El líder disidente Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, cree que las excarcelaciones no significan que el régimen tenga el propósito de llevar a cabo una liberación masiva de disidentes encarcelados que, según Sánchez Santacruz, suman más de 300. Vaticinó que, al contrario, habrá más represión e intolerancia.
Otro líder de la oposición, Oswaldo Payá Sardiñas, declaró que las excarcelaciones no indican un cambio en la política represiva del régimen castrista. Considera que son un hecho aislado. Denunció que los disidentes y sus familias "estamos bajo una campaña represiva brutal … están amenazando a las esposas de los prisioneros en una actitud absolutamente cobarde. Se están personando en sus casas para amenazarlas".
Payá ha ganado el Premio Sajarov que concede el Parlamento Europeo a quienes se destacan como defensores de los derechos humanos. Dirige el Movimiento Cristiano Liberación y promueve el Proyecto Varela, de su creación, para gestionar que, dentro de las propias leyes socialistas, el gobierno comunista celebre un referendo sobre reformas políticas y sociales en la isla.
Valdés Tamayo cumplía condena de 15 años de prisión. Es el segundo opositor al régimen comunista que es puesto en libertad del grupo de 75 disidentes que en 2003 fueron detenidos y condenados a fuertes penas de prisión. El primero de ese grupo fue Julio Antonio Valdés Guevara, excarcelado a fines de abril pasado con una grave enfermedad de riñones.
Valdés es el líder del grupo oposicionista Hermanos Fraternales por la Dignidad y al ser excarcelado el miércoles por la tarde, se encontraba hospitalizado con una enfermedad grave del corazón.
El martes de esta semana el prisionero de conciencia Leonardo Bruzón Ávila, líder del grupo Movimiento Pro Derechos Humanos 24 de Febrero, fue puesto en libertad inesperadamente después de haber estado preso durante dos años sin haber sido sometido a juicio y declaró que partirá próximamente hacia Francia para seguir luchando por la libertad del pueblo de Cuba.
El martes otros tres disidentes fueron excarcelados después de haber permanecido en prisión más de dos años sin ser sometidos a juicio. Estos fueron Carlos Alberto Domínguez, Emilio Leyva y Lázaro Miguel Rodríguez, que junto con Bruzón Avila fueron detenidos el 23 de febrero del 2002 en la víspera de un acto en homenaje a los cuatro aviadores de Hermanos al Rescate cuyas avionetas desarmadas fueron derribadas en el espacio aéreo internacional del Estrecho de la Florida, por aviones de combate de Fidel Castro en 1996. Los cuatro aviadores murieron. Tres eran ciudadanos de Estados Unidos nacidos en Cuba. El cuarto era un cubano residente que había escapado de Cuba en una frágil balsa.
Bruzón, Domínguez, Leyva y Rodríguez, estaban acusados de desorden público, desobediencia y resistencia al arresto, pero nunca fueron juzgados.
Bruzón dirige el ilegal Movimiento 24 de Febrero, Domínguez es un periodista independiente y Leyva y Rodríguez pertenecen al Partido Pro Derechos Humanos, al cual también el régimen considera ilegal y subversivo.
"Me han soltado porque saben que mi estado de salud está quebrantado, que mi cuerpo está enfermo", dijo Valdés Tamayo cuando llegó el miércoles por la noche a su domicilio en las afueras de La Habana. "No tengo muchas esperanzas de estar mucho tiempo fuera de la cárcel, porque ellos (la Seguridad del estado del gobierno comunista) no van a dejar de molestarme".
Dijo que no tiene pensado irse de Cuba, sino continuar trabajando en el movimiento de derechos cubanos en Cuba en la medida que su salud se lo permita.
"Parece que estos casos fueron excepcionales", dijo Sánchez Santacruz refiriéndose a la liberación de los cinco disidentes. "Dos de ellos están en muy mal estado de salud y los otros cuatro ni siquiera fueron llevados ante un juez durante más de dos años que estuvieron en la cárcel".
Amnistía Internacional y Human Rights Watch consideraban a todos los disidentes liberados "presos de conciencia". Mantienen a otros 82 presos políticos cubanos bajo esa misma denominación.
Finalmente, Vladimiro Roca, del Movimiento Todos Unidos, manifestó que si realmente la excarcelación de estas personas forma parte de una señal positiva del gobierno, ""es tan pequeña, que es difícil descifrarla".