Enlaces de accesibilidad

Neuritis óptica


En fin que los contrarrevolucionarios confunden, mienten y engañan, como el imperio, que siempre trata de minimizar la monumental obra de la revolución. Esa revolución que combatió duramente contra esa epidemia de la neuritis óptica y en vez de más carne, más pollo y más alimentos, entonces nos recetó pastillas de vitaminas.

Ahora en medio del grito histérico mundial contra la terrible gripe porcina, o H1N1 como la llaman también, recuerdo que los cubanos en la década de los 90 tuvimos nuestra propia epidemia: la neuritis óptica.

Pérdida de visión y dificultades motoras fueron síntomas que aparecieron entre los cubanos en aquel entonces y los casos con esos malestares comenzaron a llenar los hospitales.

Pinar del Río fue una de las provincias más azotada con este mal que se regó como pólvora por todo el archipiélago que sufría en aquellos días del llamado periodo especial.

El periodo especial, para aquellos que no son cubanos, es fácil de explicar. Es decir que aquellos momentos teníamos menos alimentos, menos transporte y menos medicinas por culpa del bloqueo imperialista. (Shhh, no pregunten por los disparates económicos, ni las torpezas políticas, shhhh).

Teníamos menos de todo, pero ¡Ah!....¡¡ Teníamos al comandante en jefe!!...Nuestro líder todopoderoso, una suerte de Google humano, de Moisés sin las tablas, de Noé sin el arca, de Mahoma sin el arcángel Gabriel, de Michael Jordán… bueno de Michael Jordán no, porque es negro...y ese color no es muy bien visto en el Olimpo revolucionario, pero en fin teníamos a nuestro héroe.

Tan rápido como decir “me arranco un pelo de la barba”… (Ahora tengo dudas ¿ese no era el viejito Jotavich el de los cuentos infantiles? El comandante reunió a todos los médicos para detectar que enfermedad nos cegaba para ver la obra revolucionaria.

Y dicen viejas leyendas urbanas que en una de esas reuniones el comandante dijo que la enfermedad era cosa de la CIA, del maldito imperio yanqui que una vez más trataba de joder la obra revolucionaria. Dicen esa viejas leyendas urbanas que el doctor Héctor Terry le dijo al comandante que olvidara la conspiración de la CIA y del imperio, que el problema de los cubanos era, como dice en la actualidad el filosofo Pánfilo, un problema de jama, de iria, de féferes, en fin que el problema era de COMIDA...

Dicen esas viejas leyendas urbanas que el comandante montó en cólera, como buen Zeus o Aquiles, claro sin Patroclo y puso en su lugar a Terry, que dicho sea de paso es negro, algo terrible también. ¿Cómo alguien le va a decir al comandante que su pueblo tenía problemas de comida y mucho menos se lo va a decir un negro y además lo contradice en la conspiración de la CIA?. Por supuesto que Terry salió como bola 8 del billar de su puesto en el Ministerio de Salud. Días después el comandante bajó este discurso. Prometo que será solo un fragmento no dejen de leer por favor.

“Debo decirles que los programas alimentarios eran programas priorizados de la Revolución antes de la epidemia; pero aun más, antes del período especial. No se imaginan ustedes la cantidad de centros de cría de aves que estábamos haciendo para incrementar una producción de huevos y carne de ave que ya era alta; los cientos de nuevas vaquerías que estábamos construyendo para incrementar un consumo de leche que ya era alto, independientemente de la que se importaba; los cientos de centros porcinos que se venían construyendo, además de los que teníamos con una producción relativamente alta. Todo esto antes del período especial y antes de cualquier epidemia, como un programa lógico para mejorar la alimentación, que ya era bastante buena, sobre todo en el sentido de que estaba bien distribuida, les llegaba a todos. Cuando decíamos 3 000 calorías per cápita, era, como regla, 3 000 calorías para todos los ciudadanos; cuando decíamos 70, 75 u 80 gramos de proteínas de origen animal y vegetal —la mayor parte era de origen animal—, eran 70 u 80 gramos que recibía toda la población, sin contar la que la población campesina consumía.”.

Hola… ¿Todavía están por aquí? Bueno entonces me quieren. Eso dijo nuestro héroe el 15 de julio de 1994.

No entiendo entonces como, en un informe publicado por el Instituto de Nutrición e Higiene Alimentaria, reconoció en el 2000, que "la dieta media en las provincias orientales aporta menos del 80% del nivel mínimo recomendado de proteínas, menos del 50% del nivel mínimo recomendado de grasas y un nivel de vitaminas y minerales insuficientes para mantener la salud". Mentira, este informe no es serio. El comandante nos daba una pila de calorías...

En fin que los contrarrevolucionarios confunden, mienten y engañan, como el imperio, que siempre trata de minimizar la monumental obra de la revolución. Esa revolución que combatió duramente contra esa epidemia de la neuritis óptica y en vez de más carne, más pollo y más alimentos, entonces nos recetó pastillas de vitaminas.

XS
SM
MD
LG