El editorial subraya en su título que "Cuba encarcela a cientos de presos políticos" y agrega que aunque se dé la bienvenida a la reciente liberación de 10 presos políticos cubanos enfermos en los dos últimos meses, "Mucho mejor sería que el régimen pusiera en libertad a más de 300 presos políticos, comenzando por los disidentes que padecen enfermedades que les amenazan la vida".
El editorial subraya que la decisión del régimen de libertar a unos pocos cautivos no significa que se haya ablandado el estado policiaco, pues se trata "de un retorno deliberado a tácticas viejas: Cuando sube la temperatura, el dictador pone en libertad a presos que en primer lugar nunca debieron haber sido encarcelados. Frecuentemente pretende hacer ver que las liberaciones son regalos hechos a visitantes prominentes, como el Papa, Jesse Jackson y Gabriel García Márquez".
El editorial señala que la presión internacional "no debe aliviarse hasta que el gobierno cubano liberte a todos los presos políticos y respete los derechos humanos, civiles y políticos. Debe continuar hasta que comience la transición hacia la libertad y la democracia" en la isla.
El editorial concluye que todavía están encarcelados disidentes de "edad avanzada y con enfermedades peligrosas que no deben estar en celdas húmedas y oscuras ni negárseles asistencia médica en las prisiones cubanas. Entre ellos están Oscar Elías Biscet, Oscar Espinosa Chepe, Héctor Palacios, Raúl Rivero y Marta Beatriz Roque".