Ann Cooper, Directora Ejecutiva del Comité, señaló que esos cuatro países van contra la corriente internacional. Añadió que el encarcelamiento generalizado de periodistas se practica sólo por aquellos países que desconfían de sus propios ciudadanos y poco les importa la opinión del resto del mundo.
El informe revela que por ejercer su profesión, 122 periodistas de 20 países guardaban prisión al 31 de diciembre de 2004. Por lo general, a los comunicadores se les acusa de delitos contra el Estado, lo que según Cooper, demuestra la propensión de los gobiernos represivos que encarcelan a quienes critican los asuntos públicos.
Al menos nueve periodistas cumplen penas de prisión por delitos de difamación, calumnia o desacato. Los gobiernos también utilizaron otras acusaciones, entre ellas incitar a la alteración del orden público, diseminar noticias falsas y violar normas de prensa restrictivas.
Por sexto año consecutivo China ocupa el primer lugar de la lista con 43 periodistas presos, seguida de Cuba en el segundo lugar con 23, un sombrío legado de la masiva embestida gubernamental de marzo de 2003 contra la prensa independiente y la disidencia política.