Las fuerzas de seguridad dispararon un cañón de agua contra residentes de Kafar Darom atrincherados en el tejado de la sinagoga para evitar que los desalojaran y la policía removió montones de sillas y escombros que bloqueaban la puerta del templo y sus cerrajeros forzaron la cerradura.
Un manifestante izó la bandera israelí sobre la sinagoga. Dentro del templo, la policía rodeó a un muchacho que se había envuelto con una bandera israelí y cuando los agentes no pudieron persuadirlo para que saliera voluntariamente, se lo llevaron a la fuerza. Hicieron lo mismo con cientos de otros jóvenes judíos que estaban atrincherados allí.
Se llevaba a cabo con más rapidez que la esperada la evacuación de 21 colonias judías en la Franja de Gaza y cuatro de los 120 enclaves situados en Cisjordania (Margen Occidental) según el plan de Sharón para terminar el conflicto con los palestinos, que en su mayoría aplauden el desalojo como un primer paso para dejar libre de israelíes el territorio donde quieren fundar un país palestino independiente.
Se informó que el 80 por ciento de los judíos de Gaza ya se habían ido el jueves voluntariamente o habían sido forzados a irse. Más de 50,000 policías y soldados eran utilizados en la evacuación.
Antes de que se usara la fuerza, en vano se había intentado que los que se oponían se fueran a las buenas de la sinagoga de Kafar Darom. Mientras tanto, los soldados y policías golpearon las puertas de las casas y ordenaron que salieran los ocupantes. Gritando y llorando algunos tuvieron que ser sacados a rastras.
“No nos sacarán de la tierra de Israel”, gritó un hombre barbudo que se había amarrado a una escalinata. Los soldados cortaron sus amarradas y se lo llevaron. Muchos judíos creen que Gaza es parte del Israel bíblico.
Las tropas también se llevaron a un soldado que rehusó tomar parte en el desalojo.