Moratinos dijo a un comité del Congreso de los Diputados que España critica a Cuba cuando lo tiene que hacer, como en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, pero también quiere establecer un diálogo para lograr avances en las cosas que tienen que mejorar.
Reconoció que las expulsiones de diputados y periodistas europeos que pretendían asistir a la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba fueron un elemento negativo, pero afirmó que se han registrado progresos, entre los que mencionó el Congreso de la disidencia, que fue celebrado a todo riesgo y a pesar de represalias del régimen totalitario.
El portavoz del Partido Popular, Gustavo de Arístegui, demandó que España impulse en la Unión Europea la reanudación de las sanciones diplomáticas impuestas al régimen cubano tras la ola represiva de 2003, pero suspendidas temporalmente en enero pasado a instancias del actual gobierno socialista español.
El portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Eduardo Zaplana, acusó al canciller de España, Miguel Ángel Moratinos, de haberse convertido en el abogado de Fidel Castro ante la Unión Europea.
Durante la sesión de la Comisión de Asuntos Exteriores, Zaplana dijo que Moratinos sólo aboga a favor de Castro, pero no se puede colaborar con lo que calificó como una de las dictaduras más duraderas del planeta.
En la dictadura hay que apoyar siempre a los demócratas, enfatizó el político opositor español, y sentenció que “por mucho que se pase la mano por el lomo del tigre, éste no se convertirá en vegetariano”.
Por su parte, Moratinos afirmó que para valorar los resultados de la nueva política de Madrid hacia el gobierno de Cuba es preciso comparar la situación y los resultados desde junio 2003 hasta abril 2004.
En ese sentido, el ministro español de Asuntos Exteriores mencionó la excarcelación de varios disidentes y la posibilidad de un diálogo con la oposición cubana.