiliza una estructura familiar mediante un intercambio de preguntas y respuestas. Subyuga al periodista, quien muchas veces reduce su papel al de moderador del monólogo del entrevistado. Sin embargo, el periodista también le saca provecho a la situación, ya que la entrevista le sirve para promover su narrativa ideológica y política sobre el tema en cuestión.

La entrevista de Carlson a Vladímir Putin tiene un objetivo claro: ayudar a enaltecer la imagen del Kremlin y debilitar el apoyo estadounidense e internacional al Gobierno y el pueblo de Ucrania. Este objetivo recalca lo más peligroso del periodismo servil: su alcance y popularidad.

En los primeros tres días después de la salida al aire de su entrevista, esta tuvo 14 millones de vistas en YouTube y 185 millones de vistas en X (la plataforma anteriormente conocida como Twitter). Este alcance se debe a la facilidad de compartir videos como este con varias personas y a la habilidad de ver la entrevista después de salir al aire.

Sin embargo, el periodismo servil tiene importantes limitaciones que impiden su éxito a mediano y largo plazo. La entrevista de Carlson no tuvo el mismo nivel de popularidad dentro de Rusia. A su vez, los reportajes de Herbert Matthews han sido ampliamente criticados en las décadas después de su publicación, y su integridad periodística ha sido fuertemente cuestionada. En el caso de Duranty, no han sido pocos los llamados por parte de intelectuales, periodistas y otros de que le sea retirado el Premio Pulitzer. Al mismo tiempo, el daño se hizo y tuvo efectos a corto plazo.

Otra característica que distingue al periodismo servil es que la historia no perdona a los que lo ejercen. Gracias a la palabra escrita y grabada, los periodistas que lo ejercen no pueden escapar de su complicidad contra los valores integridad, libertad y justicia que definen al periodismo.

Con la muerte en prisión del opositor ruso Alexéi Navalny este 16 de febrero, a escasos días de la entrevista de Carlson, el servilismo del periodista estadounidense se evidencia aún más. En el juicio con la historia, las acciones de Carlson mancharán su reputación y lo expondrán ante los estudiantes de la profesión como ejemplo del periodismo servil que deben evitar a lo largo de sus carreras.

(Este artículo fue publicado originalmente en Cubanet y se reproduce en Martí Noticias con la autorización de su autor el doctor en Ciencias Políticas Daniel I. Pedreira)

Condenan ataque cibernético al Instituto Cubano de Libertad de Expresión y Prensa

FOTO ARCHIVO. El ICLEP denunció que los hackers lograron violar el protocolo de seguridad del servidor de su web, infiltrar los archivos, cambiar la configuración y suplantar la web con una imagen.
FOTO ARCHIVO. El ICLEP denunció que los hackers lograron violar el protocolo de seguridad del servidor de su web, infiltrar los archivos, cambiar la configuración y suplantar la web con una imagen.

El Instituto Cubano de Libertad de Expresión y Prensa, ICLEP, denunció un ataque cibernético a su sitio web, ocurrido el miércoles.

En un comunicado divulgado este viernes la organización asegura que "tras una minuciosa investigación", identificaron que el ataque proviene de "servidores ubicados en China", pero puede haber sido "enmascarado por una VPN, lo que hace más compleja la atribución del ataque".

La ONG sin ánimo de lucro, fundada en el 2012, informó que los perpetradores lograron violar el protocolo de seguridad del servidor, infiltrar los archivos, cambiar la configuración y suplantar la web con una imagen.

"Este incidente comprometió brevemente la integridad de nuestros servicios en línea y representó una seria amenaza para la promoción de la libertad de expresión y prensa en Cuba", denunció el instituto.

La organización Artículo 19, que vela por la libertad de expresión y prensa, condenó el ataque cibernético.

Claudia Ordoñez, oficial de campañas de Artículo 19, lamentó lo ocurrido al importante medio independiente cubano, que se nutre de una red de medios de comunicación comunitarios y observadores que verifican, documentan y registran hechos violatorios a estos derechos.

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"Desde 2020, hemos documentado un número elevado de agresiones contra periodistas que colaboran en el ICLEP, que van desde detenciones arbitrarias, amenazas, actos de tortura, desaparición forzada de corta duración, allanamientos a las viviendas de las personas colaboradoras", recuerda Artículo 19.

"Expresamos nuestra solidaridad y apoyo a la importante labor informativa que realiza el ICLEP, en medio de un contexto de sistemático acoso, censura y exilio de periodistas, en el que va ganando terreno la desinformación oficial. Demandamos del Estado garantías para el ejercicio periodístico en Cuba y a la comunidad internacional seguir denunciando y señalando la responsabilidad del Estado en esta materia", indicó Artículo 19.

Desde el 2016, el ICLEP monitorea, documenta y redacta un informe temático, cada año, sobre hechos violatorios a la libertad de expresión y prensa.

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