Charles Jenkins, oriundo de Carolina del Norte, dijo que siente fuertes deseos de ver a su madre, y que permanecerá en Estados Unidos una semana.
El desertor ya purgó su falta, sometiéndose a una corte marcial y cumpliendo 25 días en una cárcel militar americana en Japón.
Jenkins residió en Corea del Norte desde 1965 hasta julio del año pasado, cuando se trasladó a Japón con sus dos hijas y su esposa japonesa. Esta fue secuestrada por las autoridades norcoreanas en 1978, pero en 2002 se le permitió regresar a su país.