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Elecciones en Estados Unidos 2016, una contienda de extremos


La Casa Blanca.
La Casa Blanca.

Los republicanos que van a la cabeza de las encuestas son los más conservadores; y, entre los demócratas, la principal candidata ha tenido que irse mucho más a la izquierda.

Por primera vez en muchos años, los candidatos a la Presidencia de la república de ambos partidos tienen muy bien definidos sus ideales políticos.

Comencemos con el que ha marcado la pauta en este año preelectoral.

Desde que dijo que aspiraba a la Presidencia de la república por el Partido Republicano, el multibillonario magnate Donald Trump ha dicho a los cuatro vientos que sus ideales políticos son conservadores –muy, pero que muy conservadores.

Cuando hizo su anuncio, Trump habló mal de los inmigrantes indocumentados. Dijo que los deportaría a todos, que haría un muro insalvable entre México y Estados Unidos y que haría que el Gobierno mexicano pagara por su construcción. Y, lo más importante: Dijo que los que venían eran una partida de criminales que violan mujeres y que cometen todo tipo de fechorías.

Ese fue el comienzo.

Después, dijo que no dejaría entrar a Estados Unidos a ningún musulmán. Todos los expertos pensaron que su popularidad bajaría. Al contrario, subió como la espuma.

A partir de los comentarios de Trump, todos los principales candidatos han dejado en claro si su posición es de una derecha ultra conservadora o, los del bando contrario, de una izquierda muy bien definida (el senador Bernie Sanders de Vermont, ha declarado abiertamente que él es socialista).

Trump y Sanders han marcado los extremos. Pero todos los principales contendientes al cargo han marcado su preferencia y dejado en claro si son conservadores o liberales izquierda.

Entre los republicanos, además de Trump, está el cubanoamericano Ted Cruz, senador por el estado de Texas. Entre Trump y Cruz no son muchas las diferencias. Cruz ha estado de acuerdo con Trump en decir que Estados Unidos no debe darle entrada a los refugiados musulmanes que huyen de la violencia en Siria e Irak.

Y ambos dicen que están en contra de legalizar a los inmigrantes indocumentados y mucho menos abrirle un camino hacia la ciudadanía. Ambos están de acuerdo en deportar a todos los indocumentados.

Esa es el ala derecha del Partido Republicano. Y, hasta ahora, los candidatos que llevan la voz cantante.

El otro senador cubanoamericano, Marco Rubio, de Florida, a quien siempre se le consideró muy conservador cuando aspiró al Senado de Estados Unidos, ahora resulta que es demasiado liberal para los conservadores del partido.

De todos los candidatos republicanos, según las encuestas, es el que tiene la mayor posibilidad de vencer a Hillary Clinton, la casi segura candidata a la Presidencia por el Partido Demócrata. Pero eso parece no importarle a los votantes.

A medida que Trump aumenta el volumen de sus insultos a diversos grupos étnicos o que plantea posiciones insultantes, su popularidad sube. Exactamente, como lo acaban de leer. Mientras más duras son las cosas que dice Trumpo, más sube en las encuestas.

Hasta ahora, son 12 los candidatos republicanos y, de acuerdo con las últimas encuestas, lleva más de 20 puntos de ventaja sobre su más cercano rival, el senador Cruz. Rubio está en tercer lugar en casi todas las encuestas y el exgobernador de Florida Jeb Bush, quienes muchos creían sería el candidato republicano, está con dos o tres puntos en las encuestas.

¡Increíble!

Pero no se asusten. Entre los demócratas ocurre algo muy parecido. Clinton, quien fuese secretaria de Estado, senadora por Nueva York y ex primera dama, lleva una clara delantera en todas las encuestas. Y ojo, que Clinton no es de la extrema izquierda.

Lo que ocurre es que otro de los candidatos, el senador Sanders, se define a sí mismo como socialista y en los debates lleva la voz cantante diciendo todas las cosas que el Gobierno debe dar gratis a los ciudadanos. Él cree que todos los americanos tienen derecho a poder ir gratis a la universidad, que deben tener muchas más y mejores beneficios médicos y que todo esto lo deben pagar los ricos del país.

En caliente, en los debates, a Clinton le es difícil separarse mucho de Sanders. Ella trata, pero hasta ahora está mucho más a la izquierda de como gobernó su esposo Bill Clinton cuando él era el presidente Estados Unidos.

En casi todas las contiendas presidenciales americanas cada partido tiene candidatos liberales y conservadores. Los republicanos tienen a los candidatos más conservadores, pero con mucha frecuencia escogen como candidato a un político más bien centrista.

Lo mismo ocurre entre los demócratas, pero al revés. Ellos escogen entre candidatos liberales pero, hasta ahora, siempre se han ido con el de ideas más mesuradas.

Hasta ahora, esa no es la realidad este año. Hasta ahora, las cosas están muy bien definidas. Los republicanos que van a la cabeza de las encuestas son los más conservadores; y, entre los demócratas, la principal candidata ha tenido que irse mucho más a la izquierda por la presión del senador Sanders.

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