Durante los 45 años transcurridos desde que tomó el poder en 1959, el gobierno totalitario de Fidel Castro se ha empeñado en hacer que el pueblo de Cuba olvide la época republicana que comenzó exactamente aquel día de 1902, cuando la administración de Estados Unidos se retiró de Cuba y la bandera cubana reemplazó a la americana en toda la isla.
Cuba alcanzó su independencia ese día después de dos grandes guerras sangrientas. La primera duró diez años y comenzó en 1868 en Yara, Provincia de Oriente. En la segunda, que ha pasado a la Historia como la Guerra de Independencia de José Martí, que murió en el combate de Dos Ríos, Oriente, el 19 de mayo de 1895, los mambises obtuvieron el apoyo militar de Estados Unidos.
Washington tuvo la oportunidad de demostrar que siendo una gran potencia, sus gobernantes tenían capacidad política y humanitaria suficientes para reconocer los derechos de otro pueblo soberano -- el cubano-- y retirarse de la isla una vez cumplida su misión de estabilización y apoyo para crear una nueva república independiente.
En la tarde del 20 de mayo de 1902 se concretó en el antiguo Palacio del Capitán General de España en la Isla, el sueño de libertad de los cubanos. Sin embargo, antes de ese momento culminante los cubanos ya habían tenido otro no menos importante bajo la ocupación militar de Estados Unidos. Ese episodio histórico fue la elección del 31 de diciembre de 1901 para dotarse de la primera Constitución que regiría a la futura República.
Lo que se inauguró el 20 de mayo de 1902 fue una República que con sus altibajos mostró una tendencia cívica hacia la perfección paulatina de la nación cubana.
De esta República los voceros del actual régimen comunista solamente destacan sus defectos. Callan sus virtudes. Ocultan sus momentos de gloria.
En aquella República de Cuba existían los tres poderes constitucionales: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
En la década de 1950 el Poder Legislativo aprobó importantisimas Leyes Complementarias de la Constitución de 1940, a la cual los eruditos consideraban una de las más democráticas y progresistas del planeta.
Por voluntad del Congreso se fundaron el Tribunal de Cuentas y el Banco Nacional y se aceleraba el estudio del proyecto que daría lugar a lo que entonces se denominaba "La Carrera Administrativa", una institución donde los empleados gubernamentales podrían hacer carrera y sentirse seguros en sus posiciones en directa proporción a los méritos que hubieran alcanzado.
Existía una prensa libre que como obra humana al fin, padecía de defectos al nivel del ejercicio individual de la profesión, aunque con la perspectiva que da la distancia histórica, es posible ver ahora que también tenía grandes virtudes como institución nacida en un orden democrático.
Hay quien dice que la prensa libre -- que algunos definen como "el Cuarto Poder" -- es el verdadero poder del pueblo porque tiene la capacidad para derrocar gobiernos corruptos, perversos o inconstitucionales.
Cuando capturó el gobierno en 1959, Fidel Castro prometió restituir la avanzada Constitución de 1940, pero nunca lo hizo. En cambio decidió que el Partido Comunista de Cuba usurpara los poderes y los derechos que esa Constitución daba al pueblo de Cuba.
Lo que se inauguró aquel 20 de mayo de 1902 no fue quizás el proyecto exacto de líderes como Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte, Antonio Maceo, Máximo Gómez y José Martí. Pero era una república libre que con sus altibajos mostró hasta 1959 una tendencia socio-política hacia su perfeccionamiento.