Por lo menos diez subversivos dispararon contra un autobús que se disponía a recoger en el hotel al director de una compañía turca.
Todos los ocupantes del vehículo, entre ellos cinco iraquíes, murieron y los asaltantes secuestraron al empresario turco que dirige la empresa constructora. La firma trabaja para las tropas norteamericanas y el Gobierno interino de Iraq.