Sin embargo, los Ministros de Relaciones Exteriores de los 55 países miembros de OSCE dieron por terminada la reunión de dos días en Sofía, Bulgaria, sin llegar a acuerdo alguno.
El Canciller de Rusia, Sergei Lavrov, dijo que la conferencia de OSCE no debe cambiar la inspección de las elecciones por lo que él calificó de “un instrumento político de manipulación y desestabilización” en Ucrania.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, declaró posteriormente que, Washington está en un “categórico desacuerdo” con lo que había dicho Lavrov, porque Washington y sus aliados no están tratando de extender su influencia en Ucrania, sino que solamente quieren la libertad para el pueblo ucraniano.
Los observadores de OSCE de los asuntos ucranianos critican al gobierno de Kiev por sus fuertes vínculos con Moscú a los que ellos consideran que plantean un problema en este año de elección presidencial en esa república.
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