Los europeos comenzaron a celebrar desde el viernes la unificación del continente el primero de mayo, día señalado para que los 10 países que pertenecieron al Pacto de Varsovia creado por la desaparecida Unión Soviética, se unan a sus antiguos enemigos de Occidente en una expandida Unión Europea con población de 450 millones.
Los nuevos países son Chipre, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia. Su ingreso aumenta a 25 el número de miembros de la Unión.
Sobre la ondeante bandera de la Unión Europea (estrellas en un campo azul) los fuegos artificiales iluminarían el firmamento en toda Europa, desde los países occidentales hasta los países orientales, marcando el punto final de la fase de eliminación total al recuerdo de cinco décadas de dictadura soviética que siguieron a la Segunda Guerra Mundial.
El Presidente de la Comisión Europea, el italiano Romano Prodi, dijo que la expansión "es una hazaña asombrosa" que borra las divisiones que la Guerra Fría creó.
El ex Presidente de Polonia y ex líder del sindicato Solidaridad, Lech Walesa, manifestó que la incorporación de los 10 países mencionados, "es un sueño convertido en realidad".
"El ingreso de Polonia en la Unión Europea culmina mis sueños y mi misión de toda la vida", subrayó Walesa, cuyo movimiento Solidaridad derribó al comunismo en Polonia en 1989.
El Primer Ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, comentó que la ampliación beneficia la seguridad y prosperidad de su país y de toda Europa.
La expansión de la Unión Europea entraba en efecto a las 2200 horas del Meridiano de Greenwich, aunque Chipre y las ex repúblicas soviéticas de Estonia, Latvia y Lituania celebraban su ingreso desde una hora antes, porque se encuentran un huso horario al este del grueso del continente europeo.
En uno de los primeros eventos de la serie que abarca dos días, los gobernantes de Austria, Italia y Eslovenia se dieron la mano y pronunciaron discursos en la cumbre de 1,500 metros de altura del Monte Tromeja de los Alpes. Ese es el lugar donde convergen las fronteras de sus respectivos países.
"¡Eslovenia, bienvenida a Europa!", exclamó el canciller austriaco Wolfgang Schuessel.
Todos esos líderes manifestaron que la expansión de la Unión es un triunfo histórico y se esforzaron por restar fuerza al temor de que pudiera ser un empeño demasiado costoso.
El canciller Gerhard Schroeder, de Alemania, que ha contribuido a sustanciar ese temor con sus recientes quejas de que los nuevos miembros tienen una escala tributaria mucho más baja, dice ahora que, después de todo, Alemania tiene mucho que ganar en la nueva Unión. "Probablemente Alemania ganará con la expansión", dijo en la cémara baja del parlamento.
La expansión europea convierte a la región en el mayor mercado de libre del mundo.
Junto con la pompa y ceremonia oficiales que culminarán con la primera conferencia en la cumbre de la ampliada Unión Europea en Dublín, Irlanda, se celebraban algunos actos poco ortodoxos.
Los lituanos encenderían las luces en todo el país para que el territorio apareciera iluminado en las fotografías tomadas por satélites. Los húngaros amontonarían pertenencias indeseadas en la plaza central de Budapest y en Estonia, 20,000 voluntarios comenzarían a sembrar un millón de árboles.