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La nueva llave de los dictadores


la nueva llave que utilizan los nuevos pichones de dictadores en el mundo para asaltar, violar y terminar con los procesos democráticos es cambiar la letra de las constituciones a favor de sus grupos políticos y por eso los ciudadanos y aquellos políticos con ética deben estar ojo avizor y no permitir esa canallada.

La destitución del presidente Manuel Zelaya en Honduras por las fuerzas armadas de ese país, alentadas por grupos políticos opuestos al derrocado mandatario y amparados en la propia constitución, representó una terrible equivocación política, ya que cambiaron la historia y posibilitaron que un ladino y aprendiz de dictador se convirtiera en una víctima.

Las acciones del congreso hondureño transformaron de un tirón el papel de verdugo democrático que protagonizaba Zelaya, con el presunto cambio a la constitución del país, a ser un hombre perseguido por fuerzas oscuras y reaccionarias que dividieron a la nación, cuando ese papel lo interpretaba el propio Zelaya al querer cambiar la carta magna del país para su provecho político.

El político norteamericano Hubert H Humphrey acuñó una frase que resume la pifia de los opositores de Zelaya en el país centroamericano en aquel momento. “Errar es humano, culpar a otro es política”.

Es cierto que muchos pichones de dictadores latinoamericanos de fuerte presencia populista, utilizan en la actualidad el juego democrático para cambiar las cartas magnas de sus respectivos países y mantenerse de manera indefinida en el poder. El caso de la fallida pretensión de Zelaya no es aislado.

El ex-magistrado boliviano, Arturo José Rivera Santivañez, señaló en su trabajo “La reforma constitucional en América Latina” a 82 de estos cambios en ocho países de la región.

Según el jurista, Argentina tiene seis (6) reformas constitucionales entre 1853 y el año 2002.Le sigue Brasil, país que aprobó su primera Constitución en 1824 y que desde entonces y hasta el 2002 acumuló 7 reformas.

Bolivia totaliza 18 reformas o cambios constitucionales, entre 1826 y el 2002.Después viene Colombia, país que entre 1810 y 1991 cuenta con nueve constituciones. La última, la de 1991, recibió entre ese año y el 2002, once reformas.

Ecuador también efectuó 18 cambios a su Carta Magna hasta el 2002. Sin embargo, hoy goza de una nueva constitución, aprobada referendo el 28 de septiembre de 2008. Paraguay, tuvo su primera constitución, apenas en 1870, y le formuló hizo cinco cambios hasta el año 2002.

Perú, desde la Constitución de Huancayo, aprobada en 1839 y hasta el 2002 realizó 7 reformas a esa Carta Magna. Venezuela hizo 25 innovaciones a sus constituciones, en los 187 años que transcurrieron entre 1811 y 1998.

Guatemala rechazo un paquete de 50 modificaciones destinadas a consagrar en la constitución los acuerdos de paz firmados por el gobierno y la guerrilla guatemalteca, que bajo el auspicio de Naciones Unidas, puso fin a 36 años de guerra civil.

En la República Dominicana el último cambio constitucional sirvió para asegurar la reelección presidencial y que el actual presidente Leonel Fernández pueda presentarse todas las veces que quiera a la justa presidencial.

La Constitución es la Ley Fundamental de la organización del Estado. Sobre ella descansa el ordenamiento de la vida política, económica y social de un país, y cada nación, con base en sus principios y valores supremos, organiza su particular sistema normativo.

Como se puede apreciar, los nuevos líderes latinoamericanos embriagados del dulce sabor del poder solo tratan de cambiar ese ordenamiento con el hecho de permanecer en el poder todo el tiempo que puedan en lo que al final se convierte en una dictadura. Ya estos jerarcas extremistas no utilizan las armas, ahora aprovechan los votos para asumir un poder absoluto frente al estado.

Lo curioso es que los países de una solida democracia, como Estados Unidos no cambian su constitución, inmóvil desde hace 212 años y otros como Francia la transforma solo para reducir los términos del poder del mandatario.

Nicolás Sarkozy incorporó la solución de limitar el ejercicio presidencial a dos mandatos. Quiere decir esto que ningún jefe del Estado francés podrá permanecer en el cargo más allá de 10 años consecutivos.

Al analizar lo ocurrido en el 2009 en Honduras con la expulsión de Zelaya del sillón presidencial, uno se pregunta si al final ese el camino que deben recibir estos pichones de dictadores, quienes toman así su propio caldo cuando son sacados por la fuerza. Pero ante ese deseo de tomar la justicia por las manos nos llega el pensamiento del romano Marco Aurelio Cicerón en los albores de la humanidad.

“La aspiración democrática no es una simple frase reciente de la historia humana: es la historia humana” y esa misma historia, cambiada, vilipendiada y muchas veces olvidada nos recuerda que al final los acontecimientos le pasan por encima a estos tiranuelos.

Claro algunos sobreviven medio siglo como es el caso cubano, otros deliran e imponen su voluntad mediante el dinero como Hugo Chávez. Pero al final la democracia es el mejor sistema de gobierno creado por las fuerzas políticas y debemos respetarlo.

Ahora sin lugar a dudas la nueva llave que utilizan los nuevos pichones de dictadores en el mundo para asaltar, violar y terminar con los procesos democráticos es cambiar la letra de las constituciones a favor de sus grupos políticos y por eso los ciudadanos y aquellos políticos con ética deben estar ojo avizor y no permitir esa canallada. Los periodistas deben denunciarlo. Cada dictador que surja potencia las presuntas muerte sde millones de personas.

Una escritora cubana abordó muy agudamente este tema y dijo con ironía que “solo los tontos escribimos de política tercermundista”. Sobre ese parecer de la aguda narradora solo cito a George Bernard Shaw. “Solo los tontos han creado progreso en el mundo, porque los listos se han adaptado a lo que había sin necesidad de inventar”.

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